Encuentro en solidaridad con Palestina. Narcotraficantes del CJNG están equipados con armamento Israelí

Durante el Encuentro en Solidaridad con Palestina que se celebró el pasado sábado, una de las puntas de la discusión sobre el conflicto en Medio Oriente radicó en cuál es el papel de Israel en la economía mundial y qué relaciones tiene con México, donde el gobierno actual se ha negado categóricamente a romper relaciones diplomáticas, económicas y políticas con la potencia colonial.

En un informe presentado por múltiples ONG en diciembre de 2020 llamado “Comercio Mortal: como las exportaciones de armas europeas e israelíes están acelerando la violencia en México” se destaca el rol de Israel y otros países europeos así como de EEUU en el equipamiento de las fuerzas armadas mexicanas, señalando que esta política, lejos de resolver los problemas de seguridad, los han profundizado con más de 17 mil 982 homicidios en el primer semestre de 2020.

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Entre lo más destacado de la participación israelí en el gobierno mexicano se encuentra la venta de software espía así como de capacitación por parte del ejército israelí a las fuerzas armadas de México, particularmente en operaciones de guerra moderna, como lo ha hecho durante los últimos 75 años contra Palestina, replicando las mismas tácticas de combate contra el EZLN durante los años 90, lo cual también se menciona en el informe.

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La industria armamentista y el narco

Si bien otros países europeos tienen licitaciones para vender armas al Ejército y la policía, siendo el principal vendedor europeo los fabricantes belgas e italianos, cabe señalar que la industria de armas de la Israel Weapons Industries (IWI) mudó sus instalaciones a fábricas estadounidenses para poder facilitar sus operaciones con México. Según las pruebas presentadas en el informe citado, Israel vendió 23.772 armas pequeñas, valoradas en aproximadamente 34 millones de euros (casi 650 millones de pesos) que se repartieron entre los Estados de Tamaulipas, Guerrero y Veracruz.

Estas armas son adquiridas, por ley, a través de la Secretaria de la Defensa Nacional, quien tiene el monopolio de la adquisición en masa de este equipamiento, para distribuirlo entre las distintas corporaciones policíacas; sin embargo en el reporte presentado por las ONG resalta el hecho de que dichas armas (aunque no mencionan la cantidad exacta de las mismas) son vendidas desde las policías locales a los grupos de la delincuencia organizada.

El traspaso de estas armas a las organizaciones como el CJNG se hizo patente cuando en 2019 se autorizó desde el gobierno mexicano la portación de pistolas Jericó a ciudadanos, además de que las principales incautaciones de armas han sido en Entidades dónde las armas israelíes tienen mayor presencia, como Guerrero, Tamaulipas y Jalisco, además de ser regiones donde esta organización criminal tiene mayor presencia, además de que las 61 armas decomisadas durante 2020 a presuntos miembros del cartel, 41 son hechas por la fabricante israelí.

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El reporte presentado asegura que las armas principales de la IWI, como el fusil Galil son revendidas desde las policías a los criminales, pero también las organizaciones delictivas asaltan las armerías y roban los depósitos para abastecer a los más de 18 mil 800 miembros que forman parte del cartel jalisciense. Aunque también el cartel de Sinaloa tiene predilección por los rifles Tavor, que son de fabricación Israelí.

Forjar la solidaridad internacionalista para frenar la maquinaria de guerra

La conclusión que destaca el informe citado parte del hecho de que el aumento en las reservas de armas para las fuerzas armadas y las policías del estado no redujeron las condiciones de inseguridad que se viven en el país, sino que, por el contrario, los pertrechos con los que cuenta el crimen organizado aumentaron exponencialmente, y si bien no solo fue con el armamento israelí, sí es emblemática la participación de este país en el rearme, tanto del ejército como de los grupos criminales, además del rol genocida que ahora juega en Palestina desde el reinicio de las hostilidades el pasado 7 de octubre.

Por ello, es que l@s socialistas del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas (MTS) participamos en los espacios de organización de la solidaridad activa con Palestina en México y en el mundo planteamos, que si bien los acuerdos comerciales que sostiene el gobierno mexicano con Israel no provienen de la administración actual, sino que son antaños y han tenido distintos momentos, es un hecho que la administración actual no desea cortar sus relaciones diplomáticas como lo han hecho otros países latinoamericanos.

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Desde nuestro punto de vista este primer paso en debilitar al colonialismo israelí no va a venir de la buena voluntad del gobierno, sino que debe ser arrancado con la movilización en las calles del pueblo trabajador.

Opinamos que este paso que se dio en la organización de la solidaridad también debe ser acompañado y fortalecido con la fuerza de las y los trabajadores, sus organizaciones y sindicatos, a través de la huelga y el paro nacional en solidaridad por parte de la clase trabajadora de nuestro país, pues frenar la maquinaria de guerra es una tarea que puede tomar en sus manos el pueblo trabajador y llevarla hasta el final.