Mujeres militantes desde el Frente Amplio hasta la Democracia Cristiana lanzan un decálogo para terminar con las prácticas machistas en el que hacer político. ¿Cuál es la contradicción?

Karla Peralta Díaz Médica en Antofagasta, Pan y Rosas
Domingo 23 de junio de 2019
Mujeres al poder: ¿Unidad de la “oposición” para vencer el machismo?
La violencia machista se manifiesta en los diversos aspectos de la vida social, profesional y política de las mujeres y la diversidad sexual. A estas alturas, no es desconocido para nadie que la inclusión de las mujeres en la vida política ha sido un camino cuesta arriba, teniendo que ser conquistado desde derechos básicos como el voto hasta la participación en partidos y cargos políticos.
Es esta realidad la que analizan las mujeres militantes de la llamada “oposición” y las motiva a unir filas desde el Frente Amplio hasta la Democracia Cristiana para elaborar un decálogo que tendría como propósito terminar con las prácticas machistas al interior de los partidos políticos. Sin embargo, es necesario reflexionar acerca de algunos aspectos. ¿Cuál es la contradicción de unirse con partidos conservadores y golpistas como la Democracia Cristiana?
Evidentemente la participación de las mujeres en política tiene que superar más obstáculos debido a los roles sociales que deben cumplir, impuestos por un sistema patriarcal y capitalista, donde el cuidado de la casa, los hijos y las labores domésticas recaen sobre los hombros generalmente de las mujeres. Roles que son perpetuados por la derecha junto a la Iglesia, la misma que nos niega el derecho al aborto legal, entre otras cosas.
Desde ahí, es que debemos analizar una gran contradicción. Si bien el decálogo apunta a mayor participación en términos electorales y se apuesta a aumentar numéricamente la participación o subsanar algunas trabas, el problema de fondo esta en esta amplia unidad, sobre todo con la Democracia Cristiana que es un partido abiertamente conservador y que ha cogobernado con la derecha todo este tiempo.
La amplia unidad de todas las mujeres de la oposición desdibuja precisamente la estrategia que necesitamos para eliminar la violencia machista, no solo de los partidos políticos sino también para las mujeres estudiantes, trabajadoras, dueñas de casa a quienes golpea en mayor medida.
Es más, para terminar con el machismo en la política, es insuficiente una serie de puntos que aborden el problema, se necesita cuestionar y querer terminar con la estructura económica y social que lo sostiene y donde la unidad con partidos conservadores es totalmente opuesto, debido a que son precisamente ellos quienes lo sostienen.
Desde luego que debemos revolucionar la forma de hacer política, pero para eso es necesario discutir de manera consciente y cotidiana las contradicciones, a la vez que nos proponemos revolucionar también la sociedad y su modelo económico, pues mientras el capitalismo siga sosteniendo al patriarcado e inmiscuyéndose en lo más profundo de la vida de hombres y mujeres, será una utopía que las mujeres puedan desempeñarse plenamente tanto en la política como en otros aspectos de la vida social y laboral.