A nivel nacional distintos colectivos impulsan esta iniciativa. En Mendoza cobró repercusión tras el caso del Instituto Próvolo.
Viernes 16 de diciembre de 2016 00:29
Luego que se conocieran los abusos sexuales contra niños y jóvenes hipoacúsicos, la asociación Apostasía Colectiva de Mendoza lanzó una campaña para abandonar la pertenencia a la iglesia católica.
La campaña ya está generando repercusión y adhesión a través de su página de Facebook https://www.facebook.com/apostasiamendoza/?fref=tsque
La apostasía significa que un bautizado por la iglesia católica solicita dar de baja su pertenencia a la institución. Este pedido, considerado como un "delito" para la iglesia (porque "constituye el rechazo total de la fe cristiana") implica, sin embargo, desde una perspectiva jurídica, "el ejercicio de un derecho consagrado".
"Esto está en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, que es el derecho de cambiar o mantener la religión. Conforme a eso muchas personas ejercen ese derecho y solicitan a la iglesia católica abandonarla", sostiene el abogado, asesor de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, Carlos Lombardi.
En Mendoza, y en todo el país, ya hubo antecedentes de este tipo de acciones colectivas. Una de ellas sucedió en el año 2009 http://www.mdzol.com/nota/106663-inedito-ateos-y-disconformes-de-mendoza-y-de-todo-el-pais-renunciaran-a-sus-bautismos/ y fue lanzada con el mismo nombre utilizado para la convocatoria actual.
En otros países el trámite es mucho menos complicado que en nuestro país, allí basta con una simple nota personal de desafiliación. Por el contrario, si un mendocino quiere realizar el trámite debe llevar una copia de su DNI y un certificado de nacimiento. Esto muchas veces trae complicaciones burocráticas porque hay personas que no saben donde fueron bautizadas y otras que no viven donde nacieron.
Separación de la Iglesia del Estado
A raiz de los casos de abusos y otros hechos que desprestigiaron a la "Santa" institución, reapareció en los medios, en las redes sociales y en otros ámbitos, la discusión sobre la financiación de la Iglesia Católica por parte del Estado.
Un punto que la iglesia cree fuerte para fundamentar su financiación, es la cantidad de afiliados (bautizados) con los que cuenta. Acciones como las convocadas por Apostasía Colectiva, invitan a renunciar a esa afiliación buscando desligar al Estado en su responsabilidad de sostener un credo del que cada vez más gente descree.
Hay en esto una consecuencia política para la iglesia. Según Carlos Lombardi "implica que mientras más personas solicitan esto, se cae el argumento que la mayoría de las personas son católiicas en Argentina. No hay mayoría practicante, hay mayoría de bautizados, que son bautizados a la fuerza de niños, cuando no podían elegir"
"Politicamete para la institución implica un fracaso. Son personas que dado lo que ha trascendido publicamente, dado el encubrimiento de la institución para este tipo de casos y además por otras convicciones y otras razones personales, inclusive filosóficas, quieren salir de esa institución", concluyó el abogado.