A propósito del aniversario de la lucha del pueblo trabajador jujeño contra la Reforma Constitucional de Jujuy, reflexiones para el presente sobre el rol que jugaron las mujeres en rechazo a la política extractivista del litio y bienes comunes. Presentado en el Panel “Ecofeminismo y Transiciones Ecosociales” del Encuentro Feminista Internacional organizado por la Fundación Rosa Luxemburgo en Buenos Aires en el mes de abril del 2024.
Lunes 10 de junio 10:10
Fotografía: Mú La Vaca.
(Intervención con contenido actualizado, Panel compartido junto a Lorena Riffo (Marabunta, Neuquén), Francisca Fernández Droguet (MAT, Chile), Lourdes Albornoz (comunidad diaguita, Tucumán), Verónica Apaza y Marisol Troya (Red Puna, MNCI).
Quería saludar a quienes están presentes y compartiendo el intercambio en este panel que pone sobre la mesa una problemática que ni siquiera negacionistas más reaccionarios como Javier Milei o Donald Trump pueden desconocer. La crisis climática sucumbe el planeta en el que vivimos. Calentamiento global, inundaciones, sequías, incendios, epidemias, como el dengue o Covid, dan muestra de una crisis ecológica de dimensiones históricas que es producto de un sistema capitalista que no sólo nos explota a millones en todo el mundo, sino que nos oprime como mujeres, somete a pueblos y destruye la naturaleza.
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Sobran las enriquecedoras experiencias de organización y testimonios de mujeres, de compañeras de lucha. Somos nosotras, que ocupamos cada vez más las distintas esferas de la producción, las que estamos en los territorios, y seguimos vinculadas a las tareas del cuidado. Sabemos lo que implica parar la olla de alimentos, de cómo están nuestros hijos. En los territorios se aprende a leer la naturaleza, y no es por nada que quiero resaltar todo esto, porque también sabemos si falta el agua, si está contaminada, si nos enfermamos, si el aire huele bien. Cómo no vamos a estar en la primera línea defendiendo cuerpos, territorios y bienes comunes.
Venimos siendo protagonistas de importantes conflictos y luchas que lograron traspasar las esferas territoriales y locales, para pegar un salto en el terreno político: sucedió en Chile, Perú, Bolivia y recientemente en Jujuy. Mujeres, campesinas, trabajadoras, indígenas, nos enfrentamos a gobiernos golpistas o autoritarios, que profundizan el saqueo de bienes comunes, como el litio, a favor del imperialismo yankee y de otras potencias imperialistas en latinoamérica, nuestra abya yala. En nombre de la transición energética, siguen desangrando las venas abiertas para multinacionales que tienen como accionistas al capital financiero, y de la deuda Argentina por ejemplos y magnates como Elon Musk. Quieren hacer de donde vivimos, verdaderas zonas de sacrificio.
Por eso la mercantilización del agua también avanza. El acuífero guaraní está puesto en el ojo de la comandanta Laura Richardson, recibida no sólo por Milei sino anteriormente por Cristina. Está en los acuerdos que rechazamos con la empresa sionista Mekorot, que ya llegó a Jujuy, o Chubut, impulsados por Wado de Pedro en el gobierno anterior, que hoy abraza Milei y gobiernos provinciales del PJ y la UCR que cierran acuerdos con el gobierno de Israel en medio del genocidio a las mujeres y el pueblo palestino. Queda claro que son ellos o nosotras y los de abajo.
La situación no va más, requiere no sólo de socializar lo que nos sucede y atraviesa para resistir con toda nuestras garras poniendo los cuerpos, e incluso nuestras vidas, sino también para construir una perspectiva emancipadora para nosotras y las futuras generaciones, y que para las feministas socialistas de Pan y Rosas viene de la mano de luchar por una salida anticapitalista y socialista si de verdad queremos radicalizar la democracia y construir una relación más armoniosa con la naturaleza.
Luchas hay y va a seguir habiendo, y las mujeres vamos a estar a la cabeza, pero ¿cómo podemos hacer para ganar y no estar siempre resistiendo? ¿Qué lecciones nos deja cada pelea? Tomemos el ejemplo de Jujuy…
¿Cómo se articula en Jujuy la pelea política social y ambiental desde las múltiples organizaciones en resistencia?
