Empresarios, alcaldes y regidores se movilizan en autos de lujo y no les importan nuestros derechos, sólo preservar esta lógica de precarización y deterioro del sistema de transporte público, manejado un derecho como si fuese un negocio más.
Lunes 25 de marzo de 2019
Los concesionarios del transporte no invierten ni aplican mejoras en el servicio, al contrario, hacen negocios con la máxima empresarial: "a menores costos, mayores ganancias", lo que ocasiona que día a día trabajadores y estudiantes viajen en pésimas condiciones, con unidades descompuestas, viejas, sucias y de mala calidad.
Cínicamente, los concesionarios justifican el aumento diciendo que es para mejorar el transporte. Pero la verdad es que eso han dicho cada vez que han aumentado, y las unidades, año con año, en vez de mejorar están peor.
¿De quién es la culpa? A pesar de siempre caer sobre las espaldas de los conductores, quienes laboran hasta 15 horas diarias, la responsabilidad central es de los concesionarios y los gobiernos locales que actúan como sus aliados.
Empresarios, alcaldes y regidores se movilizan en autos de lujo y no les importan nuestros derechos, solo preservar esta lógica de precarización y deterioro del sistema de transporte público, manejado un derecho como si fuese un negocio más.
A pesar de que el Reglamento de trasporte público señala que cualquier cambio en la tarifa debe atenerse especialmente al poder adquisitivo de los usuarios, de por sí raquítico, el gobierno municipal demostró que le interesan más las ganancias de los empresarios que la situación económica de las familias laguneras.
Si los concesionarios no pueden ofrecer un servicio barato y de buena calidad, ¡A expropiarlos!
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Municipalización del sistema de transporte público
En los últimos 30 años se ha demostrado que los servicios públicos no deben estar en manos privadas, pues los empresarios sólo pueden ofrecernos servicios carísimos y de pésima calidad.
Es necesario avanzar en la municipalización de transporte público, bajo gestión de sus trabajadores y con participación de los usuarios. Que establezca una verdadera planificación del sistema de transporte a través del cual las tarifas serían reducidas y los estudiantes y personas con discapacidades y de la tercera edad puedan estar exceptuadas de abonar. Además nuevas líneas podrían ser puestas a circular según las necesidades de cada sector.
Si el transporte estuviera gestionado por los mismos trabajadores, junto a los usuarios, la calidad del transporte también sería mejor ya que son ellos los más interesados en mejorar las condiciones de su funcionamiento.
Quieren convencernos de que el transporte para los estudiantes y trabajadores debe ser malo y punto, "sin llorar".
La lucha por la expropiación del sistema de transporte público, bajo gestión obrera y con participación de los usuarios, puede garantizar a los trabajadores del transporte mejores condiciones de trabajo, salariales y jornadas reducidas, lo que evitaría que los choferes manejen tan mal, pues las jornadas extenuantes y los salarios miserables ocasionan que cualquiera maneje rabioso.
Permitiría ampliar la plantilla contratando mecánicos y trabajadores de limpieza con buenos salarios, para que el 100 por ciento de las unidades disponibles operen y estén limpias y no como ocurre ahora, que muchos camiones no circulan y los que circulan no sirven y están llenos de mugre.
En las universidades públicas están los ingenieros, técnicos y servidores públicos que lograrían dirigir, junto con los trabajadores, un servicio de transporte eficiente y de calidad arrancado de las manos empresariales.
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