En cadena nacional el presidente Boric presentó su esperada reforma a las pensiones, una reforma que busca dejar contento a las AFP´s, la derecha y a la vieja Concertación. La propuesta había sido presentada hace unos días a organizaciones sociales ligadas a este debate y la sentencia fue clara: Es más de lo mismo. Se profundiza un sistema de pensiones pensado para financiar y capitalizar a las grandes empresas
Jueves 3 de noviembre de 2022
La noche de ayer y en cadena nacional Gabriel Boric hizo público el proyecto de reforma al sistema de pensiones que venía trabajando el gobierno desde hace meses. El proyecto había sido tema de debate ya que el compromiso del gobierno era presentarlo esta semana.
Hasta ahora el documento había sido trabajado en las bancadas oficialistas, algunas comisiones de expertos y organizaciones sociales como la coordinadora No + AFP, la Fundación Sol, entre otras. El objetivo había sido acercar a actores que habían participado del debate y así buscar apoyos previo a que entrara a la discusión legislativa. El mismo Luis Mesina de la Coordinadira No + AFP, se alarmó con esta propuesta señalando: “más de lo mismo, incluso puede ser peor”
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En concreto la propuesta de gobierno apunta a una modificación formal del sistema y agregar algunos puntos que ya habían sido parte de proyectos anteriores, como el de Bachelet. Según señaló el propio Boric durante su discurso, las AFP como tal no continuarán más, estas pasarán a ser gestoras de inversiones donde incluso se apostará a la creación de una gestora estatal que compita con las privadas por la administración de los fondos de pensión, los cuales seguirán financiando el mercado de capitales, tan importante para los empresarios, la derecha y la exConcertación.
Entre los puntos principales de la Reforma estarán:
El mismo Boric había dicho meses atrás que los fondos administrados por las AFP habían servido para capitalizar a las grandes empresas y que tocar esa función podría implicar un gran desequilibrio económico, por lo que cambiarlo sería complejo y la orientación de este proyecto de reforma lo reafirma y lo profundiza, asegurandole el negocio a las grandes empresas como Metlife dueña de AFP Provida, Principal dueña de AFP Cuprum, Prudential junto a la CCHC dueña de AFP Hábitat y los grupos nacionales como BiceVida, Consorcio, Grupo Penta.
De hecho, el cambio de AFP a gestoras de inversiones es un cambio cosmético ya que mantiene los dos pilares actuales del sistema: la capitalización individual que lleva a que cada trabajador deba dependa de su propia cotización para obtener una pensión de miseria, aun cuando él es parte de un esfuerzo colectivo de cientos o miles de trabajadores para generar la riqueza que finalmente va a parar al bolsillo de unos pocos, y que el tratamiento de estos ahorros se maneja como un gran fondo de inversiones que terminan en las ruletas bursátiles y especulativas que provocan que un día se gane, que se quedan las empresas, o que se pierda, que asumen las y los cotizantes. O sea las y los trabajadores les generan grandes pozos de capital a los grandes empresarios para sacar a manos llenas, de donde extraen millonarias ganancias, y a nosotras/os nos quedan las migajas calculadas de nuestro aporte individual, cuando ellos se quedan con nuestro trabajo colectivo.
El supuesto contrapeso a esta capitalización individual sería la Pensión Garantizada Universal (PGU) que pareciera ser positiva pero en el fondo contiene un elemento regresivo ya que el aumento inmediato en el monto de la pensión de 260 mil a 390 mil a costo del Estado, pero sin una reforma tributaria o impuesto especial a las grandes fortunas, es decir, el dinero de dichas pensiones (que son para parchar el deplorable estado que existe hoy) saldrá de impuestos generales, es decir, un importante porcentaje de dicho monto vendrá del IVA, ese que se hace pesar principalmente sobre los hombros de las y los mismos trabajadores.
Además el gobierno anunció que la PGU llegará a los 390 mil, es decir por debajo del salario mínimo e incluso por debajo de los 650 mil que es actualmente la base para superar la línea de la pobreza en una familia.
De conjunto la propuesta viene a reforzar la idea de que el gobierno ha optado por la estrategia bacheletista del “realismo sin renuncia” pero esta vez ha sido “con renuncia” a su propio programa, lo cual ha servido para fortalecer aún más a la derecha.
El gobierno de Boric en la práctica ha venido gobernando con el programa y las ideas que la derecha le impone a cada paso, la reforma a las pensiones, su abandono al término de la capitalización individual es una señal clara de que este camino solo se profundizará en la medida que el propio gobierno decide moverse en esa dirección, mientras tanto es la clase trabajadora y los sectores populares quienes vienen pagando sufriendo los costos de la crisis con alta inflación, el aumento de los empleos informales y otras penurias.
Las y los trabajadores no pueden confiar en un gobierno que está administrando el legado neoliberal de la dictadura y los 30 años, este proyecto solo viene a sumarse a un largo listado de políticas y reformas que el gobierno viene impulsando con el objetivo de calmar las aguas, intentar afirmarse y “seguir”, y ahora demostrado que lo hace profundizando el modelo, tal como lo hicieron antes que el Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y Piñera. Y todo esto acompañado de un gobierno que sigue impulsando la agenda de la derecha en tema de inmigración, seguridad y represión al pueblo mapuche.
La única salida es un organismo de pensiones que este sometido 100% a las decisiones tomadas democráticamente entre trabajadores y quienes se jubilan, que administre nuestras pensiones por fuera del mercado que solo ocupa nuestras cotizaciones en beneficio de las grandes empresas y de su Estado que solo le busca asegurarles el negocio, un sistema de pensiones que este orientado a su única función que sea asegurar pensiones de calidad para después de una vida de trabajo.