La dirigente del PTS y el Frente de Izquierda estuvo en Mendoza invitada por Nicolás del Caño, participó de actividades junto a Noelia Barbeito y dio una entrevista en la que analizó el caso de la desaparición forzada de Santiago Maldonado.
Viernes 8 de septiembre de 2017
Myriam Bregman estuvo el jueves en Mendoza. Allí participó de una charla en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, donde el tema tratado fue la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Previamente visitó la redacción de Sitio Andino, donde respondió preguntas sobre esta situación, el lugar del Poder Judicial y las respuestas del Estado. Aquí se reproduce completa la conversación de Bregman con el periodista Mariano Fiochetta.
Hace poco viajaste a Esquel. ¿Cómo se vive el hecho de que Gendarmería custodie el lugar y, además, sea la principal fuerza sospechada de desaparecer a Maldonado?
Uno de los motivos por los que Julio desaparece es porque se lo expone dando su testimonio. Si el Estado hubiera hecho una apertura de los archivos de la represión el testimonio de los sobrevivientes tendría un valor muy importante pero no sería la única prueba de cargo. Trágicamente, se vuelve a repetir eso. Todo el análisis mediático y político está puesto en los testigos, y no está puesto en cómo el Gobierno evadió la responsabilidad de la Gendarmería, demorando días en entregar el listado completo de los móviles que participaron del operativo, demorando días en decir cuáles son todos los escuadrones y quiénes son los integrantes que participaron. Todo eso es construir impunidad: uno sabe que cuanto más se demora una investigación más favorece a la impunidad.
Las y los especialistas señalan que el conflicto mapuche recién se visualiza ahora, y durante mucho tiempo estuvo invisibilizado
En Vaca Muerta, en el lof Campo Maripe, está la Gendarmería dentro y garantizando que se pueda continuar con el fracking. En el Norte el conflicto se da con la extensión de la frontera de la soja, donde lleva a que la comunidad de Félix Díaz, uno de los referentes, vive en conflicto permanente, con muertos y represión y con Agustín Santillán preso. Es un conflicto que está en todo el país, invisibilizado, ahora explota porque los grandes terratenientes se están relamiendo pensando que vence la ley y que van a poder avanzar en el desalojo de las comunidades originarias.
Esto explica que Pablo Noceti (jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación) haya ido el día anterior a Bariloche, que haya hecho una reunión con todas las autoridades del operativo de la zona, en la que hasta la PSA participó. ¿Por qué la Policía de Seguridad Aeroportuaria tiene que participar de una reunión para discutir la seguridad de Benetton y los grandes terratenientes? La explicación es que están poniendo todo el esfuerzo en resolver de aquí a los próximos meses la enorme conflictividad que hay con las comunidades originarias.
Esta comunidad fue reprimida el 10 de enero, hubo heridos muy graves, incluso a un miembro de la comunidad le partieron la mandíbula. El juez y la fiscal son los mismos que ahora investigan la desaparición de Santiago. Es decir, no investigaron nada de aquella represión, que la ordenaron ellos mismos; no investigaron las torturas, los heridos de aquella oportunidad y ahora siguen interviniendo. Tienen vía libre para atacar a las comunidades originarias.
¿Qué genera que la Gendarmería este aún presente en la zona?
La desaparición de Santiago les trae ese problema extra al Gobierno. Patricia Bullrich lo dijo brutalmente, como es ella: brutal. Dijo “yo no voy a tirar un gendarme por la ventana. Para los planes de este gobierno, la Gendarmería es importantísima”. ¿Cuáles son los planes de este Gobierno que va a necesitar imponerlos con la Gendarmería?Evidentemente, ella preanuncia mayor conflictividad social por el ajuste, la reforma previsional, la reforma laboral que prepara, y la Gendarmería es la fuerza que tiene el aparato de inteligencia más grande del país. El Proyecto X no se modificó, yo fui una de sus denunciantes, y sigue teniendo en el país centros de información que hacen inteligencia y arman "pre-causas": si después algún juez pide datos, la Gendarmería blanquea lo que tiene acumulado de antes.
¿Qué puntos de comparación encontrás entre la desaparición de Maldonado y la de Jorge Julio López?
La particularidad que tiene la desaparición de Santiago es que ocurre luego de una intervención directa de una fuerza de seguridad, en el caso de Julio López actúa en el encubrimiento y con algunos agentes participando del hecho. Acá directamente es desde el propio Estado: se arma un operativo que comienza el día anterior, que tiene una reunión previa en Bariloche, y deciden iniciar una cacería de mapuches como dijo Pablo Noceti.
Dicen que actuaron bajo orden del juez, pero el juez había ordenado despejar la ruta. Esa intervención había finalizado, y la Gendarmería provoca un hecho en flagrancia. Me asombró que el diputado Luis Petri (Cambiemos-UCR) pueda decir algo tan brutal y macabro. Dijo “qué bueno que en el Congreso habíamos votado la figura de flagrancia, porque esa es la figura que utilizaron para intervenir”.
Tengo un análisis muy opuesto al de Petri, y les advertimos que esto iba a pasar cuando se discutió la ley en el Congreso. Le están dando un poder enorme a las fuerzas de seguridad para que hagan lo que quieran. Lo que pasó con la intervención de Gendarmería terminó en esto. No es un exceso de Gendarmería. Si se la prepara el día anterior, si se llevan tres o cuatro escuadrones, si se lleva semejante operativo para desalojar a siete personas, si un máximo jefe de las fuerzas de seguridad se va hasta Esquel. ¿Qué esperaban que resultaran? Prometieron que la ley de flagrancia era para perseguir a los delincuentes, y se cumplió lo que nosotros les decíamos, que era para aumentar la criminalización de la protesta social.
¿Son necesarias las comisiones independientes en las investigaciones?
En la causa de López fuimos aportando las pruebas. Siempre me dicen que no hay pruebas: las hay, pero no se investigó; nosotros le aportamos a la causa la foto de quien hizo el seguimiento de Julio López. Tardaron 9 meses en allanar a esa persona, y el hijo, miembro de la Bonaerense, iba a sacar fotocopias de la causa. Cuando veo que se repiten estas barbaridades, redobla mis ganas de seguir peleando y seguir debatiendo estos temas.
¿Es cierto que ha crecido la conflictividad social?