A 77 años del Levantamiento del Ghetto de Varsovia.
Domingo 19 de abril de 2020 16:20
"Tito sos jabón", rezaba la pizarra blanca de mi aula de segundo año de la secundaria. Escrito en marcador indeleble, estaba dedicado a Goldsztein, mi profesor de matemática. A mí no me educaron con religión pero como es sabido la identidad judía es algo fuerte y yo tomaba esa virulencia hacia Goldsztein en carne propia. Movida por esa bronca alguna vez sentí nombrar el Levantamiento del Ghetto de Varsovia, aunque muy por arriba...
En mi familia, mi abuelo siempre me habló muy poco del Ghetto de Varsovia y del heroísmo de los judíos pobres y trabajadores que resistieron al nazismo ahí, en las peores condiciones pero con una moral extraordinaria y con organización. Conocer un ejemplo de resistencia de esta calidad a mí me puso la piel de gallina. Sin embargo mi abuelo sí decía siempre que la "creación" del Estado de Israel era necesaria para un pueblo que siempre fue perseguido. Este es el argumento que siempre usó el sionismo, que nada tiene que ver con quienes resistieron en Varsovia para justificar el genocidio por parte de un Estado que parasita y asesina a los pueblos oprimidos como el de Palestina junto con las grandes potencias imperialistas.
La "edificación" de esa nación de la que hablaba mi abuelo Marcos la hicieron poniendo ladrillos de pólvora sobre la vida de los palestinos. Odio, asco me da que los defensores del Estado de Israel sean tan sinvergüenzas de hablar en nombre de quienes, como los judíos del Ghetto de Varsovia, escribieron una página de heroísmo en la historia de la lucha contra los opresores. Muy por el contrario, ese hilo de continuidad de resistencia lo veo hoy en los jóvenes palestinos como Ahed Tamimi, quien fue presa ocho meses por el ejército israelita. Y tomo las palabras de su padre "Ahed, nadie podría estar más orgulloso de lo que yo estoy de vos. Vos y tu generación son lo suficientemente valientes para vencer al fin."