Este viernes Acciona comunicaba la decisión de la propia empresa de hacer efectivo el despido masivo de la plantilla que mantiene en la planta de Nissan en la Zona franca. Y lo hace bajo las peores condiciones posibles, con la indemnización mínima de 20 días por año trabajado.
Miércoles 7 de octubre de 2020
Desde el Comité de Empresa de Acciona manifiestan que rehúsan totalmente los despidos y hacen un llamamiento a seguir apoyando a las protestas a las que convocan para oponerse a esta medida y defender sus puestos de trabajo.
La decisión, no obstante, llega después de meses de protestas contra la amenaza de despidos después del anuncio de cierre de Nissan. El acuerdo entre la firma japonesa y el Comité de Empresa de Nissan formado por CCOO, UGT, Sigen-USOC y CGT que prevé el atraso del cierre de las plantas en un año, indemnizaciones de 60 días y la busca de posibles inversores pera mantener los puestos de trabajo, solo por los trabajadores directos de la multinacional, ha facilitado este desenlace.
Un acuerdo que no solo no asegura el futuro de la planta, sino que además, deja por fuera a los más de 500 trabajadores de Acciona, ahora en procesos de despido, y las demás plantillas de subcontratos con sus planes de reestructuración. Mes de 25.000 familias en total en la calle, y en una situación de luchar separados que debilita muchísimo la fuerza para revertir este brutal ataque.
Todo esto, no tiene nada de sorprendente viniendo de sindicatos como CCOO y UGT. No obstante, es necesario tener en cuenta el rol que ha desarrollado también la dirección de CGT-Nissan durando todo el conflicto, siguiendo de pe a pa la estrategia de las burocracias sindicales de los mayoritarios. Tampoco el resto de secciones de las empresas afectadas, el sindicato del metal de la CGT y la CGT Cataluña, han dado una alternativa a la política de división impuesta entre trabajadores de la planta de Nissan y las subcontratas.
Desde la CGT, junto con las direcciones de CCOO y UGT, remiten estos días un comunicado, todo después del anuncio de despidos de los trabajadores de Acciona, en el que informan que el objetivo es "la defensa de los puestos de trabajo" de las subcontratas. ¿Pero cómo puede garantizarse esto? si ni siquiera está asegurado el mantenimiento de los puestos de trabajo de la plantilla fija de Nissan en un acuerdo que solo favorece a la patronal.
Por más que desde este sindicato señalen que ahora la prioridad es el futuro laboral de las subcontratas, la dirección de CGT no ha expresado en ningún momento un plan alternativo que se oponga en el acuerdo firmado por el mismo Comité de empresa de Nissan y que rompa la paz social impuesta por este a todas las subcontratas y la matriz.
Por su parte otros trabajadores de Acciona han presentado con el Colectivo Ronda una demanda por cesión ilegal de trabajadores. Una acción legal por la internalización de la plantilla de Acciona como trabajadores de Nissan y que podría suponer una traba importante en las intenciones de la empresa japonesa.
El Comité de Empresa no apoya está legítima reivindicación y acusan al Ronda de luchar por el mal menor y conseguir mejores indemnizaciones. Es muy posible, pero la alternativa de las direcciones sindicales no es otra que buscar también mejores indemnizaciones dividiendo la plantilla entre fijos y subcontratados y sin tomar ninguna medida de lucha o legal que pueda cuestionar el mismo acuerdo.
La acción legal es en sí misma progresiva, combatir la división entre trabajadores fijos y de las subcontratas. A pesar de que, limitarse a ser parte del acuerdo firmado en agosto tampoco es una solución de fondo. Puesto que, en última instancia, no asegura el futuro laboral de la planta y los puestos de trabajo.
Frente a la posición que ha mantenido la dirección de CGT, siguiendo la política de las demás direcciones sindicales, por mucho que discursivamente defiendan los puestos de trabajo, resulta necesario avanzar al superar las políticas burocráticas y unificar todas las luchas entre fijos y subcontratados desde abajo.
Hoy, más que nunca, hay que impulsar un plan alternativo que pueda exigir la nacionalización de las fábricas de Nissan sin pago y bajo control de sus trabajadores. Esta sería la única salida de conjunto a los cerca de 30.000 trabajadores y trabajadoras afectadas por el cierre de Nissan acordada para finales de 2021.