Sábado 25 de marzo de 2017
Tamara Olguín, una joven de 16 años, fue asesinada por su pareja de un disparo en la cabeza el pasado lunes en la Ciudad de Villa Mercedes. El autor del hecho se encuentra detenido. Tamara estaba embarazada de cuatro meses.
Florencia Di Marco, de 12 años, que estaba desaparecida desde el miércoles y había sido vista por última vez en la entrada de su escuela, apareció muerta el jueves a la noche en el arroyo Saladillo, camino a la Localidad de Los Membrillos. El informe de la autopsia reveló que Florencia había sido violada y estrangulada.
¿Hasta cuándo? Eso nos preguntamos las cientos de mujeres que marchamos el pasado 8 de marzo por las calles de San Luis contra los femicidios, la violencia machista y el patriarcado, y las miles de mujeres que día a día luchamos y nos organizamos en todo el país para cambiar esta sociedad patriarcal, que naturaliza cotidianamente la violencia de género y la opresión hacia la mujer.
El estado y los distintos gobiernos nunca nos van a lograr responder porque la violencia hacia nosotras se produce en su mismo seno, garantizando el sexismo de la educación y en los medios de comunicación, la falta de derechos, la represión y discriminación que vivimos cotidianamente en nuestras casas y nuestros lugares de trabajo y estudio.
Los femicidios como el de Tamara y Florencia no sólo tienen responsables individuales sino que son el último eslabón de una larga cadena de violencias contra las mujeres originada en las sociedades donde la justicia es de clases. El machismo es legitimado y reproducido por el Estado, sus instituciones y su casta política de funcionarios políticos.
Es por esto que las jóvenes, estudiantes y trabajadoras tenemos que seguir organizándonos en cada lugar de trabajo y estudio para reforzar y profundizar la lucha contra el patriarcado y el machismo, la violencia de género, los femicidios y la violencia institucional del Estado. Por nuestros derechos, por ni una menos y porque vivas nos queremos, no podemos permitir más mujeres asesinadas.
