La Izquierda Diario publica un texto llegado a nuestra redacción sobre lo sucedio en Olavarría el pasado fin de semana.
Miércoles 15 de marzo de 2017 21:05
Llegan entremezclados los recuerdos de los recitales de los Redondos, Walter, Villa Maria, Huracan, Racing, River. Y habría tantas cosas para decirle al Indio.
Tu anticipado, "ojo, cuidémonos entre nosotros, que hay mano negra", lo sucedido en Olavarría y tu silencio lastima a un más nuestras almas ricoteras.
Tu silencio no estuvo encantador esa noche.
Duele escribir esto, una mezcla de mi fanatismo, devoción y admiración por esta música, y la decepción por tu actitud silenciosa duele muy profundamente.
Duele ver como te pegan pero mas duele tu silencio y tu frase "están vendiendo pescado podrido". Que vendieron más entradas de la capacidad del predio, que eso no lo sabias.
Los fallecidos, sean por sobredosis o aplastamiento, fueron dentro del predio. Es responsabilidad de la organización. Te preocupaste cuando ocurrieron la avalanchas pero como buen burgués dijiste, "estos 20 borrachitos", cuando bajas tus remedios con whisky.
Sigue doliendo el recuerdo de esa noche. Tus palabras. Te fuiste con tu custodia y auto privado al hotel a penas terminó Mi perro dinamita, mientras salimos como pudimos. Y unos días atrás dijiste cuidémonos entre nosotros.
Como no sentirme así.
La música, las letras quedan y quedaran en mis venas, pero duele tu silencio y forma de actuar. A mas de uno le va a molestar estas palabras, pero es lo que siento. Y no por la actitud empresaria del indio voy a dejar de escuchar la música y letras que llegaron muy dentro mío. Separemos los tantos y seamos conscientes de lo que paso y pudo haber pasado.
El que abandona no tiene premio.
Eso espero, que todos los responsables que nos dejaron a la deriva no tengan premio, sino castigo, por el semejante abandono que sufrimos esa noche. Muchos de los que estuvimos esa noche estamos desconcertados. No mezclemos los tantos, la música, las letras, tan sentidas por cada uno de nosotros, que muchas veces representa nuestro día a día en esta vida, por un lado. La clase de vida actitudes y palabras del artista por otro lado. Por escribir esto no me siento menos ricotero.
Solo soy realista, consciente, y con sentido común y humano. Todos pudimos haber sido Javier Leon y Juan Bulacio, o peor, sumarnos a ellos. Esa noche todos coqueteamos con la tragedia, unos dentro y durante el recital, otros en la salida. Solo pido justicia por Juan y Javier.
Tengo 45 años y soy consciente adonde voy, donde me meto y de mis limites. Escribo esto con bronca, decepción y tristeza. Hasta pensando, ojalá este equivocado y sea todo al revés y tenga que comerme las palabras, pero no. Pasan las horas, los días y "tu silencio sigue sin ser encantador".
* Walter Aguirre, ricotero hasta el fin de mi vida.