×
×
Red Internacional
lid bot

La Plata. Muerte en metalúrgica Miller: “la vida de Leandro no vale dos horas”

Pasaron 3 semanas de la trágica muerte de Leandro y nada ha cambiado. La patronal obliga a los obreros a trabajar más horas, como compensación por el tiempo “perdido” por haber ido a despedir a su compañero.

Jueves 4 de agosto de 2016 14:41

Luego de la muerte de Leandro Centurión, en Miller Building no solo no cambiaron las condiciones de trabajo si no que ahora, mientras los trabajadores siguen lamentando y llorando la pérdida de su compañero, la empresa los obliga a devolverle las horas que se tomaron cuando fueron a despedir a Leandro.

“Nosotros no naturalizamos la muerte de nuestro compañero, porque la vida de Leandro no vale dos horas, como tampoco vamos a naturalizar estos atropellos y decidimos algunos no compensar nada y que la empresa haga lo que quiera”.

Una vez más el silencio de la UOM se hace presente. En vez de parar el tiempo que sea necesario para despedir el cuerpo y para acabar con las condiciones de precarización para que nunca más se tenga que lamentar la muerte de un trabajador, hace todo lo contrario. Por un lado acompaña los planes del gobierno de tarifazos, paritarias a la baja, despidos, suspensiones y precarización laboral, y por el otro, ante la muerte de Leandro lo único que hace es acatar las órdenes de la patronal para que los trabajadores devuelvan las horas.

Amigo de los gobiernos y enemigo de los trabajadores

Esta empresa en los últimos años se benefició con los suculentos subsidios otorgados por el ex gobernador, y amigo, Daniel Scioli; quien en las últimas terminó apoyando y llamando a votar. Con el triunfo de Macri y Vidal, esta patronal no perdió el tiempo y a los pocos meses de gobierno se acomodó facialmente a los planes de ajuste de Cambiemos.

Mientras ellos se pasean en helicóptero para viajar de su casa a la fábrica, en todo el parque industrial no hay una sola ambulancia para atender una emergencia.

En Miller es moneda corriente quedarse después de hora, tener dedos amputados o hernia de disco; también pintar sin ningún elemento de seguridad para que al poco tiempo tengan el estómago y los pulmones reventados o levantar vigas o correas que pesan alrededor de 3000 kilos con la posibilidad, si la suerte no ayuda, que ese peso caiga sobre cualquier. Eso sí, en estos casos siempre la culpa y la responsabilidad es del trabajador.

Transformar la bronca en organización

Toda esa bronca que van acumulando los trabajadores de diferentes lugares de trabajo cuando día a día viven en sus cuerpos el mismo atropello patronal tiene que transformarse en organización, porque es la única vía para enfrentarlos.