En Jujuy el gobernador autoritario Gerardo Morales, y el régimen de la UCR y el PJ avanzó con una reforma de la constitución provincial, a espaldas de todo el pueblo trabajador jujeño y oprimidos. Una reforma a medida del imperialismo, de las multinacionales y los dueños de la provincia, que iba de la mano de fortalecer el Estado policíaco para prohibir los cortes y criminalizar mucho más la protesta social, como también para que el ejecutivo concentre más poder. Este fue un primer laboratorio de lo que hoy quiere hacer Milei en todo el país con complicidad de los gobernadores y al servicio del FMI.
Ese ataque de conjunto, provocó la respuesta colectiva, un levantamiento del pueblo trabajador contra el régimen que aglutinó en su contra a varios sectores agraviados y donde las mujeres fueron protagonistas.
La docencia estuvo un mes entero de paro. Sus reivindicaciones salariales se transformaron en políticas en la lucha contra la reforma.
Las y los hermanos del Tercer Malón tienen peleas históricas sin resolver por sus territorios y en defensa de los bienes comunes que también se transformaron en una pelea política contra la reforma que se unía a la de las docentes y luego al conjunto de los sectores populares agraviados..
«"Arriba los derechos, las wiphalas, los salarios", se unieron conjuntamente con “abajo la reforma”.»
Pero la coordinación en las calles, o luchar al mismo tiempo, no era suficiente. Era clave contar con organismos de autoorganización, como una Asamblea provincial que propusimos que nuclee a la vanguardia y a trabajadores de sectores claves en la económica y la producción, de las minas, azúcar o transporte, donde se defina democráticamente, qué plan unificado tener en la lucha y la exigencia con fuerza de paro general a las centrales sindicales para poner en jaque al gobierno y tirar abajo la reforma. Con un programa, una agenda, del conjunto del pueblo trabajador en defensa de los territorios, el agua y contra el saqueo, como también la agenda de las mujeres indígenas, campesinas, precarias y trabajadoras.
Había fuerzas, condiciones también, no es casual que al calor del proceso haya habido logros parciales, que daban moral y confianza para ir por más. En San Salvador, en la universidad, se puso en pie la Asamblea del Pueblo contra la Reforma, impulsada por la Juventud del PTS, docentes, y trabajadores, que permitió dar cuenta en pequeño el rol que podía jugar un organismo de autoorganización.
Pero entonces, ¿por qué no se tiró completa reforma que tuvo que retroceder en algunos puntos claves y que fue puesta en jaque en las calles? Las centrales sindicales como la CGT dirigidas por el peronismo que dentro votaron a favor de la reforma, afuera jugaron un rol desmovilizador y de desvío. Faltó ese organismo en la provincia para coordinar toda la fuerza de las calles para imponer el paro general en los momentos decisivos. También un partido revolucionario con la fuerza suficiente en los distintos sindicatos y sectores populares para convencer y proponer a los sectores más conscientes para ganar a la mayor parte del pueblo trabajador en el camino de preparar la huelga general. Sabiendo que del otro lado operaban los partidos tradicionales para impedir esta perspectiva.
Como menciona en esta nota de balance a propósito del año de lucha contra la Reforma, hubo dos estrategias y dos programas que se expresaron al calor del importante proceso de lucha del que el PTS FIT, fue parte, con convencionales constituyentes, docentes, trabajadores y estudiantes, que pueden leerlo aquí:
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¿Qué lecciones nos deja la lucha contra la Reforma desde el feminismo ambientalista? ¿Qué transición ecosocial necesitamos?
El plan del FMI, la Ley Ómnibus y DNUs el plan del imperialismo en América Latina nos interpela a que tomemos las lecciones del proceso de Jujuy para lograr derrotar todo el plan de Milei, que tiene como en sus bases la profundización del extractivismo y dar luz verde para el saqueo en los territorios. Los actores se repiten, la CGT negocia abiertamente y hace medidas para descomprimir, por eso es clave articular desde abajo para imponer un verdadero plan de lucha de conjunto y el paro general de las centrales sindicales para imponer la huelga general.
