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Red Internacional
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DEBATE CUP LLEIDA. Ni colaboración, ni mano extendida: los rebrotes en Catalunya son el fracaso de las políticas del Govern

Catalunya, está siendo la piedra de toque de una situación que ha demostrado que los gobiernos autonómicos no tenían una alternativa efectiva que se contrapusiera a la política del gobierno central. Un debate con la CUP Lleida y su mensaje de “mano extendida y colaboración” con el Govern catalán.

Lunes 20 de julio de 2020

En lugar de aplicar medidas para reforzar un sistema sanitario público que entró en colapso durante meses, el Govern de la Generalitat empezó a reducir la plantilla sanitaria de refuerzo para combatir la Covid19. El sistema de rastreo apenas cuenta con un centenar de responsables después de que se externalizara este servicio con un contrato de 18 millones de euros a Ferrovial.

No obstante, frente a la situación de gravedad por el aceleramiento de los rebrotes víricos, en un comunicado firmado justo después de la sentencia que tumbaba las medidas restrictivas, la CUP de Lleida pedía "al gobierno de la Generalitat, y a los gobiernos locales, hacer efectivo el confinamiento decretado y empleando la competencia catalana para decretarlo”.

La CUP Lleida denuncia que "el gobierno catalán y locales siguen profundizando medidas de responsabilidad individual, mientras no toman, o lo hacen muy tímidamente, en el ámbito de salud pública, rastreo epidemiológico y, especialmente, sociales y laborales para la gente”. Por eso han propuesto un “confinamiento dual” ya que “también se tiene que confinar la pobreza y la recesión, adoptando medidas urgentes de carácter social, laboral, económico y de salud pública sin demora, puesto que sin reducir las diferencias sociales difícilmente se podrá hacer frente al virus y a los retos económicos y sociales posteriores a la pandemia”.

Frente a ello emplaza al Gobierno a “hacer un ejercicio de soberanía a través del mantenimiento de la medida de confinamiento, y a adoptar medidas que pongan la vida de los vecinos y vecinas de la comarca en el centro” y ofrece “un mensaje de mano extendida y colaboración, tanto al gobierno municipal como al de la Generalitat”.

Una gran contradicción ofrecer “mano extendida y colaboración” al mismo gobierno que, tal como denuncia la CUP Lleida, sostiene una situación que “es heredera del desmantelamiento e infrafinanciación de la sanidad pública y del sistema de protección social así como de la carencia de un modelo de gestión pública, directa y de calidad de las residencias de gente mayor y la desidia y carencia de actuación durante años sobre las condiciones laborales y de vida de trabajadoras y trabajadores más precarizados que afecta todos los sectores productivos”.

Colaborar con la gestión de la crisis con el Govern catalán es avalar su gestión capitalista criminal, no muy diferente a la de hace cinco meses cuando quería aplicar deprisa y corriendo una Ley Aragonés que profundizaba en la mercantilización y privatización de los servicios públicos esenciales. O que después de los peores meses, el Govern “compensó” a la sanidad privada con más de 48 millones por la "tarea realizada" durante la pandemia.

La izquierda anticapitalista y revolucionaria tiene que declararle la guerra al gobierno catalán y sus partidos capitalistas, como al gobierno central y al Régimen del 78. Declararle la guerra a décadas de recortes y privatización del sistema sanitario de los diferentes gobiernos desde CiU, pasando también por el Tripartit, hasta llegar a los gobiernos de Mas, Puigdemont o Torra, que han dejado una sanidad pública bajo mínimos; una cuestión que se ha revelado como el verdadero origen del colapso sanitario durante los peores meses de pandemia y actual. Declararle la guerra a sus mensajes que deslizan la responsabilidad de los rebrotes a la juventud y a las personas migrantes que trabajan como recolectores de alimentos en condiciones de extrema precariedad y explotación.

Si ya era una trampa la estrategia de la CUP de “mano extendida en lo nacional, puño cerrado en los social”, en este caso la mano extendida también se plantea en el terreno de los derechos sociales. Un retroceso y error estratégico de parte de la CUP, que genera falsas esperanzas en que un Govern acabe efectivizando una salida alternativa a la que ha mantenido durante los meses de Estado de alarma el gobierno central del PSOE y Unidas Podemos. Siendo los principales partidos del “procesisme” responsables directos de la grave situación actual.

Es necesario urgente una salida independiente de todos los partidos del régimen y sus gobiernos -central y autonómico- partiendo de los sectores que ya están en primera línea contra los recortes y la privatización de la sanidad pública como son las sanitarias en lucha y huelgas como la de Nissan. Sólo la clase trabajadora junto al pueblo pobre podrá dar una salida que “declare la guerra” a los capitalistas y sus privilegios. Y ponga todos los engranajes de la economía y los avances de la técnica y la ciencia a favor de las mayorías y no de las ganancias de un puñado de parásitos.