María Eugenia Vidal retomó la iniciativa de Scioli, sumando nuevas localidades y policías. Las fuerzas represivas no se toman vacaciones.
Sábado 31 de diciembre de 2016
En 2015 el entonces gobernador bonaerense, Daniel Scioli, anunciaba un mega despliegue policial para el verano con más de 12 mil efectivos. Se trataba del “Operativo Sol”, impulsado junto al ex ministro de seguridad, Alejandro Granados.
Éste era presentado como “el mayor operativo de la historia de la provincia”, con 8.020 policías para realizar tareas preventivas por calles y centros comerciales, 700 móviles, más de 2100 guardavidas, 78 puestos de control, 47 puestos de control motorizados, 25 puestos de control de destacamentos móviles y 185 motocicletas, cuatriciclos y vehículos todo terreno. También se sumaban cuatro helicópteros dotados con visión nocturna y cámaras diurnas, 100 patrullas montadas para zonas de bosques y apartados y 2 centros de operaciones tácticas.
La gobernadora María Eugenia Vidal no se quiso quedar atrás. El día de ayer, acompañada por el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, presentó un “Operativo Sol” reloaded que llegará a nuevas localidades del Conurbano (42 ciudades en total, para ser exactos) y duplicará la cantidad de policías movilizados. De esos agentes, ocho mil acaban de egresar y comenzarán a hacer sus principales prácticas en la costa; otros 2600 están terminando el segundo año de formación; y otros 4000 realizan sus tareas habituales en la zona.
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Como si fuera poco, también habrá miembros de la División Canes, el Grupo Halcón, las brigadas de lucha contra el Narcotráfico y el Registro de Expendio de Bebidas Alcohólicas (REBA). Y además de la Policía Federal, participarán también la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Gendarmería, Prefectura Naval y la Policía Aeroportuaria. “Se unificaron los métodos de formación”, aseguró Ritondo.
Para María Eugenia Vidal, este lanzamiento fue su última aparición pública del año. Allí planteó: “Yo sé que el cambio no es completo todavía, que fue un año difícil para muchos argentinos. Pero empezamos ese cambio y sostenemos la esperanza, 2017 será un año mejor para todos”.
Lejos del pretendido “cambio”, esta medida representa una profundización de la “pesada herencia” en materia represiva, que afecta a miles de jóvenes y trabajadores. Un operativo que “eclipsa” cualquier intento de distensión.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario