Luján y Laura son hermanas. El 18 de febrero pasado un auto intentó secuestrarlas en la localidad de Rafael Calzada. Las jóvenes lograron atraer la atención de sus vecinos y escaparse. Hoy piden el desmantelamiento de la red de trata que actúa en la zona y denuncian la complicidad policial.
Janos Sedi Boka @janossedi
Jueves 12 de marzo de 2015
Imagen: La Izquierda Diario.
El 18/2 a las 21 horas, mientras las hermanas Luján y Laura caminan por su barrio en la localidad de Rafael Calzada (partido de Almirante Brown), un Gold verde frena bruscamente. Del mismo se bajan dos hombres que intentan secuestrarlas. Ellas corren en direcciones opuestas y logran hacerse escuchar por sus vecinos, disuadiendo a los agresores.
Ana, la madre de las chicas, ve el terror en el rostro de sus hijas e inmediatamente llama al 911. Acude a su casa el policía del barrio, Luis de Nicola, para decirles que "no hay nada que denunciar".
Después de este violento episodio y con el apoyo de su madre deciden enfrentar esta situación. Es así como se enteran que en el barrio hubo diez casos como el de ellas. "¿Cuántos más habrá de los cuales no nos enteramos?", se pregunta Maru, hermana mayor de Luján.
En Almirante Brown las organizaciones sociales denuncian que ya hay más de 30 mujeres desaparecidas y una red de antros de explotación sexual conocidos por todos menos, parecería, por el intendente massista Daniel Bollettieri, que hace un año declaró que "en Almirante Brown no hay prostíbulos".
En la zona, bajo la intendencia de Giustozzi, se hizo conocido el caso de Milagros Gonzáles quien había desaparecido el 16 de marzo del 2013 de la plaza de Burzaco. Diez días después, Milagros logró escaparse de un prostíbulo donde la esclavizaban sexualmente. En 2014 otra joven, Estefanía Díaz, logró huir de un prostíbulo luego de ser secuestrada. La única contención que recibió por parte de la gestión de Bollettieri fue el encierro en un hospital neuropsiquiátrico.
El lunes 9 de marzo, Luján y su madre, acompañadas por organizaciones de izquierda, de mujeres y de derechos humanos, se movilizaron a la municipalidad donde fueron recibidas por el director general del área de Seguridad, Fransciso Peña. Éste les dijo que "no se tiene los medios suficientes para estar en todos lados", y después prometió cortar el pasto y poner más luces. Es decir, la respuesta institucional frente a una zona liberada y una red de trata que funciona con total impunidad, se limitó a meras reformas que están dentro de la agenda electoral.
Estas respuestas de Bollettieri (como antes las de Giustozzi), frente a cada hecho de violencia de género relacionado con las redes de trata y la prostitución, lo hace sospechoso de encubrimiento, al igual que a la policía que sugirió no hacer nada desde un principio.
Como dijo Luján "hay una realidad que se sobreentiende... Que donde existe una red de trata de personas existe una ligación policial, porque si no, no se explica cómo pueden actuar libremente e impunemente". Es claro que no es posible confiar en la policía, parte necesaria de este gran negocio. Por esta razón son muchas las organizaciones de mujeres y de la izquierda que buscan el desmantelamiento de la redes de trata y prostíbulos, y señalan que es necesario organizar una comisión investigadora independiente con víctimas, familiares, organizaciones de mujeres y de DDHH para encontrar a todas las chicas desaparecidas en la zona y encarcelar a todos los funcionarios políticos y policías implicados, y que forman parte de estas redes o que encubren su funcionamiento con total impunidad.
En el siguiente audio, Luján, Laura y Ana, su madre, cuentan su experiencia a los lectores de La Izquierda Diario.