Yeickol Polevnski había anunciado la confirmación de la presencia del presidente de EE UU para la toma de protesta de López Obrador a la presidencia. Luego de varios desmentidos se confirmó que en su lugar estará Mike Pence.
Raúl Dosta @raul_dosta
Martes 13 de noviembre de 2018
La presidenta del Morena había dicho en conferencia de prensa que se había enterado de la confirmación de la visita de Donald Trump a México para respaldar a López Obrador en la ceremonia del día de su asunción a la presidencia de este país. Esto desató varios desmentidos empezando por el vocero de AMLO, Jesús Ramírez, quien afirmó que “de manera oficial podemos decir que no está confirmada la visita de Trump a la toma de protesta del presidente electo”.
La confusión tuvo que ser aclarada por el empresario Larry Rubin quien es el representante del partido Republicano en México, quien emitió un mensaje vía Twitter:
Aunque por la gran relación que existe entre EUA y México, ameritaría visita del Presidente Trump a la toma de protesta, el G-20 exige su presencia, lo que en representación de los americanos, será el Vicepresidente Mike Pence el que acuda a la toma de protesta de @lopezobrador_
— Larry D. Rubin (@lrubin) 13 de noviembre de 2018
El anuncio de Polvenski corresponde a una lectura equivocada en las relaciones entre ambos países. Si bien en el gobierno de Peña Nieto, éste ha reverenciado al Trump hasta la ignominia, cumpliendo el deseo del entonces candidato de venir a exhibirse y usar al presidente mexicano en función de su campaña electoral, mientras mantenía un discurso xenofóbico hacia los mexicanos.
El conjunto de la población no solo ha tomado nota de esto último sino que en los cerca de dos años que lleva de gobierno Trump ha acumulado bastante animadversión contra el mandatario yanqui, por las enormes ofensas cometidas contra nuestros migrantes, continuando con la oleada de persecución y deportaciones y la política de cero tolerancia, que llevo a la inhumana separación de niños migrantes de sus padres detenidos al momento de solicitar asilo.
Este odio de los de abajo contra la figura de Trump se ha intensificado con la negativa a recibir a la Caravana Migrante y la amenaza de reprimirlos colocando tropas armadas en la frontera. Así, si bien el Morena y López Obrador añoran tener una buena y “respetuosa” relación con el presidente xenófobo, por lo que no han cuestionado la política antimigrante de la Casa Blanca, prestándose incluso a intentar retrasar el avance de la Caravana Migrante, aquellos que los eligieron no quisieran verlo por acá.
Si bien por diplomacia se tenía que enviar una invitación al gobierno estadounidense, hacer que viniera Trump podría confrontar al Morena con los ánimos de los trabajadores pobres del campo y la ciudad. Evidentemente en la Casa Blanca tienen la misma lectura y por ello la asistencia a la cumbre del G-20 en Buenos Aires les cae como anillo al dedo y si solo se estaban tardan en anunciarlo, el exabrupto de Polevski les cayó como anillo al dedo.
Trump no es bienvenido en México y Centroamérica y como aparece escrito en algunos agudos comentarios en las redes dirigidos a López Obrador: ¿Qué tal una consulta para decidir si este sátrapa puede entrar a nuestro país?
