Anunciado desde hace semanas el presidente Lacalle Pou viajó para pasar la noche buena y navidad con los cascos azules uruguayos de la ONU en el país africano. En un cinismo sin límites siguen a toda máquina las operaciones publicitarias de baja estofa del presidente y su coalición multicolor, mientras el sufrimiento de los/as trabajadores/as uruguayos/as se profundiza a causa de las políticas gubernamentales como el cierre de Casa de Galicia.
Viernes 24 de diciembre de 2021
El presidente Lacalle Pou arribó al Congo para pasar las fiestas navideñas con los militares uruguayos que son parte de la misión de cascos azules de la ONU en el país africano. Por supuesto que a Lacalle Pou no le interesan los sufrimientos del pueblo congoleño y los casos de abuso y explotación sexual que involucran a militares uruguayos en ese país.
El objetivo presidencial es la foto, la publicidad nacional e internacional de su imagen, para promocionar también una imagen idílica de la intervención militar que involucra a militares uruguayos.
La máquina de operaciones publicitarias no para, a este viaje al Congo se suma la visita a países árabes en las últimas semanas, con el viaje de la esposa del primer mandatario a Dubái pagado por el pueblo uruguayo.
El contraste de estas imágenes buscadas por estos personajes, con el cierre de Casa de Galicia con miles de trabajadores y usuarios tirados a un costado, es la expresión explícita del clasismo y tilinguería que personifican los actuales gobernantes del país.
El país que vende Lacalle y el país real
Mientras tanto en Uruguay bajo las “nuevas reglas de juego” defendidas por el Secretario de la Presidencia Álvaro Delgado, se balacea y reprime a los trabajadores que luchan por sus condiciones de vida, como se vio con la represión a los trabajadores de la empresa de transporte Copsa y luego contra los camioneros en el puerto de Montevideo.
O también mientras Lacalle Pou se disponía a tomar vuelo, como mencionamos más arriba los trabajadores de la mutualista Casa de Galicia se enteraron del cierre de dicho centro de salud por decisión judicial, dejando a miles de trabajadores y usuarios desamparados.
La lista es larga, el ajuste a los salarios y jubilaciones por debajo de la inflación, las tarifas públicas, el ajuste fiscal que afecta a la salud y la educación , las ollas populares a la que concurren miles de uruguayos, entre otras muchas situaciones. Son la contra cara de estos lujos descarados y cínicos del presidente, su familia, amigos y coalición gobernante.
Lucha popular frente a las provocaciones clasistas
Esos gestos tilingos y clasistas del presidente y su coalición gobernante, mientras balacean y hambrean a los trabajadores y el pueblo pobre, son el reflejo claro de la impunidad que sienten de atreverse de hacer lo que hacen, por la paz que social que le garantizan la oposición parlamentaria y la dirección del Pit-Cnt.
Los trabajadores y los sectores del pueblo más humilde, no tienen por qué soportar más esta política de la miseria, hambre y represión, mientras los tilingos gobernantes posan para la foto con total impunidad.
La tradición de organización y lucha de la clase obrera, debe rememorarse y hacerse presente, para conservar lo que todavía no se perdió y para arrancarles de sus manos llenas a estos provocadores, todas las necesidades que tenemos como clase, además de la cínica sonrisita impune que se atreven a mostrar al día de hoy.
Las luchas recientes como el Suntma, frigoríficos, portuarios, los camioneros en el puerto, los trabajadores de Copsa, entre otras; dan muestra de la fuerza que tiene la clase trabajadora y que puede desplegar todavía más, si se organiza y lucha unida bajo un plan de lucha para derrotar las políticas hambreadoras y represivas del gobierno derechista.