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Red Internacional
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ZONA NORTE DEL GRAN BUENOS AIRES. Munro: falleció un trabajador tercerizado de la autopartista Pilkington

La desidia frente a la muerte de un trabajador muestra que la empresa que se hace llamar “La familia Pilkington” trata a sus trabajadores como material descartable.

Domingo 8 de marzo de 2020 22:28

Foto Qué Pasa Zona Norte

El jueves 5 de marzo falleció Omar Duarte durante el horario laboral. Era trabajador de la empresa Pilkington Automotive Argentina, mediante una empresa tercerizada en la Planta Munro, en el norte del Gran Buenos Aires.

Omar tenía poco más de 50 años y era padre de cuatro hijos, entre ellos una joven adolescente. Se descompuso en el sector de baños y vestuarios de la fábrica. Cuando lo encontraron sus compañeros lo trasladaron al servicio médico de la planta que solo cuenta con atención de enfermería.

Desde que lo encontraron y hasta que llegó la ambulancia pasó aproximadamente una hora. Según lo que pudo averiguar este medio, Omar habría fallecido mientras era trasladado a un centro médico.

La patronal mantiene el máximo hermetismo, buscando no desnudar su responsabilidad. Con total cinismo sacó un comunicado donde lamentaba “informar el fallecimiento de Omar” mientras los riesgos de accidentes graves y las enfermedades laborales crecen como resultado del aumento de los ritmos de producción.

La empresa retiró la ambulancia que había en la planta años atrás para abaratar sus costos, lo que impidió que a Omar se lo pudiera trasladar de manera inmediata a un centro médico y brindarle atención adecuada. Y ahora recortó el servicio médico los días sábados en ADC (uno de sus tres establecimientos que tiene en Munro).

Pilkington pertenece al grupo japones NSG, grupo que anuncia que sus ganancias llevan seis años consecutivos de aumento.
Claro está que esta situación puede llevarla adelante con la abierta complicidad de las comisiones internas tanto de la planta Munro como de ADC-CDM, que responden al exmacrista y actual oficialista sindicato del vidrio (Soiva).

Como venimos denunciando, nuestros despidos fueron la antesala de imponer peores condiciones de explotación al resto, flexibilizar al conjunto avanzando en la tercerización e imponer ritmos de producción sin importarle nuestras vidas.

Para esta patronal, que nos quiere convencer de que somos “La familia Pilkington”, queda demostrado que no es una cuestión de crisis sino de aumentar sus ganancias a expensas de nuestras vidas.

Durante 2019 en Argentina murieron, al menos, 534 trabajadores, uno cada 14 horas tomando en cuenta los días hábiles, dice el último comunicado de BAL (Basta de Asesinatos Laborales). Como en Pilkington las patronales le ponen precio a nuestras vidas.

Pero hay más responsables en esta historia. Estamos a merced de empresarios y sus gobiernos que garantizan que esta situación sea legal, pero no legítima. Es necesario que nosotros, los trabajadores, digamos ¡basta! Por una comisión de seguridad e higiene, donde seamos los trabajadores los que discutamos nuestras condiciones de trabajo, desde los ritmos de producción que nos rompen los cuerpos hasta las condiciones de seguridad en las que trabajamos.

Hay que exigir que vuelva a haber una ambulancia en Pilkington, para que no se vuelva repetir lo que con Omar.

La portería la limpieza y los distintos tipos de mantenimiento antes se hacían bajo el convenio de personal efectivo. Basta de tercerizadas. Que esos trabajadores pasen bajo convenio por Pilkington. ¡Basta de dejar la vida en las fábricas!