Un nuevo debate comenzó a abrirse en estos días entre las organizaciones abocadas a la preparación del próximo Encuentro de Mujeres. El debate, con voces a favor y algunas en contra, surgió ante la propuesta de crear un taller de Mujeres y Cannabis, orientado a fortalecer la lucha por la legalización del cultivo y el consumo.
Lunes 1ro de agosto de 2016 16:32
Un nuevo pedido llegó a la Comisión Organizadora del XXXI Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) que se desarrollará en octubre en la localidad de Rosario. Como había sucedido con el pedido de AMMAR, se recibió una propuesta para inaugurar un nuevo taller: Mujeres y Cannabis. En su pedido, referentes de Mujeres Cannábicas en Argentina fundamentan que, por ser mujeres, también sufren particularmente la “estigmatización social” y la “criminalización penal”. En su carta dirigida a la Comisión Organizadora, también sostienen que “somos chantajeadas, usadas y obligadas a ser (mal llamadas) ‘mulitas’” y, en el marco de la gran repercusión que conquistó la voz de cientos de mamás que exigen el Cannabis medicinal para sus niños y niñas, también proponen la incorporación de estos temas, que hasta el momento no han contemplado jamás los Encuentros de Mujeres".
Con la intención de aportar a que miles de participantes que viajarán desde todo el país conozcan los debates que viene desarrollando la Comisión Organizadora, La Izquierda Diario da a conocer los intercambios que tuvieron lugar alrededor de este pedido.
Entre las sub-comisiones que se han puesto en pie durante el año para preparar el Encuentro, la sub-comisión de Contenidos delinea las temáticas de los más de 60 talleres en los que se basa este evento único en la región y en el mundo. Como las restantes, esta sub-comisión está integrada por diversas corrientes políticas y agrupaciones de mujeres, así como por mujeres independientes que participan regularmente de los preparativos. Sólo el PCR del Frente Social y Popular opuso resistencia al reclamo de estas mujeres. No es de extrañar, ya que se trata de una organización que viene haciendo campaña junto a sectores de la Iglesia bajo el slogan “La droga mata”, tal como sucedió recientemente, en el marco del llamado Día internacional de lucha contra uso indebido y el tráfico ilícito de droga.
Pan y Rosas en el Frente de Izquierda, que es parte de la Comisión Organizadora, sostuvo en cambio su apoyo a la iniciativa. Desde su perspectiva, “este sería un gran punto de apoyo para las mamás de miles de niños y niñas que padecen enfermedades severas y exigen al Estado nacional su derecho al uso medicinal. También sería un gran punto de apoyo a la lucha por la legalización integral de la marihuana, única forma de terminar con el negocio del narcotráfico”, como sostiene el proyecto que presentaron Myriam Bregman y Nicolás del Caño en el Congreso Nacional.
Sin plantear abiertamente su desacuerdo con la pelea por la legalización y la despenalización del cannabis, el PCR sostuvo en el debate que hay “una intención oportunista” por parte de quienes están a favor de abrir este taller, ya que el debate de fondo que escondería la discusión sobre el uso de la marihuana, tanto recreativa como medicinal, es el de la legalización de “las drogas”.
Sin embargo no hay ninguna discusión oculta: efectivamente este taller plantea entre sus puntos la despenalización y la legalización de la marihuana, reclamo que moviliza a decenas de miles en las calles todos los años en todo el país. Una lucha más que necesaria para quienes queremos terminar con la persecución por cultivar y consumir, ya sea con fines medicinales y/o recreativos, como con el negocio del narcotráfico, uno de los negocios ilegales más importantes en todo el planeta, que funciona gracias a la impunidad que garantizan los funcionarios políticos y las instituciones del Estado, como la justicia y las fuerzas de seguridad.
Mientras cientos de mamás se organizan por el derecho de sus niños/as al cannabis medicinal, otro argumento esgrimido por el PCR fue que dar lugar a talleres que parten de un acuerdo puntual es peligroso porque “anula el debate”. Parece que “el Encuentro somos todas”, siempre y cuando el contenido de los talleres no discrepe con las posiciones que sostiene esta organización, de peso en la preparación de los Encuentros.
Se dio un acalorado debate entre las mujeres respecto de la legalización y el consumo del cannabis, el uso de la marihuana medicinal, la criminalización y la legalización de otras sustancias. Y, después de horas de discusión, no se pudo tomar una definición porque “no hay consenso”. Así, el PCR intenta poner un bozal a las nuevas voces que quieren expresarse en este Encuentro, en lugar de dar espacio a los más variados temas y, sobre todo, a aquellos que fortalecen nuestro derecho a decidir y a organizarnos contra las instituciones del Estado que nos criminalizan y persiguen, además de todos los tipos de violencia machista por los que luchamos diariamente.
“Somos mujeres usuarias y cultivadoras de cannabis. Invisibilizadas en un encuentro que tiene por objetivo unirnos en la lucha contra la discriminación y vulnerabilidad; un espacio destinado a compartir información y experiencias; un lugar donde sentirnos contenidas y seguir creciendo en busca de derechos aún no reconocidos. El respeto, dignidad y libertad sobre nuestros cuerpos. Premisas que hasta el momento no han sido aplicadas a otro sector vulnerable de la sociedad. Nosotras, usuarias y cultivadoras de cannabis. Estamos. Existimos. Sufrimos estigmatización social. Criminalización penal. (…) En el marco de que en todos los noticieros y diarios, se plantea la regulación del uso del cannabis medicinal; creemos fervientemente que es el momento propicio para que La Comisión del 31° Encuentro Nacional de Mujeres, nos reconozca con el espacio de información que merecemos tener.”
Un Encuentro democrático, y de lucha
Como integrante de la Comisión Organizadora del 31° Encuentro de Mujeres, Pan y Rosas es parte activa de esta lucha de la juventud por la legalización integral de la marihuana, que se ha convertido en una de las más masivas en los últimos años, con los y las jóvenes de los barrios en el centro de la escena, porque son quienes más sufren la represión constante de los gobiernos y sus policías.
Consideramos que sólo difundiendo y enriqueciendo el debate podemos fortalecer la pelea por nuestros derechos. Hemos planteado siempre que el método del “consenso”, en el que se basan los Encuentros, es un límite para las miles de mujeres que hacen esfuerzos enormes para participar año a año con la intención de debatir y volver a sus localidades con nuevas herramientas y un plan de lucha que fortalezca la pelea por todos nuestros derechos. Partir de acuerdos es una de las tareas del movimiento de mujeres para avanzar en la conquista de esos derechos.
Por eso peleamos para que los Encuentros Nacionales de Mujeres tengan un carácter resolutivo, donde las mujeres podamos debatir y votar a mano alzada qué herramientas y qué pasos necesitamos dar para fortalecer nuestra lucha. Con esa perspectiva, ponemos también a disposición La Izquierda Diario, un medio para la resistencia, no sólo para hacer una gran cobertura sino para reflejar en estos próximos meses que nos quedan todas las experiencias e iniciativas de las mujeres que luego del #NiUnMenos ven que el camino es ser miles organizadas y en las calles.