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Red Internacional
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Referéndum Catalunya. “No soy independentista, vivo en Madrid, pero iría a votar en el referéndum el 1-O”

Testimonios de trabajadoras, trabajadores y jóvenes no catalanes que apoyan la realización del referéndum. No son independentistas, pero defienden el derecho a decidir, las libertades democráticas y rechazan la represión del Estado.

Josefina L. Martínez

Josefina L. Martínez @josefinamar14

Viernes 15 de septiembre de 2017

Un grupo de jóvenes durante la Diada del 11S en Barcelona. Foto: EFE

José tiene 25 años, nació en Madrid -dice que en su familia son varias generaciones de madrileños-, estudia geografía en la UAM y no es independentista, pero apoya que se pueda votar en el referéndum. “Creo que la posibilidad de decidir cualquier asunto por parte del pueblo es un derecho democrático básico. Si un estado considera este derecho como una ilegalidad, entonces no es un estado democrático, por lo que yo apoyo el derecho a decidir y el referéndum del 1-O.”

Loreto trabaja como jardinera en Madrid, vive en el barrio de Vallecas y también apoya el derecho a decidir. “Creo que un referéndum es un ejercicio de democracia que debería ser un acto natural de consulta al pueblo para ser capaces de debatir y solucionar, en este caso, un conflicto que se alarga en el tiempo.” Le pregunto sobre la reciente prohibición de un acto en apoyo al derecho a decidir en Madrid y sobre las medidas represivas del Estado contra el 1-O, asegura que esto “lo único que genera es más crispación y dice mucho de un sistema que tiene más de represivo y dictatorial que de democrático. Además, sirve muy oportunamente de cortina de humo para tapar la corrupción tan extendida, los recortes al pueblo, la insolidaridad con quienes más lo necesitan y la falta generalizada de libertad.”

Raquel es empleada doméstica, gana poco y en condiciones precarias, es militante de izquierda. Muchos dirían que no tiene por qué preocuparse por un referéndum que no le concierne, que no afecta su vida. Pero ella no piensa lo mismo. “Apoyo el referéndum simplemente porque ningún pueblo debe someter al otro en sus decisiones, aunque estén equivocados, solo mediante el diálogo y el convencimiento de este último se puede conseguir una unidad.”

Desde Bilbao, Alejandro piensa que éste no es un tema que tenga prioridad en su vida. “Me preocupa mucho más quedarme en paro, los salarios que nos pagan o la sanidad y la educación.” Pero también considera que es “muy triste que se tenga que prohibir una votación porque están vulnerando el derecho de la gente a decidir su futuro.” “Parece que estamos volviendo a los tiempos del nodo -agrega-, cada vez hay menos libertad y democracia".

Eva trabaja en el sector comercio, en Burgos: "No entiendo cómo se puede prohibir algo como el referéndum. Simplemente se trata de que la gente vote y se exprese. Aun no siendo nacionalista, creo que deberían poder hacerlo. Todo este asunto me da que pensar sobre lo poco democrática que es nuestra sociedad. Peor está aún la cosa si eres trabajador, ahí te joden por todos lados.”

Desde Madrid, Raquel aclara que, para ella, apoyar el referéndum no quiere decir apoyar a Puigdemont, ni a los políticos catalanes que están a la cabeza del procés. Explica sus razones. “Con un gobierno de Puigdemont, la clase trabajadora no va a vivir mejor, va a estar igual de explotada. La única manera de conseguir realmente un proceso constituyente que rompa con el régimen del 78, con su monarca al frente y todos sus poderes reales, incluidos los medios de comunicación, es a través de una movilización obrera, con huelgas en fábricas, empresas. Y formando comités en los centros de trabajo, donde se tomen decisiones y caminar toda la clase obrera unida y así contagiar al resto del Estado español, hacia un socialismo internacional.”

Cuando estalló el 15M en Puerta del Sol, Julia tenía 13 años. Empezó a interesarse en temas políticos en la universidad y a movilizarse con el movimiento de mujeres. Vive en Madrid desde hace 10 años. “No soy independentista, pero creo que la lucha por el derecho de autodeterminación está ligada al intento por derribar el Régimen del 78 y, mediante la unidad de todos los trabajadores y trabajadoras, ir por procesos constituyentes realmente libres y soberanos. Por ello yo apoyo el derecho a decidir y el referéndum del 1-O.”

Como trabajadora inmigrante chilena en Madrid, a Isabel le costó al principio formarse una opinión sobre lo que estaba pasando en Cataluña. Pero ahora lo tiene más claro: “Yo no estoy por la independencia de un pueblo sino más bien por la soberanía de la clase trabajadora en un territorio común, pero antes hay que luchar por el derecho a decidir. Cataluña se abre hacia la conquista de ese derecho.”

En mi caso, soy argentina y vivo en Madrid hace varios años. Hace unos días publiqué un tuit que decía simplemente: “No soy independentista, vivo en Madrid, pero el 1-O iría a votar en el referéndum por el derecho a decidir y contra la represión.” El tuit ha tenido miles de “me gusta” y retuits, además de centenares de comentarios, en su mayoría favorables y de “agradecimiento”. Así surgió la idea de este artículo.


Josefina L. Martínez

Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.

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