Tribuna Abierta. Ni Una Menos: Salgamos a las calles y cambiemos este sistema

Foto:Cedoc

Una mujer más que apareció asesinada. Hoy estamos hablando de Araceli, hace unos días estábamos hablando de Micaela y cuando prendemos la televisión, escuchamos la radio o vemos publicaciones en Facebook nos encontramos cada día con diferentes femicidios.

Hoy me desperté con un dolor en el pecho. Angustia. Bronca. Tristeza. Caminando por las calles de José León Suárez, el mismo barrio en el que vivía Araceli, veía en todos los locales comerciales la foto de ella, sonriendo. Y la angustia se hizo más fuerte.
¿Cuánto más tenemos que soportar las mujeres? Soportamos que los hombres nos griten cosas por la calle y que no importa que haga calor y estemos de short y remerita con escote, porque también tenemos que soportar que nos griten en invierno cuando estamos tapadas de pies a cabeza, entonces no es por la ropa.

Soportamos ver programas de televisión en donde salen a hablar personajes como Baby Etchecopar, Chiche Gelblung o Carlos Bilardo diciendo frases tales como: "Una mujer no puede ir vestida como quiera. Hay muchas que son provocativas, no se pueden vestir como quieran porque incitan la violencia" o "Si tu hija de 12 años sale mostrando las tetas con un tatuaje y haciendo trompita, hay una provocación".

Dejame decirte, Etchecopar, que si una nena de 12 años te excita, la culpa no es de la nena. Y a vos, Bilardo, que puedo salir a la calle vestida como quiera. Nosotras no incitamos a la violencia, la violencia son ustedes, que se creen dueños de nuestros cuerpos.

Soportamos que nos paguen menos por hacer el mismo trabajo que hace un hombre. Soportamos tener que escuchar: si ella llegó hasta donde está es porque seguro le hizo el favor al jefe, en cambio el hombre llegó hasta donde llegó por sus propios medios, sin hacerle "favores" a nadie.

Soportamos ver publicidades donde nos cosifican. Tapas de revistas donde la mujer siempre sale desnuda y el hombre vestido. Que insistan desde sus páginas cómo debemos vernos porque, según ellos, nuestros cuerpos están mal.

Soportamos a Tinelli haciéndose un festín cortandoles las polleritas a las bailarinas de su programa y dejando a la mujer sólo como un objeto sexual.
Soportamos tener que salir con miedo de nuestras casas porque no sabemos si vamos a llegar vivas a nuestros trabajos.

Soportamos que nos digan que estamos muy gordas o muy flacas, que por qué no te arreglas, que te maquilles, que no muestres la celulitis ni las estrías porque es antiestético, que te depiles. Que te calles.

Soportamos que nuestros abuelos, papás, tíos, primos, vecinos, novios y maridos nos peguen, nos humillen, nos estrangulen, nos violen.

Leí en varios medios digitales que el gobierno decretó un día de duelo por la muerte de un policía en manos de narcotraficantes. Sí, un policía, el cual pertenece a la misma institución que se encarga de organizar y garantizar las redes de trata. En el caso de Araceli, los cómplices del ahora prófugo, Darío Badaracco, son hermanos del oficial subinspector Elian Ávalos, el cual según hipótesis, fue encargado de avisar a Badaracco de que iban a volver a allanar su vivienda y a partir de ahí éste se dió a la fuga.

¿Entonces? ¿Qué hacemos? Si es la misma policía la que encubren a violadores y asesinos. Son los que cuando vamos a la comisaría a hacer una denuncia por violencia de género hacen la vista gorda. "Tranquila, señora, si su hija ya a a aparecer", "¿Cómo estabas vestida?", "¿Por qué estabas sola a las 5 de la mañana?".
¿Será que el Gobierno es también cómplice y generador de la violencia hacia las mujeres? Sí, el Estado es cómplice junto con los jueces, los abogados, los legisladores y la policía. Garantizan y se ocupan que se cumpla el trabajo de los proxenetas, que sigan matándonos y que tanto el machismo como el patriarcado sigan siendo parte de este sistema.

Exigimos un plan nacional de emergencia contra la violencia hacia las mujeres y pedimos que se tomen las medidas para terminar con los femicidios. Que inviertan en nuestras vidas.

Hace poco en un programa de televisión de un canal de aire escuché hablar al papá de Micaela García. Y dijo algo que me quedó dando vueltas en la cabeza, algo así como que por más que al violador y asesino de su hija lo metan preso, día a día van a seguir matando a nuestras mujeres. Entonces me pregunté ¿cuál es la solución real para que se termine este problema?

Creo que deberíamos como sociedad empezar a cuestionar ciertas cosas. Es hora de que los hombres se cuestionen sus privilegios, que traten de ponerse en nuestros zapatos y que sientan el dolor. Es hora de que las mujeres dejemos de mirar a la que tenemos al lado como competencia, sino como compañera. Que seamos sororas, es decir que creamos relaciones de hermandad y solidaridad entre nosotras. Que nos ayudemos, que nos cuidemos y lo más importante que nos organicemos.

No basta, aunque es necesario, con escribir esta nota, con escribir alguna frase en las redes sociales o ir a marchar por #NiUnaMenos. Es necesario también organizarse contra este sistema patriarcal y capitalista, exigir que se nos reconozca que trabajamos doble porque salimos de nuestros trabajamos y seguimos trabajando en nuestras casas. Basta de cobrar menos que nuestros compañeros por hacer el mismo trabajo. Salgamos a luchar en nuestros trabajos y organicémonos para defender nuestros derechos, que en todos los puestos de trabajo haya maternidades, luchemos por licencias por violencia de género.

No queremos que nos digan cuándo y cómo ser madres, basta de naturalizar el hecho de que por ser mujeres debemos ser madres también. Que la Iglesia no se meta en nuestro derecho a elegir qué queremos hacer con nuestros cuerpos ni tampoco se meta en la educación de nuestros hijxs.

Luchamos porque queremos ser libres y por la igualdad.
Salgamos a las calles y cambiemos este sistema.