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Red Internacional
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Nicaragua. Nicaragua: al menos un muerto por represión y suspensión del diálogo

La Iglesia suspendió la “mesa de diálogo” por falta de consenso. El gobierno denunció una “oja de ruta golpista”. Nueva represión a los bloqueos de ruta deja al menos un muerto en León.

Jueves 24 de mayo de 2018 09:03

La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) informó este miércoles que quedaba suspendida la mesa de diálogo nacional por la falta de avances en un posible acuerdo entre el Gobierno, los estudiantes y las cámaras empresariales.

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Mientras se conocía la suspensión del dialogo, una nueva represión de grupos afines al Gobierno contra manifestantes en el municipio de León dejó este miércoles al menos un muerto y 10 heridos, según informa la agencia EFE..

La víctima fue identificada como Manuel de Jesús Chévez, estudiante de medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), dijo a periodistas un portavoz de la Cruz Roja Nicaragüense.

Un grupo de simpatizantes del Gobierno pasaban por un lugar donde manifestantes opositores mantenían un tranque o bloqueo vial, en León ubicado a 90 kilómetros al noroeste de Managua, y atacaron a los manifestantes opositores.

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Nicaragua lleva más de un mes de una crisis que se ha cobrado, al menos 77 muertos y 878 heridos, según cifras de la CIDH.

Multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Daniel Ortega, que comenzaron con protestas en oposición a unas fallidas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a los asesinatos producidos durante la represión.

La Iglesia suspende el diálogo y el gobierno denuncia un intento de “golpe de estado”

El presidente de la CEN, Leopoldo Brenes, aseguró que "Dado que hoy no se ha logrado ningún consenso entre las partes, los obispos de la CEN, como mediadores y testigos, lamentamos vernos obligados, debido a esta falta de consenso, a suspender por ahora esta mesa plenaria del diálogo".

La tercera sesión del llamado “diálogo nacional” no logro avanzar en el pedido de la oposición de democratización, ni en el pedido del gobierno para que se desinstalen los bloqueos en las carreteras, la gran preocupación del Ejecutivo por sus consecuencias económicas y sociales.

Por la mañana, en la mesa de diálogo se había planteado la propuesta de una reforma constitucional y el adelanto de las elecciones para el primer trimestre de 2019. La propuesta fue presentada por la CEN y fue rechazada por el Gobierno.

Esta agenda es "el diseño de una ruta para un golpe de Estado, es el diseño de una ruta para cambiar el Gobierno", afirmó el canciller de Nicaragua, Denis Moncada.

La iniciativa opositora incluía una reforma constitucional para ser aprobada este año y ratificada el 10 de enero del 2019, y que un nuevo Consejo Supremo Electoral convocara a elecciones generales en el primer trimestre de ese año, lo que supondría un adelanto de las presidenciales previstas para el año 2021.

"Esto no es una agenda consensuada, es una agenda impuesta unilateralmente porque nosotros no la aceptamos", lamentó Moncada.

El cruce de acusaciones entre la delegación del Gobierno y los diversos representantes del resto de sectores derivó en un debate estéril que plasmó la enorme distancia de posturas entre el Ejecutivo, que se refería de forma permanente a los efectos de los bloqueos, y los opositores, quienes exigían un debate sobre la democratización y la institucionalidad de Nicaragua.

La suspensión de la mesa de diálogo muestra que se mantiene la tensión entre el gobierno de Ortega y la oposición, en especial de los representantes del sector estudiantil que al comenzar la sesión interrumpiendo al presidente para denunciar las consecuencias de la represión instalada en las calles por la policía, fuerzas militares y paramilitares en todo el país.

Aunque el objetivo del diálogo fue un intento por encauzar el descontento, las manifestaciones continuaron, mientras el gobierno continuó acusándolas de “manifestaciones violentas, los policías heridos y los bloqueos carreteros”, preocupación en la que coincide el sector empresarial que posa de opositor para negociar con el gobierno pero sin la “presión” de las manifestaciones.