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Red Internacional
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No solo Del Sel: todos tienen un poco de Reutemann

El acuerdo entre Macri-Del Sel y Carlos Reutemann sacudió el ya revuelto panorama electoral. Un Frente Progresista desgastado mira amenazado el crecimiento de la “derecha moderna” del PRO y critica al “cuco reutemista”. El peronismo progre hace lo propio y ataca al noventismo de Lole. Pero todos ellos, sin embargo, le deben algo al reutemismo. O quizá mucho.

Octavio Crivaro

Octavio Crivaro @OctavioCrivaro

Jueves 26 de febrero de 2015

Reutemann vive

Y un día Lole habló. Las indefiniciones y largos silencios, verdaderos atributo genéticos de Carlos Reutemann, se acabaron. Largos períodos de hibernar en el Senado, una década entera en la que apenas quiso hacer oír su voz, de repente se frenaron en el abrazo entre Lole y otro famoso, noventista y aburrido de ser rico, que se quiso dedicar a “la política”: Mauricio Macri.

El acuerdo no por sonoro deja de ser esperable: es la confluencia entre dos emblemas del memenismo, que buscan fortalecer y que cuaje una alternativa política de derecha, confiable para los empresarios, frente al ocaso del kirchnerismo. A Lole, que le dicen “tiempista” como eufemismo para no usar oportunista, pragmático o llanamente vivaracho, solo le restaba ver si la estrella acompañaba a Macri y a Massa, con el que también coqueteó. Finalmente las encuestas hablaron y Lole señaló los globos amarillos del PRO, antes que el mate de utilería y el “tajaí” del tigrense.

Lole para un sector, para un gran sector de los santafesinos, es algo malo. Es corrupción en las obras públicas, son fábricas cerradas, es privatización, es la brutal represión del 2001. Lole Reutemann es el hundimiento de la provincia en los índices de desocupación y pobreza más altos del país. Reutemann, para el pueblo trabajador de Santa Fe, es la inundación asesina de la Capital provincial, por desidia, por afano, por corrupción capitalista.

Aunque el misógino candidato Del Sel haya dicho que la inundación fue “un fenómeno natural”, por el contrario, fue un brutal fenómeno social y político, fue una consecuencia lógica de las políticas capitalistas que se implementaron en los 90 por el peronismo, con el acompañamiento del resto de los partidos de los empresarios, como la UCR.

Todos disparan contra Lole, pero…

Lifschitz, Bonfatti y Binner no pierden la ocasión de atacar a Del Sel y a Reutemann como noventistas y neoliberales. Apenas lanzada la campaña, Lifschitz atacó a Lole por las inundaciones, por la represión del 19 de diciembre del 2001 y por la privatización del Banco de Santa Fe, además de sugerir que si gana Del Sel, se van a recortar los sueldos como lo hizo la dupla Reutemann-Mercier.

Pocos días antes de las elecciones del 2013, estallaba de manera letal un edificio entero en pleno Rosario, causando 22 muertos y decenas de heridos. Ese día, además, estalló el fraude de las privatizadas, en este caso Litoral Gas, que más allá del cacareo de Lifschitz y cía., siguen vivitas y matando. Frente a las lágrimas de cocodrilo de los partidos tradicionales que bancaron a Litoral Gas (peronismo, PS y UCR), que se secaron mientras la explosión se alejó en el tiempo, el Frente de Izquierda planteó la reestatización sin pago y bajo control de trabajadores y usuarios de todas las privatizadas.

El Banco de Santa Fe, entregado a precio de ganga a los Hermanos Rohm, sigue siendo un gran negocio privado, ligado al lavado de dinero, pero no una institución estatal, que genere créditos baratos a trabajadores, pequeños propietarios, o planes para acceder a la vivienda, que es lo que proponemos desde la izquierda.

La impunidad corre la misma suerte: crece, se desarrolla, se legitima. Ninguno de los responsables políticos de las inundaciones, ninguno de los responsables materiales y políticos del asesinato de Pocho Lepratti y los caídos en el 2001 y, dicho sea de paso, ninguno de los responsables políticos y empresariales de la explosión del edificio de calle Salta, está preso. El Frente Progresista de Lifschitz garantizó la impunidad del reutemismo en el 100% de los casos. Además: lo de criticar el descuento del 13% de los sueldos que hizo Reutemann suena a broma: el Partido Socialista fue parte de la Alianza y gobierna Santa Fe con la UCR que atacó a los jubilados, docentes y estatales.

Huérfanos en el peronismo.

A pesar de dar indicios suculentos de que no sería candidato del peronismo oficialista, el Frente Para la Victoria nunca dejó de prender velas de ilusión en torno a Lole. Hasta la mismísima María Eugenia Bielsa dedicó elogios a Reutemann, considerándolo “candidateable”. En definitiva, casi el conjunto del peronismo oscila regularmente entre considerar a Lole un “compañero” con el que tienen disidencias o alguien que podría unificar al peronismo, y atacarlo, sobre todo los sectores vinculados al progresismo, por su prontuario neoliberal, por inundador y demás.

Ese es, en definitiva, el enigma del kirchnerismo santafesino. Como presentar un candidato propio de “paladar negro” impide ser competitivo en las elecciones, han optado por poner en las últimas dos elecciones candidatos que son astillas del reutemismo, como el fallecido Jorge Obeid en el 2013 y Omar Perotti ahora, que… también les impide ser competitivo en las elecciones.

El Frente de Izquierda frente a ellos

Reutemann, las astillas del reutemismo, o aquellos socialistas que garantizan la “obra reutemista” y la impunidad letal de los gobiernos del corredor de autos: ninguna es opción para aquellos que enfrentan la impunidad noventista, la libertad de los asesinos del 2001 o que se movilizaron contra la brutalidad no natural de las inundaciones. La izquierda, el Frente de Izquierda, es la única fuerza política que no tuvo ni tiene lazos ni con el peronismo ni con el socialismo. Por eso mismo hablamos de los derechos, las luchas y las reivindicaciones del pueblo trabajador. Y por eso mismo quieren callarnos.


Octavio Crivaro

Sociólogo, dirigente del PTS y candidato nacional por el Frente de Izquierda-Unidad en Santa Fe.

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