Luego de la gran lucha de los autoconvocados de salud, la coordinación es una tarea urgente. También unir a la izquierda clasista y socialista para darle más fuerza a una alternativa política de las y los trabajadores.
Jueves 24 de junio de 2021 17:34
En plena segunda ola de la pandemia la situación social se agrava en Neuquén y todo el país. El sistema de salud sigue colapsado, Alberto Fernández sigue pagando al FMI y Omar Gutiérrez endeudando la provincia, mientras las petroleras se llevan millones y hacen grandes negocios. Las necesidades de las mayorías populares son las que se siguen postergando, sacaron el IFE, bajaron las jubilaciones, no hay trabajo o es precario y con salarios miserables, no hay tierra ni vivienda, la inflación devora los salarios. Los gobiernos están usando la pandemia como excusa para descargar la crisis sobre nuestras espaldas.
Pero también del otro lado hay resistencia a los planes de ajuste. En Neuquén venimos de la ejemplar lucha de las y los autoconvocados de la salud, esos “elefantes” que superaron a la burocracia sindical de ATE e impusieron al Gobierno del MPN uno de los acuerdos salariales más altos del país. En todo el país cada vez más sectores de trabajadores ocupados y desocupados, movimientos sociales y sectores populares salen a la lucha en defensa de sus derechos.
En Neuquén las y los obreros de Cerámica Neuquén vuelven a las calles contra el intento de remate de la fábrica y en defensa de la gestión obrera, las y los autoconvocados siguen peleando contra los sumarios, despidos y persecuciones y en defensa de la salud pública, los movimientos sociales se movilizan por el aumento de los planes sociales, becas, garrafas y por trabajo, las familias de Casimiro Gómez luchan por tierra y vivienda.
Tenemos que unir a todos los sectores en lucha en una pelea común, coordinando entre ocupados y desocupados, estatales y privados. Convocar a un gran Encuentro de trabajadores y trabajadoras, con estudiantes, movimientos sociales, vecinos/as que pelean por tierra y vivienda. Organizado democráticamente, donde se puedan expresar todas las luchas y decidir acciones y planes de lucha comunes, que fortalezcan la pelea de cada sector y para superar las trabas que imponen las burocracias sindicales.
La coordinación también tiene que servir para fortalecer la pelea por sacar a la burocracia de los sindicatos. Por ejemplo apoyando a las y los autoconvocados en su pelea por recuperar Juntas Internas como la del Castro Rendón o ponerlas en pie donde no las hay, o en ATEN uniendo a la oposición para recuperar las seccionales y la conducción provincial.
Por la unidad de la izquierda clasista y socialista
Nos encaminamos a un escenario electoral signado por una profunda crisis en el país, con niveles de pobreza que superan el 40% y con la pandemia que no da tregua. Hoy la discusión de fondo es quién va a pagar la factura de la catástrofe social y sanitaria. Y el descontento y la decepción con el Gobierno crecen: cada día hay más personas que están desilusionadas con el Gobierno.
El gobierno del Frente de Todos buscará en estas elecciones refrendarse como la única opción posible para las mayorías populares frente al desastre macrista que aún está fresco en la memoria. Pero lo cierto es que se trata de un gobierno cuyo horizonte está signado por un acuerdo con el FMI, que ya está ajustando, que eliminó el IFE y bajó el presupuesto de salud en medio de la pandemia, que pulverizó los salarios de los trabajadores estatales, que plantea un salario mínimo de indigencia. Ni Macri ni la pandemia lo obligaron a esto.
Por su parte, la derecha quiere capitalizar este descontento haciendo la mejor elección posible que los deje posicionados para las presidenciales de 2023. Pero está muy presente la catástrofe económica y la deuda monumental que dejó el macrismo tras cuatro años en el poder. No podemos permitir que el descontento con el Gobierno lo capitalice Juntos por el Cambio.
En Neuquén el MPN quiere mostrarse equidistante de ambas fuerzas para sostenerse electoralmente, pero Omar Gutiérrez no puede ocultar su responsabilidad en la gestión catastrófica de la pandemia y menos aún en la crisis del sistema de salud y el ataque a las y los trabajadores, lo que llevó a una lucha de más de 60 días.
Desde el PTS creemos que es necesario poner en pie una alternativa de izquierda que se proponga ser una potente fuerza que se plante ante el ajuste de los Gobiernos y el fracaso de la derecha. Por eso el planteo de unidad de toda la izquierda clasista y socialista con los que nos encontramos siempre en las luchas. Llamamos a unir a las fuerzas que ya integramos el Frente de Izquierda-Unidad (PTS, PO, IS y MST) y a las demás organizaciones de izquierda, como el Nuevo MAS en Neuquén. Esto puede garantizarse mediante un acuerdo o a través la utilización del mecanismo de las PASO. Ningún interés mezquino puede impedir que nos unamos para dar juntos esta batalla política.
No hay que separar las luchas de esta pelea política en el terreno electoral contra los mismos partidos que aplican el ajuste.
Alejo Lasa
Dirigente nacional del PTS. Coordinó, junto con Raúl Godoy y Grace López Eguía, el libro ZANON: Fábrica militante sin patrones.