Desde que se inició el conflicto docente, Clarín le dedicó 25 notas de tapa, el 88% de ellas con un claro mensaje contrario a la lucha de la docencia y/o a favor de las medidas del Gobierno.
Domingo 26 de marzo de 2017 00:00
Luego de tres semanas de lucha hay dos cuestiones que quedan claras: hay un amplio apoyo de la sociedad a los reclamos de la docencia, y a la vez, hay una campaña furibunda del Gobierno a través de los medios de comunicación para quebrarla. A pesar de esto último, las movilizaciones siguen en claro ascenso llenando la Plaza de Mayo y sus alrededores el miércoles pasado.
El poder del Grupo Clarín para influir en la opinión pública es una realidad innegable, no es casualidad que hayan podido sostener durante dos meses un cerco mediático, que hasta llega a incluir a los medios kirchneristas, contra sus propios trabajadores despedidos por el cierre de su planta AGR-Clarín. En el caso de la lucha docente, la invisibilización no es una opción, por lo tanto, y actuando en tándem junto al Gobierno, han desarrollado una gran campaña de desprestigio de la educación pública en general y de la docencia en particular.
Desde el 14 de febrero el diario de la multimillonaria Ernestina Herrera de Noble ha dedicado 25 notas de tapa a la cuestión educativa, 23 de ellas con un claro objetivo de atacar el reclamo docente. Este periodismo de guerra contra la lucha docente se desarrolló por medio de 6 ejes: afirmar que el Gobierno busca el diálogo y la docencia no; inculcar la idea de que los perjudicados con los paros son los chicos; inventar que es culpa de los maestros que la educación pública tenga unos supuestos peores resultados; confundir sobre las ofertas salariales; decir que la lucha está dividida; y, por último, negar los reclamos polarizando con el kirchnerismo. Analicemos uno por uno estos argumentos.
La impostura del diálogo
Uno de los slogans de campaña del macrismo es su supuesta vocación de diálogo, aunque en realidad se trate de un monólogo. Para sostener este relato Clarín tituló: “Para evitar la huelga les harán una nueva oferta a los gremios docentes”; “Los docentes pararán pese a la nueva oferta que les hizo la Provincia”; “El Gobierno negoció hasta último momento, pero no pudo evitar la huelga nacional docente”; “Desde el Gobierno afirman que los gremios no tienen voluntad de diálogo”; “Los gremios se endurecen y lanzan un paro nacional con 4 días sin clases”.
Si tan sólo siguiéramos el conflicto por las tapas de Clarín pareciera que el Gobierno hizo el máximo de los esfuerzos para evitar que se pierdan días de clases. No es casual que no haya una sola mención a los más de 10 puntos de poder adquisitivo que se perdió durante el 2016, como así tampoco que la propuesta del Gobierno sólo aumento un uno por ciento en un mes de negociación.
¿Alguien puede pensar en los niños?
Una vez instalada la idea de que el conflicto es por culpa de la obstinación docente, la segunda fase es utilizar de excusa a los chicos para golpear el reclamo docente: “Vidal anunció que abrirá un registro para que los voluntarios docentes puedan dar clases pero fuera de las escuelas”; “Vidal, dura con el paro: ’No ayuda en nada’ y los chicos son los únicos que pierden”; “Los alumnos sufrieron 6 días de huelga en tres semanas, y 11 en la provincia”; “Más del 50% de los que termina la secundaria no sabe lo mínimo”; “Los maestros dicen que a los chicos les falta razonar más”; “12 millones de alumnos no podrán comenzar el ciclo lectivo”.
Cabría preguntarse por qué no hay una sola mención a los más de 11.000 chicos que no tienen vacantes ¡sólo en la Ciudad de Buenos Aires!, ni del estado deplorable de los edificios que causan decenas y decenas de días perdidos. Cuando se habla de mejorar la educación tampoco se dice que las maestras tienen que trabajar varios cargos para llegar a fin de mes, lo que perjudica las condiciones de enseñanza. Tampoco que se dice que incluso en la ciudad donde el macrismo es gobierno desde hace 10 años, quedan sin cubrir más de 400 cargos docentes todos los días ¿quién quiere ser docente en están condiciones y con tantas agresiones?
Privilegiar la privada por sobre la pública
La última estrategia comunicacional contra la lucha docente ha sido culparla de la desigualdad educativa. Para esto utilizaron de forma deformada el cuestionado Operativo Aprender: “El paro afectará a 9 millones de alumnos estatales del país”; “Arrancaron juntos primer grado y uno le lleva al otro 2 cuadernos de ventaja”; “El rendimiento en escuelas secundarias privadas duplica al de las estatales”.