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No solo que unidas peleamos mejor, nuestro coraje y valentía nos lleva a estar siempre en la primera línea. La reflexión es si esa energía poderosa de las mujeres queda solo en la resistencia y se disemina sólo en luchas parciales y aisladas en los territorios o por sectores, que son necesarias dar, pero que no son suficientes. Si no es momento de poder construir fuerza para cambiarlo todo, que incorpore una perspectiva anti extractivista, antipatriarcal y anticapitalista. Y que para eso es necesario contar con una herramienta política de las y los de abajo, donde las mujeres que coincidimos con esta reflexión y accionar común seamos parte.
Todo triunfo contra una empresa en defensa de un territorio, en la conquista de un derecho, como medidas contra la violencia de género, nos lo pueden arrebatar mañana si no luchamos por cambiar de raíz el capitalismo. Un sistema social que pone en peligro la vida misma, que tiene una crisis ecológica global, que nos oprime por el sólo hecho de ser mujeres o por nuestra identidad de género, necesita una respuesta a esa escala.
Nuestra coordinación además de ser en cada territorio, es entre los territorios, a nivel nacional y nivel internacional.Porque nuestra pelea no es solo por resistir sino por construir una alternativa a este sistema, “radicalizando la democracia” desde abajo, en asambleas y espacios autoconvocados y de coordinación de la que somos parte.
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Esa misma organización que empieza resistiendo defensivamente no tiene que quedarse ahí. Cuando se hace una huelga general se ve realmente quienes mueven los hilos de este sistema, quienes producen, y quienes habilitan la reproducción de la vida puede cambiar esa producción desde abajo, reconstruyendo el metabolismo social entre el hombre y la naturaleza.
Si afectamos la ganancia capitalista y cuestionamos la explotación de la naturaleza y los trabajadores, como también la opresión de las mujeres, todo puede ser muy distinto. Pueblos originarios y trabajadores, junto a la comunidad científica, pueden unir sus conocimientos para producir de otra manera, vincularse de manera distinta con la naturaleza, en la perspectiva de una verdadera transición energética, de cuidado de la vida y los bienes comunes.
Para eso es necesario comenzar por medidas soberanas y cuestionar en manos de quiénes están los recursos estratégicos y para qué fines. Nuestro planteo contra el avance del extractivismo del litio en los territorios de las comunidades indígenas, fue la de cuestionar el saqueo de las multinacionales imperialistas y empresarios nacionales, y plantear como salida y medida soberana, la estatización del litio [y nacionalización de recursos estratégicos energéticos] controlados por trabajadores y las comunidades indígenas, con aportes de especialistas y científicos, para definir cómo protegerlos y un plan necesario en función de las necesidades de las mayorías, cuidando el agua y el ambiente. Un ejemplo en ese sentido, que dialogó con el proceso de lucha reciente contra la reforma en Jujuy, tomando la reivindicación de las mujeres y comunidades indígenas que planteaban también el derecho a la consulta previa, libre a informada, como también el reclamo histórico de la entrega de los títulos de propiedad comunitaria de la tierra.
Desde nuestra organización el PTS, y las mujeres socialistas de Pan y Rosas, participamos de cada una de las peleas de los sectores oprimidos y explotados. Somos parte del movimiento de mujeres y del socioambiental, de cada lucha en defensa de nuestros derechos. Hemos dado pelea a la par de valientes mujeres con quienes fuimos protagonistas en distintos hechos, luchas y procesos profundos como el que vivimos en Jujuy, desde una perspectiva socialista que supere este sistema social que nada bueno tiene para nosotras, nuestras familias, y hermanas, ni para las futuras generaciones.
Invitamos a todas con quienes estamos codo a codo, en las calles y en los territorios, a seguir profundizando estas reflexiones e intercambios al calor de la acción común enfrentando a los poderosos... ARRIBA LOS DERECHOS, ABAJO LA LEY BASES, EL RIGI, FUERA MEKOROT
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