Desde el comienzo de la ofensiva militar en Gaza, al menos 190 palestinos perdieron la vida en Cisjordania a manos de colonos y fuerzas armadas israelíes. Una auténtica política de limpieza étnica, al servicio de la agenda reaccionaria del gobierno israelí.
Miércoles 15 de noviembre de 2023 22:21
Al menos 190 palestinos perdieron la vida a manos de soldados y colonos israelíes en Cisjordania desde el 7 de octubre, según calculó esta semana el Ministerio de Sanidad palestino. Una cifra casi equivalente a la cantidad de palestinos que murieron en los nueve primeros meses del año, 208 según el ministerio.
Esta cifra echa luz sobre una realidad: las intervenciones militares en Cisjordania paralelamente a la ofensiva militar en Gaza y la aceleración de la colonización en el territorio, con la violencia que conlleva. Esta situación ha provocado el total vaciamiento de algunos pueblos, como Al-Qanub y Wadi Al-Sik.
En los últimos días, varias ciudades de Cisjordania han sido escenario de matanzas a manos del Ejército israelí, entre ellas Tulkarem, donde murieron siete palestinos en una operación militar, y la muerte de catorce personas en Yenín el jueves pasado. En Hebrón, soldados israelíes mataron a un taxista de 66 años, alegando haber oído disparos, versión desmentida por testigos.
A estos asesinatos se suman las constantes amenazas de muerte del Ejército y los colonos israelíes, como en Susiya, donde se han bloqueado las rutas que conducen a la ciudad más cercana para impedir que los residentes obtengan alimentos y otros recursos. Los colonos israelíes tampoco dudan en entrar en las casas de la gente para destruir sus pertenencias.
"Los colonos tienen ahora vía libre para disparar a los palestinos en Cisjordania".
En una entrevista concedida a LCI el martes, incluso el general Michel Yakovleff, antiguo miembro de la OTAN, expresó su preocupación por estas "ratonadas" que tienen lugar cada noche en Cisjordania, diciendo que le preocupaba lo que consideraba "el comienzo de una limpieza étnica" en un escenario "al estilo bosnio".
Esta es una situación que los generales de la OTAN, al igual que los jefes de los Estados imperialistas, pueden condenar, pero lo hacen separándolo de la actual ofensiva militar. Sin embargo, ambas están estrechamente vinculadas, ya que la ofensiva en Cisjordania se ve facilitada por la retórica que convierte en terroristas a todos los palestinos. Esto es particularmente cierto en el caso del ministro supremacista israelí Itamar Ben Gvir que, tras el ataque a una policía israelí la semana pasada, declaró:
tolerancia cero: en caso de duda, ninguna duda.
Según Iyad Haddad, de la ONG israelí B’Tselem, "los casos de palestinos muertos por disparos que hemos examinado demuestran que el ejército israelí y los colonos tienen ahora vía libre para disparar contra los palestinos en Cisjordania de una forma sin precedentes". En este sentido, el año 2023 es considerado "el más mortífero" por el diario +972 desde 2005.
Una antigua política colonial acelerada por el genocidio en Gaza
Las amenazas de muerte y los asesinatos en Cisjordania han adquirido una nueva gravedad desde el 7 de octubre, pero no son nada nuevo. Desde el comienzo de la ocupación israelí de Palestina, los colonos han tratado de desestabilizar la zona atacando a los palestinos, en particular atacando zonas agrícolas donde 800.000 olivos han sido arrancados desde 1967. Y esto sigue siendo un problema para los colonos israelíes que, según Yasmeen Al Hassan, miembro de la Unión de Comités de Trabajo Agrícola, hace que "las cosechas sean cada vez más peligrosas" para intentar que los palestinos abandonen sus tierras.
Con el confinamiento militar impuesto en Cisjordania después del 7 de octubre, miles de palestinos se ven obligados a vivir con miedo y bajo la amenaza constante del Ejército israelí y de los colonos que pretenden expulsarlos. Este plan de limpieza étnica está en consonancia con las declaraciones de miembros de la coalición gubernamental de extrema derecha de Benyamin Netanyahu, como Fuerza Judía, que piden abiertamente un Estado israelí "étnicamente puro".
La radicalización de los ataques de los colonos y del Ejército israelí muestra el horror y la crueldad del colonialismo en Palestina, apoyado por los gobiernos internacionales en nombre del derecho de Israel "a defenderse". La situación en Cisjordania demuestra, por si hiciera falta alguna prueba, lo engañoso de este argumento y cómo Israel intenta aprovecharse de la situación para hacer avanzar su proyecto colonial.
En un momento en que las manifestaciones de apoyo al pueblo palestino están movilizando a miles de personas en todo el mundo, es vital seguir construyendo un movimiento de solidaridad cada vez mayor para detener la brutal ofensiva de Israel y exigir el fin de la situación colonial en Palestina.