No es casualidad que Clarín jerarquice como noticia que el paro es mayor en el sector estatal que en el privado. Una primera pregunta lógica, para cualquier periodista que se precie de tal, sería preguntarse por qué ocurre eso. La respuesta llevaría a develar las condiciones de persecución sindical en que trabaja la docencia del sector privado, sin embargo, el diario de Noble tuerce la lógica y culpa a la docencia de la desigualdad educativa. Para eso se sirve de datos parciales del Operativo Aprender, en donde afirman que hay mejores resultados en las escuelas privadas. Lo que se ‘olvida’ de señalar el diario, es que esa misma evaluación, y tantas otras, demuestran que si se tiene en cuenta la situación socio económica de las familias lo resultados son similares, es decir que ni la escuela pública, ni los paros, son causantes de peores resultados.
Creando confusión
Otra de las estrategias está destinada a los propios docentes. En este caso crear confusión tanto sobre las propuestas salariales como sobre las medidas de acción: “Los maestros le ganarían inicialmente a la inflación”; “Esta semana se reúnen el Gobierno porteño y los gremios para acordar otra propuesta salarial, pero ya se retoman las clases”.
Durante todo el conflicto el Gobierno prácticamente no cambió una coma de su primera propuesta, sin embargo, a través de los medios intentó sembrar confusión explicando de maneras retorcidas lo inexplicable: que no está dispuesto a compensar el salario perdido durante el año pasado. Estas maniobras son posibles, en parte, por la manera burocrática de llevar adelante las medidas de fuerza por parte de la burocracia, que convoca a paros por la televisión o por whatapp, en lugar de llamar a asambleas todas las semanas.
Divide y reinarás
El Gobierno nacional, como también así los provinciales desde Santa Cruz hasta Jujuy, se juegan a ganar el conflicto quebrando la huelga docente con los descuentos. Esta estrategia es ampliamente fogoneada desde los titulares: “La protesta docente fue masiva, pero la adhesión a la huelga fue dispar”; “La adhesión al paro había caído y ayer había clases en muchas escuelas”; “Baja la adhesión al paro docente en Provincia y hay división entre los gremios”; “El descuento de los días de paro les afecta ya les afecta hasta un tercio del sueldo”; “Vidal anunció el pago de incentivos a los maestros que no hicieron paro”; “A los maestros se los quiere, a los paros no”.
El objetivo es generar desánimo y miedo a los descuentos. Frente a esto la docencia viene demostrando una capacidad de movilización creciente y una fuerte convicción de pelear hasta ganar. Cabe destacar que el último de los títulos corresponde a un editorial de Ricardo Roa en donde pide que se abandonen las calles y se siga reclamando ¡sólo con una carpa! Un guiño a la conducción kirchnerista de Ctera, que viene rechazando impulsar un fondo de huelga para luchar hasta el final contra los descuentos.
Convertir el conflicto en una lucha contra el kirchnerismo
Por último, para reducir daño en su base electoral, tanto el Gobierno como Clarín, quieren hacer creer que se trata de una lucha contra el pasado, representado por el kirchnerismo. Es parte de una estrategia electoral que comparte tanto Cambiemos como el Frente para la Victoria, polarizar el escenario político: “Crece la conflictividad sindical en año electoral”; “Macri lamentó el ’oportunismo’ de los gremios”; “Un operativo de desgaste contra el corazón macrista”; “Los docentes le habrán hecho a Mauricio Macri en 15 meses más huelgas que al kirchnerismo en 12 años”; “Los docentes vuelven hoy a clases en el país, pero Baradel sigue en huelga”.
A esta estrategia del PRO le viene haciendo el juego la conducción de Ctera. No es casualidad que en el multitudinario acto del miércoles pasado se haya hablado de volver a las plazas de la alegría en el 2019 y no se haya mencionado una sola palabra de la oferta del 3% de Alicia Kirchner a los docentes de Santa Cruz, a quienes incluso intimidó con requisas policiales luego de un Congreso de Adosac. Frente al uso de la lucha de los trabajadores de la educación para intereses ajenos a nuestra clase, es necesario fortalecer las asambleas para que nadie decida por los docentes de las escuelas y plantear la continuidad de un plan de lucha nacional para ganar.