Esta mañana, Andrés Manuel López Obrador habló sobre el paro magisterial en Michoacán. Tras asegurar que habían sido liberados un total de mil millones de pesos para el gobierno del estado, López Obrador envió un mensaje a los maestros: "no vamos a ceder".
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Lunes 28 de enero de 2019
Durante la conferencia de prensa del Presidente Andrés Manuel López Obrador de esta mañana, el jefe del Ejecutivo respondió a cuestionamientos de la prensa sobre los 14 días de paros y bloqueos en Michoacán por parte de maestros organizados que exigen pago de sueldo y prestaciones atrasadas.
Michoacán: Claves de la lucha de los profesores por pagos atrasados
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En su mensaje, López Obrador dejó claro que la intervención del gobierno federal se limitaría a la liberación de recursos para el gobierno michoacano, dado que la resolución del conflicto "no es su responsabilidad". Por su parte, Silvano Aureoles insistió a través de su cuenta de Twitter que el bloqueo a las vías férreas era asunto federal y llamó a la administración de AMLO a resolver problemas "de fondo".
En una ofensiva a discreción, AMLO aseguró que "ya no hay motivo" para mantener los bloqueos en las vías y calificó como "capricho" la decisión del magisterio agrupado en la sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación de continuar con su plan de lucha a pesar de los ofrecimientos gubernamentales para apaciguar el descontento.
Mientras, según AMLO, un total de mil millones de pesos han sido liberados para el gobierno de Michoacán, dirigentes magisteriales aseguran que el presupuesto enviado al Congreso no corresponde con la totalidad de las demandas magisteriales, que suman no sólo el pago de prestaciones y salarios, sino compromisos previos como la apertura de plazas y la revisión de aspectos específicos de la reforma educativa.
El magisterio michoacano exige, además, auditorías a distintas instancias a nivel estatal, comenzando por las educativas, pues acusan manejo irregular del presupuesto por parte de la administración de Silvano Aureoles.
López Obrador descartó una salida represiva para el conflicto, sin embargo, en todo momento buscó descalificar al magisterio, sugiriendo que sus exigencias habían sido resueltas y que la prolongación del conflicto responde a que hay "intereses políticos" de por medio.
De la misma manera en la que ha justificado la continuidad del proyecto de militarización del país, Obrador aseguró que, en este conflicto su administración no tiene "problemas de conciencia" ni va a permitir "chantajes". Tras una disertación sobre "la izquierda", de la que excluyó posiciones "intransigentes", AMLO apeló a lo que llamó "la fuerza de la opinión pública" para presionar al magisterio organizado.