A 9 años de la última Reforma Laboral que sigue vigente bajo el gobierno progresista, las trabajadoras nos preguntamos si el mismo gobierno que precariza nos dice que es feminista, ¿qué tipo de feminismo necesitamos la mayoría de las mujeres?
Viernes 12 de febrero de 2021
No hay políticas feministas si no se derogan las reformas laborales - YouTube
Hoy se cumplen 9 años de la aprobación de la última Reforma Laboral promovida por el Partido Popular de Mariano Rajoy en 2012. Esta vino a ampliar la anterior de septiembre de 2010 aprobada por el PSOE.
Como sabemos, estas reformas laborales, propatronal y antiobreras, supusieron profundizar en la precariedad de nuestras condiciones laborales. Abarataron el despido, y aprovecharon la crisis económica mundial descargándola en las espaldas de los trabajadores y las trabajadoras, la juventud y las migrantes.
Hoy, 9 años después, pese a las promesas electorales del PSOE, y de Unidas Podemos, seguimos sufriendo sus consecuencias.
En especial, las mujeres trabajadoras, que somos quienes ocupamos los trabajos más precarios y somos las primeras en ser despedidas. Nosotras sabemos que por más que este gobierno se proclame el “más feminista de la historia”, no hay políticas feministas, para la mayoría de las mujeres, sin derogar la reforma laboral.
La realidad es que ni siquiera se proponen derogar íntegramente las medidas anti obreras que el mismo PSOE impuso, y que precarizan especialmente a las mujeres.
Por ello, por más que traten de hacer buenos discursos desde el ministerio de igualdad, o el de trabajo, vemos que este gobierno de coalición prioriza a los derechos de las trabajadoras, los intereses de la patronal, que es quien nos explota, y quien crea las condiciones de vida que nos oprimen.
Las trabajadoras estamos hartas de discursos abstractos y buenas palabras. Exigimos medidas concretas, como acabar con las externalizaciones y con la subcontratación que precarizan las condiciones de vida de millones de mujeres, prohibir los despidos, derogar la ley de extranjería, aumentar los presupuestos de los servicios públicos y, por supuesto, terminar con la precariedad de los trabajos esenciales y reproductivos en los que estamos en primera línea.
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No puede haber políticas feministas reales, que supongan un cambio efectivo en las condiciones de vida de las trabajadoras sin derogar las reformas laborales. Sin hacer esto, es decir, si atender a las causas estructurales, el resto de accionar serán puras medidas cosméticas.
Por ello, de camino al 8M de 2021 desde la Agrupación revolucionaria de mujeres Pan y Rosas, apostamos como siempre, por la organización y movilización en las calles junto a las trabajadoras. Como las jornaleras, las mujeres del Servicio de Atención Domiciliaria, las limpiadoras, las migrantes, la diversidad sexual y la juventud, para construir un movimiento imparable, que sin ninguna confianza en las que hacen promesas vacías desde los ministerios, se proponga conquistarlo todo con la lucha en las calles.
¡El 25 de febrero no te pierdas la charla que hemos preparado junto a todas ellas y este 8M únete a marchar con Pan y Rosas!
ACTO #8M ?¬タンFeminismo anticapitalista y antirracista junto a las trabajadoras y la juventud”
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?@SindicatoSad
?Trabajadoras Hospital Gregorio Marañon-Madrid
? Trabajadoras y estudiantes de #PanyRosas?25 de febrero 18:30 h- VIRTUAL pic.twitter.com/V02v133ub0
— Pan y Rosas (@PanyRosasEE) February 11, 2021