×
×
Red Internacional
lid bot

Mundial de básquet: la final será entre Serbia y el Dream Team

Lituania hizo lo que pudo, pero no estuvo a la altura de un Dream Team que va por el trofeo por segunda vez consecutiva. Al final, Serbia tuvo revancha contra Francia. La final EE.UU. vs. Serbia mostrará la supremacía de la NBA versus el básquet FIBA.

Viernes 12 de septiembre de 2014 23:00

Lituania hizo lo que pudo pero le duró un tiempo. En el tercer cuarto los Estados Unidos marcaron su completa supremacía en el torneo y cerraron otra vez por goleada, 96-68. De esta manera el Dream Team, con el Coach K a la cabeza, muestra todo su poder, defendiendo fuerte y atacando con todo lo que saben hacer. Quieren dejar atrás los fantasmas de las derrotas en anteriores mundiales, y mostrar que si quieren ganan 2 mundiales seguidos. Todo parece encaminado para ello.

Pero a la final va otro histórico, Serbia. El equipo balcánico se tomo revancha de Francia, quien en el último cuarto se la jugó con una remontada a puro triples de Batum, más el aporte de Diaw y Heurtel. Pero el esfuerzo de los galos no alcanzó, y ahora se la tendrá que ver con los lituanos por el tercer puesto. De todas maneras vale el reconocimiento a este equipo, que pulverizó a España, mostrando que aún sin Parker ni Noah tiene fortaleza en su básquet FIBA.

La final parecería un trámite para los Estados Unidos. Le ganó a todos sus oponentes por más de 20 puntos. Parecería ser que a los yanquis les tomó media década de fracasos aprender del "euro-step" de Ginobili. Ahora se lo ve a Hardem hacerlo con más estilo aún que el argentino. Y así, con esas derrotas con los argentinos (unicos que les ganaron 2 veces consecutivas, en 2002 y 2004), con los lituanos y los siempre fisicos griegos, parece que aprendieron a jugar el básquet FIBA que propone Europa. Si quieren, se transforman en sus mejores exponentes.

Por el otro lado está Serbia. Ese país, que a pesar de las mil fracciones que tuvo la ex-Yugoslavia, sigue jugando básquet del bueno, con Teodosic, Bogdanovic, Bjelica y compañia. Esa marca registrada de pivotes en el poste alto, con opciones de triple recontra eficaces la siguen teniendo. Pero fue allá por 1990, cuando esa Yugoslavia campeón de la mano de Petrovic y Divac, que se anunciaba el comienzo del desmembramiento. El festejo de ese campeonato mundial, que se jugó en Argentina, traería problemas: el luego NBA Drazen Petrovic colgaba de un aro la bandera croata, mientras Divac, también NBA y de origen serbio, la tapaba con la de la ex-repúlica socialista de Yugoslavia. Al año siguiente Croacia ya era una nación independiente, y guerras mediante, Yugoslavia se transformaría en varias naciones. Si hoy pudieran verse unidos en un solo equipo junto al duro Croacia y Eslovenia (que también pintaba para campeón en este mundial) quizás la historia de la final de este domingo podría ser otra. Veremos que dice la historia esta vez.