Carabineros de Chile anunció una alianza junto a la cafetería transnacional Starbucks para lavar su imagen tras los escándalos de corrupción que la ha llevado a tener la peor imagen publica de su historia.
Lunes 3 de septiembre de 2018
Starbucks constantemente esta buscando formas de hacerse marketing sin tener que gastar muchos recursos. Sea sobreexplotando una imagen corporativa "moderna" o haciendo pequeños cambios en sus políticas para "ponerse a tono con los cambios culturales" Starbucks pareciera siempre esta a la "vanguardia".
En EEUU y Chile han impulsado campañas para motivar a la gente a votar, llaman a aceptar la diversidad cultura, sexual o de pensamiento (mientras no fomente la sindicalización todo bien), generan iniciativas en post del medio ambiente (como quitar las bombillas) mientras siguen tirando miles y miles de desechos sin desarrollar ninguna iniciativa de reciclaje, etc.
Pero el anuncio de una alianza con Carabineros de Chile me parece que da un salto que no se debe pasar por alto. Repasemos algunas cosas para tomar el peso a este tipo de iniciativas.
Carabineros de Chile le solicita a una empresa privada como Starbucks ser el lugar para desarrollar su estrategia de blanqueado de imagen. Una imagen que esta en el suelo producto del rol represivo y los escándalos económicos que tiene la institución.
Carabineros se ha destacado en los últimos años, y especialmente desde el 2011, por las constantes denuncias de golpizas a trabajadores, mujeres, jóvenes y pueblos originarios. Han sido denunciados de tocaciones indebidas a menores de edad en contextos de marchas y manifestaciones.
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Han sido denunciados por el hostigamiento permanente hacia las comunidades mapuche en el sur, por montajes como el realizado en la Operación Huracán o asesinatos de jóvenes comuneros como Matias Catrileo, Alex Lemun, Johnny Cariqueo entre otros.
Además son los responsables del asesinato del estudiante Manuel Gutierrez y los trabajadores Rodrigo Cisternas y Nelson Quichillao. En todos los casos existió total impunidad para los responsables.
Ni hablar del ultimo caso de corrupción al interior de la institución donde cientos de efectivos robaron más de$28mil millones de pesos.
Por eso como trabajador me resulta indignante la alianza "win-win" entre Starbucks y Carabineros. Ya que mientras Carabineros intenta legitimarse, Starbucks obtiene marketing gratuito.
Como trabajador de Starbucks no estoy dispuesto a recibir a personas que trabajan para una institución racista, sexista, violenta y corrupta solo para que puedan tomarse un "café para hablar" con la gente.
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Quién es el público objetivo de Starbucks
De las más de 90 tiendas que hay en la región metropolitana, más del 50% se encuentran en las comunas mas adineradas del país. Las condes, Vitacura, Lo Barnechea o Providencia concentran la mayoría de los locales. Situación similar ocurre en el resto del país.
¿Por qué Carabineros elije una cafetería que representa al consumidor de clase media alta para limpiar su imagen? Porque aquí no van a llegar los migrantes perseguidos en el Centro de Santiago, no llegarán los jóvenes artistas que son multados por expresar su arte en las calles, o los niños mapuche heridos en sus allanamientos.
A Starbucks no irán esas jóvenes secundarias golpeadas durante las marchas para que les expliquen el por qué de su actuar.
Si irán las señoras que se quejan de la delincuencia mientras aplauden a los ladrones de cuello y corbata. Carabineros se sentara con los empresarios que violan los derechos sindicales de trabajadores, mujeres y jóvenes.
Vale la pena recordar que esto es una copia de la iniciativa de la policía de Boston (EEUU) denominada "coffee with a cop", campaña utilizada para blanquear la imagen de una policía que fue constantemente denunciada por el movimiento #BlackLiveMatter de mantener funcionarios acusados de violación a los derechos humanos contra la comunidad afroamericana.
Quizás no puedo hablar en nombre de mis compañeros y compañeras de trabajo, pero se que más de alguien estará de acuerdo conmigo: Yo no atenderé a ningún policía en mi turno.
