Denuncian “tortuguismo” de la justicia en el caso de empleada asesinada. Colectivos a favor de la mujer llaman a protesta pacífica contra el consorcio.
Miércoles 17 de diciembre de 2014 00:05
Al cumplirse un mes del presunto asesinato de Angélica Trinidad Romero Severiano, cuyo cuerpo con signos de violencia se halló al interior de un sanitario de la tienda Liverpool ubicada en el Centro Comercial Perisur, los familiares de la joven denunciaron en entrevista que la empresa se niega a coadyuvar con las investigaciones al no entregar los videos de las cámaras de seguridad a la autoridad ministerial.
Además, Omar Robles, primo de Angélica, declaró que Liverpool no ha brindado los apoyos económicos que le corresponden a la madre de la joven que se desempeñaba como afanadora en esa sucursal, y que dejó en la orfandad a una niña de dos años de edad.
Por lo anterior, Omar Robles en compañía de otros familiares y el abogado de la causa acudirán a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para exigir que las investigaciones se aceleren, pues detalló que incluso el mismo Servicio Médico Forense de la capital no les ha entregado el reporte de la necropsia practicada a Angélica Trinidad, argumentando que falta un examen de laboratorio.
Ante el “tortuguismo” de las autoridades en este caso, diversas asociaciones pro derechos de las mujeres han decidido tomar cartas en el asunto y apoyar a la familia de Angélica Trinidad Romero Severiano con acciones de protesta civil pacífica en contra del consorcio Liverpool.
En este sentido varios colectivos en defensa de las mujeres han convocado este miércoles 17 de diciembre -por medio de redes sociales- a la clausura simbólica de la sucursal de Liverpool en Perisur, por considerar que su actitud es de cómplice en la muerte de Angélica.
Cabe recordar que el 15 de noviembre pasado, justo un día antes de la celebración de “El Buen Fin”, en la sucursal de Liverpool de Perisur en la Ciudad de México fue asesinada Angélica Trinidad Romero Severiano en el interior de un sanitario que utilizan los empleados de limpieza.
Los directivos de la tienda, al percatarse de los hechos, lejos de coadyuvar con las autoridades para tratar de resolver este crimen, alteraron la escena del homicidio y buscaron la manera de evitar el escándalo.
Omar Robles narra que la empresa contrató a un médico privado para que expidiera un certificado de defunción, consignando como causa de muerte un infarto fulminante. Además, dio fe de que el lugar de su muerte fue su domicilio particular, no en la tienda; después solicitaron a funerales Gris con ubicación en la delegación Tlalpan, que retiraran el cuerpo y lo cremaran.
Liverpool jamás dio aviso al Agente del Ministerio Público de Tlalpan para que hiciera las diligencias del levantamiento del cadáver, asegurara la escena del crimen y levantara pistas del probable asesino.
“Nosotros exigimos que se haga justicia, Liverpool trató a mi prima como si fuera un perro al que atropellan y le echas cal ¡y ya! porque mi prima era una mujer humilde y de bajos recursos. Eso no se hace con un ser humano”, señaló Omar Robles.