El economista Aldo Ferrer falleció hoy a los 88 años. Exministro de Economía, fue impulsor del Plan Fénix desde la UBA y defensor de los grandes lineamientos de la política económica del kirchnerismo.
Esteban Mercatante @EMercatante
Martes 8 de marzo de 2016 13:33
A los 88 años, falleció hoy el economista Aldo Ferrer, quien fuera ministro de Economía durante la presidencia de facto de Roberto M. Levingston. Ferrer fue uno de los principales impulsores del Plan Fénix en 2001, que recomendara una política heterodoxa para enfrentar la crisis de la convertibilidad.
Es autor de numerosos trabajos sobre la economía nacional, entre los que destacan El capitalismo argentino, La densidad nacional, y Vivir con lo nuestro. Nosotros y la globalización. Entre los principales planteos que ha ido desarrollando en diversos trabajos, se encuentra el de que, ante la incapacidad de la burguesía argentina para liderar un proyecto de desarrollo, corresponde al Estado jugar un rol protagónico, lo que debería ser bienvenido por el propio sector empresario ya que se trata de una complementariedad, no una sustitución.
Apoyó los grandes lineamientos de la política económica desde la salida de la convertibilidad, tanto bajo Eduardo Duhalde como (sobre todo), con la llegada de Néstor Kirchner, especialmente en lo referente a la negociación de la deuda y la política macroeconómica de los primeros años pos convertibilidad. Impulsor de un “proyecto nacional y popular”, no dejó sin embargo de señalar las limitaciones estructurales de la economía política kirchnerista, como muestra su última contribución para Le monde diplomatique de este mes, donde ilustra cómo la política económica del último período kirchnerista fue la que generó el “riesgo” de una alternancia con el proyecto neoliberal que encarna Macri. Alternancia que muestra, en última instancia, que su apuesta por un mayor desarrollo del capitalismo local de la mano de la intervención estatal, está condenada a moverse en un círculo vicioso, como analizamos en La economía argentina en su laberinto. Lo que dejan doce años de kirchnerismo.