Desde Nuestro Hogar III, La Izquierda Diario eleva la voz de los trabajadores migrantes para que cuenten cómo viven la cuarentena. Compartimos con nuestros lectores algunas entrevistas.
Sábado 11 de abril de 2020 00:45
Como desde el principio de la cuarentena los habitantes de las barriadas populares y más alejadas del centro, como es el caso de Nuestro Hogar III, son quienes vienen sufriendo el aspecto más duro y cruel de esta cuarentena, que como hemos dicho en este medio, una medida muy poco organizada y sin pensar en las necesidades del pueblo trabajador más castigados como los migrantes, que en su mayoría tienen trabajos no registrados y sin aportes patronales, lo que se conoce como trabajo en “negro”.
El anuncio de Fernández de prolongar la cuarentena y la promesa de ponerse mas duro, lejos está de llevar siquiera un poco de tranquilidad a los más desprotegidos.
Así nos lo cuenta Mauro, obrero de la construcción y migrante peruano: “Y... el gobierno está dando 10 mil pesos, pero no va a alcanzar para esto, sostener nuestra situación. No se sabe cuándo se va solucionar este problema. El problema es que mayormente somos extranjeros, y no sabemos si lo podemos recibir.
¿Cómo hacen las parejas separadas? Yo, por ejemplo, le puedo dar eso a mi familia, pero ¿cómo se lo doy si no puedo salir afuera del barrio? Ni siquiera podemos salir a la calle, la policía te ve y te encierra o te da un castigo”.
Esta declaración nos deja en claro que Nuestro Hogar III es un barrio prisión, sus habitantes no pueden salir, y la policía cumple un rol fundamental en esa tarea.
“Trabajo en negro. Voy a averiguar si soy sorteado. ¿Cómo va a ser para los que no recibieron los 10 mil pesos?. Deberían hacer cobrar por ventanilla para los que no tienen tarjeta”, nos dice Mauro, mientras habla con otro vecino a quien le ofrece en venta algunas pertenencias.
Otro obrero de la construcción, Emilio, nos cuenta algo similar, “Realmente esta cuarentena nos afecta a todos, aunque más en mi caso, ya que trabajo en negro y no tengo la posibilidad de seguir adelante si se alarga la cuarentena, porque los ahorros ya se terminan. Lo de los 10 mil pesos no es para todos, y aunque no vi si puedo cobrarlos, hay muchos conocidos que están siendo rechazados, entonces si la cuarentena sigue ampliándose, ¿uno con qué va a vivir? A uno no le dan trabajo porque no puede salir. Ademas, necesito dinero para pagar la luz y el agua, que han subido mucho. Y aunque no cortan los servicios , uno igual tiene que pagar”.
Esta crisis sanitaria, como en otras, tiene rostro de mujer, como las enfermeras y médicas que están en la primera línea contra el COVID-19, o como las amas de casa que ante la escasez tienen que salir a rebuscarse el peso. Agustina, originaria de Bermejo, Bolivia, actualmente viviendo en NH III con sus hijas y su pareja, nos cuenta:
“Por lo menos para dos semanas me van a alcanzar (los 10 mil pesos del bono NdR). Está todo caro. Subieron las mercaderías de golpe acá en los kioscos, y una no puede salir al centro a comprar. Solo he salido una vez obligadamente en toda esta cuarentena en busca de alimento mas barato, pero no quisiera salir ya que tengo a mi papá de 79 años y tengo miedo que se contagie”.
Agustina nos relata un poco cómo ha sobrevivido en esta cuarentena: “Hago limpieza en casas de familia. Actualmente, estoy esperando trabajar, a que me llamen, para ver si debo o no buscar laburo por otra parte porque no me queda otra. Como no se puede salir a trabajar y tampoco hay changas, vivo con un par de pesitos que tenía ahorrados para una emergencia. Ahora ya no tengo plata, aunque me queda comida para unos días mas”.
“Estamos desamparados y sin trabajo”, “Que nos dejen trabajar y que nos den algún tipo de protección”, son algunas de las expresiones que se escuchan en el barrio.
Emilio agrega “No tenemos ninguna seguridad que el que nos contrate nos dé alcohol en gel, mascarillas, barbijos, entre otros elementos. Aunque todos tenemos derechos, no nos llegan esas cosas. Si no trabajamos no tenemos para comer. No sabemos qué hacer para comer”.
Pero también dan bronca los abusos de los empresarios que la clase trabajadora debe pagar: “Esta mal, la verdad es que se abusan en esta cuarentena al subir las mercaderías y una no puede hacer nada porque es pobre y ellos con su plata hacen lo que quieren.
Hay mucha gente que comenta que después de la cuarentena va a subir todo y no sé si va a haber plata para comer bien”. La experiencia de Agustina le permite darse cuenta que lo peor de la crisis viene después de la pandemia, cosa que el Gobierno no dice.
Alberto Fernández anunció que la cuarentena va a continuar hasta el 26 de abril, y salvo algunos anuncios menores, no habló de la situación acuciante, que como las y los vecinos de Nuestro Hogar III, viven cientos de miles de familias trabajadoras en todo el país. Desde la izquierda venimos exigiendo un salario de cuarentena que como mínimo llegue a los 30 mil pesos, algo que se podría lograr con tan solo cobrarle un impuesto del 3 por ciento a las grandes fortunas.
Desde La Izquierda Diario intentamos ser la voz de aquellos y aquellas que no la tienen. Hacenos llegar tu denuncia al 3512453728.