El domingo 9 de julio se anunció el fallecimiento de Porfirio Alejando Muñoz Ledo y Lazo de la Vega a la edad de 89 años, quien fuera un personaje central en la política mexicana desde hace más de 50 años.
Lunes 10 de julio de 2023
¿Quién fue Porfirio Muñoz Ledo?
Nació en la Ciudad de México en 1933, estudió la carrera de Derecho en la UNAM. En 1961 se integra orgánicamente al régimen priista como subdirector de la oficina de Educación Superior e Investigación Científica, en la Secretaría de Educación Pública, bajo la administración de López Mateos.
En 1965 el genocida Gustavo Díaz Ordaz le otorga la agregaduría cultural de la embajada de México en Francia, puesto que apenas desempeñaría por un año, pues para 1966 y hasta 1970 fue designado como Secretario General del IMSS.
En la presidencia de Luis Echeverría, Muñoz Ledo trabajó en la oficina del ejecutivo federal, lo que lo convirtió en un ideólogo del gobierno. Luego, en 1972 fue nombrado como secretario del Trabajo y Previsión Social y para 1975 asumió la titularidad del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI.
Un camaleón político
Como se puede apreciar, Muñoz Ledo siempre fue un hombre apegado al gran poder público, ya que ocupó puestos de alta importancia política. Sin embargo, sus ambiciones eran más grandes, pues siempre buscó ser elegido como candidato presencial por el partido tricolor, situación que nunca sucedió.
Lo anterior explica, al menos en parte, que en 1988 se unió a Cuauhtémoc Cárdenas y a su corriente disidente al interior del PRI y que a la postre fue el origen del PRD. Aquí, su habilidad política fue fundamental para cooptar e integrar al Estado a buena parte de la izquierda (estalinista y reformista) a través del naciente partido del sol azteca, cuyo principal botín fuera el PSUM, último nombre del histórico Partido Comunista mexicano, que en la búsqueda de un burgués progresivo, participara en la fundación del PRD,cediéndole su registro electoral, sus instalaciones y principales cuadros a nivel nacional. Por ende, a diferencia de la propaganda de que es uno de los principales impulsores de la “izquierda mexicana”, más bien nos encontramos ante uno de los principales apaciguadores de la izquierda.
Asimismo, en su biografía política debemos recordar que era un auténtico camaleón político, que cambiaba de colores y de partido según sus intereses personales. Luego de separarse del PRD (en el que ya había desempeñado varios cargos importantes) y de haber perdido dos nominaciones, una en 1997 a la gubernatura de la capital del país y la otra para presidente de la república en el 2000, ambas ante Cuauhtémoc Cárdenas, logró la nominación por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (un partido creado para los generales que formaban un políticamente incómodo sector militar al interior del PRI), y con el que pretendió competir por la presidencia de la República; no obstante, terminó declinando y apoyando la candidatura de Vicente Fox, quien en retribución lo integraría a su gabinete, al asumir la presidencia.
Ya en el gobierno panista, Muñoz Ledo esperó ejercer nuevamente un cargo de peso, pero Fox solo le ofreció la embajada de México ante la Unión Europea [1]. A su regreso, se distancia del gobierno blanquiazul y rompe con Vicente Fox cuando éste patriconaba lel fraudulento intento de desafuero del entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador. La amistad entre estos dos hombre lo llevó a que el gobierno de Morena lo recompensara, en el 2018, con la presidencia de la mesa directiva de la cámara de diputados. En sus últimos años pretendió ser el presidente de Morena, pero la cúpula morenista le bloqueó el camino, por lo que tomó distancia del gobierno de AMLO y realizó algunas críticas a su administración.
Por último, no es posible olvidar que este político del régimen, cuando era una joven promesa priista, apoyó y justificó al gobierno de Díaz Ordaz y su brutal represión contra el movimiento estudiantil del 68. El 20 de noviembre de 1969, Muñoz Ledo fue el orador oficial del acto conmemorativo por el 59 aniversario de la Revolución Mexicana y como miembro del PRI declaró que:
“El gobierno de Díaz Ordaz ha obedecido y ha hecho obedecer los mandatos de la voluntad popular, ha conservado intacta la autoridad del Estado y ha defendido, con su derecho, la soberanía de la nación… Entre estas instituciones guarda un papel prominente el Partido Revolucionario Institucional, cuyos principios y programa de acción están ordenados precisamente según el pensamiento que hoy confirma, esclarece y afianza con actos el más distinguido de sus miembros: Gustavo Díaz Ordaz”
Por esta biografía parece claro por qué todos los partidos del Congreso lloran su muerte, un hombre que siempre se supo acomodar al poder y fue funcional a los intereses del gobierno en turno, a pesar de las críticas que lanzaba de vez en cuando.
[1] Lo que pareciera un auténtico exilio político, pues la elite panista presionaba para revertir su nombramiento como coordinador de la Comisión para la Reforma del Estado. Pero también fue considerado como un premio a la deferencia mostrada por Muñoz ledo con Vicente Fox en la elección para gobernador de Guanajuato, quien hizo un acto de victoria anticipada a los resultados oficiales, (otro fraude del gobierno que le dio la victoria al Ramón Aguirre, candidato priista). En ese acto, Muñoz, candidato del PRD, reconocía su derrota y levantaba la mano de Vicente Fox; posteriormente en el 2000 repetiría la escena al declinar su candidatura llamando a votar por Fox. Además de su gran capacidad como diplomático, representando a México en la ONU, para él era muy cómodo irse a vivir a París, donde estudió un doctorado en Ciencia Política y Derecho Constitucional, llegando a dar clases en la Universidad de Toulouse y en el Instituto de Estudios para el Desarrollo Económico y Social de la Universidad de París
