Compartimos la columna de la concejal del Partido de Trabajadores Revolucionarios, Natalia Sanchez, a propósito de la toma del liceo Domingo Herrera Rivera, en Antofagasta.
Domingo 11 de junio de 2023
Los estudiantes del Liceo Domingo Herrera Rivera iniciaron una toma del establecimiento reclamando por las condiciones en las que se encuentra “su segunda casa”, como también contra los malos tratos por parte de la dirección y su equipo directivo a estudiantes y trabajadores.
Estas situaciones no son particulares del establecimiento, a lo largo de Antofagasta vemos como la educación pública se repiten estos mismos problemas, los cuales desde el año 2022 han estado en la mesa del Municipio y la CMDS, como del gobierno.
Hace más de un año los trabajadores de la educación vienen realizando manifestaciones y presentando a las autoridades diversos petitorios reclamando condiciones laborales y pedagógicas básicas, problemas de infraestructura y plagas, malos tratos, autoritarismo y abusos por parte de los directores.
Por otra parte, hemos visto que estas demandas se repiten en los reclamos de toda la comunidad educativa. En la escuela Huanchaca cuando se tomaron la entrada las y los apoderados exigiendo arreglos en la escalera de emergencia y medidas ante la plaga de palomas. O en el liceo La Portada, donde se organizaron con tecitos fuera del establecimiento de todos los estamentos, para denunciar los ratones en la cocina del establecimiento.
Esto, desde nuestra tribuna como concejal de los trabajadores y de los sectores populares, también lo hemos denunciado en el Concejo Municipal, recibiendo sólo evasivas y chistes por parte de un alcalde que se niega a escuchar los más sencillos reclamos populares o mintiendo derechamente con falsas soluciones.
Ante la toma de los estudiantes no puedo más que sentirme orgullosa de su ejemplo que retoma los métodos de movilización de las y los secundarios. Saludo la toma del establecimiento y exijo el cumplimiento de sus demandas. Así mismo llamo a los concejales que dicen apoyar las demandas educativas, a solidarizar con las y los jóvenes, a estar prestos ante cualquier amenaza u hostigamiento que sufran. No se debe aceptar más aspirinas por parte de la CMDS, en cambio debemos defender ante cualquier represalia, como aplicación de aula segura o persecución a los y las docentes que les apoyan.
Que viva la organización de las y los jóvenes estudiantes, que se levantan ante el desinterés del régimen para responder a sus demandas.
