El dirigente del PTS y del Frente de Izquierda Unidad Nicolás del Caño, quien en las PASO encabezó la lista de precandidatos a diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires, fue entrevistado este domingo por el periodista y economista Agustín Datellis en Crónica HD.
Algunas de las definiciones de Nicolás del Caño
Este es el cuarto año consecutivo en el que cae el salario en Argentina, la pérdida del poder adquisitivo es enorme, las jubilaciones también vienen perdiendo. El dato del Indec de desocupación muestra una caída porque la Población Económicamente Activa se reduce ya que hay gente que no está buscando trabajo por el desaliento de no conseguir. Las medidas que se están planteando no apuntan a resolver este problema gravísimo, tanto en lo que hace al desempleo y los bajos salarios como la informalidad y la precarización del trabajo. Un salario mínimo, que va a estar en $ 32.000, es prácticamente del nivel de indigencia. Ningún trabajador ni ninguna trabajadora debería cobrar menos de lo que cuesta la canasta básica. Los trabajadores de ATE-Indec hace otro cálculo, que incluye el alquiler, que es aún mayor al de la canasta básica que calcula el Indec, que mide el límite de la pobreza. Tenemos un proyecto sobre jubilaciones para que se restituyan los aportes patronales al 33 % como estaban antes de que (Domingo) Cavallo los redujera en los 90, con impuestos progresivos para financiar el 82 % móvil real a los trabajadores. La informalidad no es un problema de las trabajadoras y los trabajadores que no tienen los años de aporte realizados, sino de las patronales que no hay cumplido con la responsabilidad que tenían que cumplir. Con respecto al salario, ahora la CGT salió rápidamente a dar una declaración en favor del Gobierno, pero hace cuatro años que cae el salario en Argentina y no hicieron ni un paro dominguero. Es decir que se trata de la relación de fuerzas. A veces desde sectores del Gobierno se dice ’no da la relación de fuerzas’, pero si vos permanentemente sos blando con los grandes empresarios (como con Vicentin y otros ejemplos) y sos duro con los trabajadores y las trabajadoras, ahí la relación de fuerzas se construye con una enorme pasividad desde las cúpulas de los sindicatos que, más bien, son cómplices de las patronales. Ahora desde la derecha, los grandes empresarios y ciertos medios de comunicación instalan la idea de quitar las indemnizaciones por despido y avanzar en una reforma laboral para flexibilizar al porcentaje de trabajadoras y trabajadores que aún no está flexibilizado. La desocupación entre las mujeres más jóvenes creo que alcanza al 22-24 % y en los varones al 16 %, es decir que es superior a la media. Y la precarización del empleo en esa franja supera al 70 %. Entonces, al revés de lo que ellos están diciendo, no es verdad que quien tiene un trabajo precario e informal va a resolver su problema si se flexibiliza a quien tiene un trabajo formal y le quitan el derecho a la indemnización, a las vacaciones pagas, etc. Estamos planteando la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, sin afectar el salario, para que de esa manera se cree empleo genuino. Y, por otra parte, la necesidad de un plan de obras públicas que construya las viviendas que hoy son necesarias y que, obviamente, podría crear empleo en al construcción. Hay un montón de jóvenes que han apostado a la izquierda, por eso somos la tercera fuerza a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires particularmente. En la votación nuestra, la juventud es superior a la media entre los segmentos etarios. Creo que eso se va a multiplicar hacia noviembre, porque lo que estamos planteando es algo que llega muchísimo y lo vemos en la calle cuando nos paran muchos pibes y pibas que pedalean horas y horas por dos mangos, sin derecho a nada, víctimas del fraude del monotributo, o que trabajan muchísimas horas. Hemos hecho una elección muy buena a nivel nacional. En Jujuy particularmente una elección excepcional, donde nuestro compañero Alejandro Vilca, recolector de residuos del municipio de San Salvador, está disputando una de las tres bancas por la provincia. En la Ciudad de Buenos Aires está nuestra compañera Myriam Bregman Si vos sumás a otras fuerzas de izquierda que no pasaron el piso del 1,5 %, tanto allí como en la provincia, creo que el Frente de Izquierda va a capitalizar los votos de muchas de esas personas que votaron a alternativas de izquierda. Y tenemos que dirigirnos a quienes anularon el voto, votaron en blanco o no fueron a votar y están descontentos con el Gobierno. Nosotros les planteamos que no sirve hoy la abstención y que la apuesta a una fuerza desde abajo, de laburantes, de jóvenes es una forma de poner representantes en el Congreso, en las legislaturas y concejos deliberantes que puedan apoyar a las luchas que se van a venir. Tenemos el desafío de convencer a todas las personas que repudian a los políticos que nos trajeron hasta acá con endeudamiento, con el 70 % de las niñas, niños y adolescentes de la provincia de Buenos Aires que son pobres, con esta situación de caída del salario, con esta falta de vivienda, de que el voto que les duele a los poderosos es un voto a una fuerza de trabajadoras y trabajadores como el Frente de Izquierda que postula una salida completamente distinta. Ha habido muchos conflictos este año, a pesar de la dificultad que la propia pandemia presenta para organizarse, a lo largo y ancho del país. Hemos acompañado todas esas peleas. También las luchas socioambientales como en Chubut, donde el FITU sacó el 10 % de los votos. Lo mismo en Mendoza y otras provincias. La conflictividad, al no haber posibilidad de resolverse los problemas estructurales de la mano del FMI, obviamente no se va a resolver. Lo dijimos en 2019, no se puede complacer a los bancos, a los grandes empresarios, pagarle al FMI y a los especuladores privados y cumplir las promesas de llenar la heladera, aumentar el 20 % a los jubilados apenas asumieran (todo lo contrario a lo que hicieron), etc. Creo que no solamente se va a profundizar la conflictividad sino que es necesario que los trabajadores y las trabajadoras salgan a pelear. En primer lugar, contra este intento de avanzar contra los derechos conquistados con años de lucha. Hay que unificar a quienes tienen trabajo formal con quienes tienen trabajo informal y con los desocupados. Y para eso hace falta un plan de lucha. Manzur no es solamente un misógino y enemigo de los derechos de las mujeres sino que fue el gobernador que articuló los votos del peronismo para apoyar a Macri con la reforma previsional. No me olvido de los diputados tucumanos que, bajo sus órdenes, le dieron los votos a Macri cuando había miles que enfrentaban esa reforma en las calles.