En el día de ayer más de 200 personas - principalmente jóvenes - marcharon desde el EMEM 3 DE 19 hasta la fiscalía de Pompeya cita en Maza y Caseros. El pedido de justicia por Maxi fue llevado por sus compañeros de la escuela, del club donde jugaba al fútbol, amigos del barrio, familiares, vecinos y docentes de su escuela. Justicia en dos sentidos: que aparezcan los responsables de su muerte - las versiones "no oficiales" señalan claramente a la Gendarmería - y que los medios de comunicación dejen de estigmatizarlo por el sólo hecho de vivir en un barrio. La Izquierda Diario habló con sus familiares y amigos.
José María Pérez @murayeando
Domingo 22 de febrero de 2015 15:00
El testimonio de los padres
Juan, su papá, declaró: "Los medios decían que mi hijo pertenecía a una de las bandas rivales. Acá se tiene que investigar, pero al revés de cómo lo están haciendo, porque acá están investigando a la víctima en vez de a los victimarios. Mi hijo era un buen pibe, que estudiaba, jugaba a la pelota... no le hacía mal a nadie. Tenía una hija... me dejó a una nena de 4 meses"
En relación a lo que ocurrió aquella fatídica noche, afirmó: "No me consta si a mi hijo me lo mataron bandas rivales o si fue la gendarmería. Yo a mi hijo lo encuentro muerto en el quirófano junto al chico, su amigo que iba con él en la moto. Me contó que salieron, y a dos cuadras de mi casa escucharon los disparos y giraron en U. En las palabras de este chico ’lo mataron estos giles de la Gendarmería, los tiros vinieron de ahí."
"Los medios armaron un sólo combo con hechos que ocurrieron después, como una ambulancia que fue baleada horas después de que mi hijo ya estaba muerto. A mi hijo lo matan a las 12:30 y lo de la ambulancia fue a las 2 o 3 de la mañana. También metieron a la villa 1-11-14 y a mi hijo me lo mataron en el barrio Illia 1 y 2, a metros del puesto de gendarmería. Mi hijo recibió 2 disparos, uno en la pierna y uno en el torax, por eso murió en el acto. En la fiscalía me mostraron las carpetas, de que en ese lugar ya van 16 muertes en 2 años, a 20 metros del puesto de gendarmería... y supuestamente todavía no se sabe nada"
Acto seguido, su mamá declaró "yo quiero en primer lugar que se esclarezca la muerte de mi hijo, y en segundo lugar, que limpien su nombre, porque ningún medio tiene derecho a ensuciarlo como lo hicieron. A mi hijo le quedaban todavía muchas cosas por vivir, a su hija le quedaban muchas cosas por vivir junto con él, y me lo mataron. Y acá estamos todos los familiares, los amigos de la escuela, del club, los profesores que vamos a seguir pidiendo justicia porque no les tenemos miedo"
Lo que todos sabemos y no nos quieren dejar decir
Según trascendió, la "justicia" estaría juntando la causa por la muerte de Maxi con los otros hechos ocurridos. De esta manera embarran la cancha para que la verdad de lo ocurrido nunca se sepa.
La gendarmería planteo su "versión" de los hechos. Afirmaron que en medio del tiroteo ellos respondieron con balas de goma y disparos al aire. Una provocación hasta para el sentido común... ¿alguien que esté medianamente en su sano juicio puede creer que en medio de un tiroteo estos sujetos entrenados para matar respondan con "balas de goma y tiros al aire"?. Por otro lado, es vox populi en el barrio que la Gendarmería porta dos tipos de armas, las reglamentarias y las que secuestran en los operativos, por lo que sería muy dificil identificar la procedencia de los disparos. De esta manera se garantizan la impunidad para los crimenes que cometen cotidianamente contra los jóvenes de los barrios. Aquí también muere "el relato".
Medios y fines
Las fuerzas de "seguridad" no están para cuidarnos. Son un instrumento de control social sobre todos aquellos que de alguna u otra manera cuestionen el orden establecido. Y lo harán a como de lugar. Así lo demuestra el hecho que desde la vuelta de la "democracia" el aparato represivo del estado asesinó a por lo menos 4332 personas, la amplía mayoría durante el gobierno de los Kirchner. El último caso resonante fue la muerte a manos de la policía cordobesa del jóven Ismael Sosa cuando este asistía a ver a su banda favorita, La Renga.
Pero para justificar su existencia, el aparato represivo necesita que creamos que nos cuida ¿de quién? aquí el relato necesita construir un enemigo, y lo encuentra principalmente en la juventud, más aún entre los jóvenes de los barrios humildes y villas. Nombrar una villa es sinónimo de criminalidad.
En una nota anterior habíamos analizado el papel de los medios en este caso. Siguiendo esa línea podemos afirmar que los medios masivos de (in)comunicación cumplen un papel fundamental en la construcción de ese enemigo. Hacen la "tarea fina" para que después las fuerzas de seguridad tengan cierto consenso social para decidir qué vida merece continuar, y cual puede terminar violenta y abruptamente. Eso hicieron con Maxi, con argumentos que fueron desde considerarlo como sólo un número, una nota al pié - si Maxi hubiese pertenecido a la clase media o alta su vida les hubiese preocupado - hasta mezclarlo entre "bandas rivales" para su muerte aparezca como justificada.
Aquí reproducimos la carta que los familiares repartieron a los medios, buscando limpiar el nombre de Maxi. Seguimos exigiendo justicia. Por Maxi y para que no haya más Maxis.
Carta de los familiares de Maxi a los medios de comunicación