El gobierno de Boric, junto a personas como la diputada Catalina Perez, su aliado en el gobierno regional de Antofagasta, Ricardo Díaz y partidos como el Frente Regionalista Verde Social, han utilizado un discurso de preocupación por los temas medio ambientales, mientras en los hechos, se mantienen apegados al modelo extractivista. ¡Vamos por un movimiento medioambiental independiente para enfrentar a la derecha y el saqueo de los recursos naturales!
Domingo 26 de marzo de 2023
La aprobación del proyecto Minero Comahue
La lucha contra este proyecto minero, fue la primera lucha ambiental en la región con Boric presidente, por lo cual es un medidor respecto a cuál sería su política frente a los problemas ambientales. Hubo reuniones con sus figuras, firmaron la carta que explicaba la importancia de no aprobar un proyecto minero a casi 5Km de la reserva nacional de la Chimba transformándolo además en la minera más cercana al centro urbano de Antofagasta. Figuras como Catalina Perez (diputada de RD), Paula Orellana (consejera regional y presidenta regional de RD) y Paz Fuica (concejala), firmaron esta declaración, entre otras figuras de partidos de gobierno en la región, pero luego fueron sus seremis quienes lo aprobaron, entre los distintos aspectos de la carta hay cosas tan mínimas como que un proyecto tan cerca de la reserva y del principal centro urbano tuviese que pasar por un estudio de impacto ambiental, en vez de la declaración, cuestiones que no se aceptaron.
Un gobierno a favor del saqueo de los recursos naturales, la votación del TPP11, el negocio forestal
Pero la votación favorable a Comahue es parte de un entramado mayor, del conjunto de una economía basada en la extracción de materias en este gobierno no solo no se ha detenido si no que se blinda con la votación del TPP11, que permite asegurarle el negocio a las grandes transnacionales que invierten en Chile, al asegurarle poder demandar en caso de que se vea afectada su “razonable expectativa de retorno”, que son ganancias multimillonarias. Ver.
Pero también este verano con los enormes incendios en el sur era la oportunidad para enfrentar el enorme negocio forestal que degrada los suelos, destruye la biodiversidad, daña el bosque nativo, está además sostenido en la expropiación histórica al pueblo Mapuche, pese a esto se mantuvo todo igual, se blindó el negocio forestal, se les rescato en su responsabilidad sobre los incendios.
Así se puede seguir, ya que este gobierno no significó ninguna mejora para las perspectivas de los distintos conflictos socioambientales, pese al discurso y las promesas.
Hay quienes han culpado a la derecha, a que ganase el rechazo, a que recién lleva un año de gobierno. La realidad es que en los puntos críticos sin lugar a duda el gobierno prefiere ceder ante la derecha, por no decir más claramente gobernar como lo hizo la concertación, es decir en cogobierno con la derecha y seguir profundizando el desprestigiado modelo neoliberal, si era posible para el gobierno en algún momento apoyarse en la movilización para obtener reformas o entregar alguna concesión, ha sido su propia estrategias de desvío y contención la que bloqueó esa posibilidad.
¿Por qué no ha surgido un movimiento ambiental independiente del gobierno o que hace falta para que surja?
La última vez que en Antofagasta existió un movimiento donde la demanda central eran los problemas ambientales fue el 2014, con el movimiento "este polvo te mata", el cual fue negociado justamente por el actual gobernador Ricardo Diaz, con resultados muy lejanos a las necesidades de terminar con el paso del concentrado por la ciudada de Antofagasta, por un esfuerzo real por terminar con los metales pesados que provocan múltiples enfermedades en la ciudad.
De ahí en adelante toda lucha se canalizó en reformas muy mínimas o en pequeñas compensaciones económicas, migajas comparado con el saqueo minero. Ahí las autoridades de la derecha, la concertación y el propio Frente Amplio han jugado un rol, mientras en lo estructural, la tasa de Cáncer aumenta, las quemas de basura en el vertedero continúan, la destrucción de la costa, por desaladoras, derrames de combustible y las termoeléctricas, es ya parte de lo que configura una zona de sacrificio.
Pero esto no quiere decir que las demandas ambientales desaparecieron, se expresaron por ejemplo en la revuelta el 2019, donde miles de personas, dentro de su descontento, unían demandas como terminar con la privatización del agua, el saqueo de los recursos naturales y un amplio sector veía que una asamblea constituyente seria un paso en este sentido.
Pero el acuerdo por la Paz ayudó a desviar esas fuerzas a lo que ya es historia conocida.
Por un movimiento medioambiental independiente del gobierno para enfrentar a la derecha y el saqueo de los recursos naturales
Para enfrentar este sistema extractivista, es urgente romper toda confianza en este gobierno y sus figuras, cada vez que esperamos sus soluciones, lo que logran es reproducir la pasividad, es necesario un movimiento ambiental que haga pie en los sectores populares, en los trabajadores y las comunidades, en juntas de vecinos y sindicatos, en el movimiento estudiantil, con intelectuales dispuestos a salir de la cooptación del negocio minero. Ahí está la alianza que debemos construir.
Debe tener un programa que parta por enfrentar este sistema donde ni las comunidades, ni las y los trabajadores pueden decidir, donde el sistema de estudio de impacto ambiental y la participación ciudadana, es una forma de blanquear proyectos de alto impacto ambiental.
Si bien gran parte de la actividad del movimiento ambiental hoy se basa en frenar proyectos de alto impacto y denunciar los desastres ambientales como el mega incendio del vertedero, es importante avanzar en pensar qué modelo de desarrollo, que tipo de sociedad necesitamos construir.
¿Está bien que los grandes empresarios sean dueños de los principales recursos naturales?¿o son las comunidades, los trabajadores y el pueblo quienes debemos poder decidir sobre estos, y así proteger el medioambiente?
Hacemos un llamado a todos quienes tienen sensibilidad por los problemas ambientales y que ven el futuro en riesgo, a discutir una perspectiva independiente al gobierno, que enfrente este modelo y este sistema al servicio de los grandes capitalistas, que con sus negocios se llenan los bolsillos a costa de precariedad laboral, saqueo y contaminación.