El día sábado, la sesión del Congreso del PTS estuvo dedicada a la discusión sobre “Balance y Orientación”, en base a los documentos presentados previamente. Pese a haber pasado sólo 8 meses desde el anterior Congreso, fueron muchos los temas en discusión. Plantearemos aquí una síntesis de los debates y resoluciones de este punto. El domingo tuvo lugar la discusión sobre la dirección nacional del PTS para culminar eligiendo por votación de los delegados a los miembros del nuevo Comité Central.
Jueves 20 de abril de 2017 15:44
1.- Participar en las luchas y comenzar la campaña electoral, sin perder de vista los objetivos revolucionarios.
La realidad internacional tiene una gran paradoja: mientras el capitalismo logra a duras penas mantenerse a flote desde la crisis del 2007/2008, con un creciente descontento popular, luchas y el fin de las ilusiones en una economía “globalizada” que “derrame”, la derecha nacionalista (Donald Trump y variantes similares) toma la iniciativa para intentar una salida más reaccionaria a la crisis.
Emergen, en el otro polo, tendencias hacia la izquierda, que expresan síntomas de recomposición de la clase trabajadora, aunque capitalizadas centralmente por neoreformistas y “populistas” (ver "Hacia una nueva etapa de la situación mundial"). En Argentina, el gobierno de Macri busca avanzar sobre las conquistas obreras y populares gracias al apoyo que le brinda la mal llamada “oposición” (PJ/FPV, Frente Renovador, PS de Santa Fe) y las treguas sistemáticas de la burocracia sindical.
Las luchas que se vienen desarrollando en los últimos años son defensivas y por reivindicaciones parciales, sin llegar a poner en cuestión al gobierno y a la clase capitalista (como en cierta medida ocurrió en diciembre del 2001). Los principales protagonistas han sido diversos sectores de la clase trabajadora y el poderoso movimiento de mujeres.
El kirchnerismo pretende aprovechar este carácter parcial de los principales procesos, para canalizarlos en el “vamos a volver”, porque “con Cristina estábamos mejor”, sabiendo que es pura demagogia: el ajuste ya había empezado bajo el kirchnerismo y Daniel Scioli se proponía continuarlo en el marco de una coalición que contenía a todos los que hoy le dan gobernabilidad a Macri; van a compartir las mismas listas para las próximas elecciones con los “votadores seriales de leyes macristas” y quienes gobiernan sus provincias ajustando y reprimiendo, que abundan en el peronismo.
Por esto, el XVI Congreso del PTS profundizó el cuestionamiento a la separación entre lucha sindical y lucha política, entre cualquier lucha reivindicativa parcial y los programas de fondo que pongan en cuestión el poder capitalista (ver "Lucha obrera, lucha política y tareas de los revolucionarios").
No se trata de una batalla sencilla, ya que enfrenta el “sentido común” que impone día a día el régimen, sus medios, la burocracia sindical y gran parte del “sindicalismo combativo”. A estas presiones podemos terminar adaptándonos ya sea planteando las cuestiones de fondo, estratégicas, sólo a muy poca gente (propagandismo) y evitando la lucha política; ya sea diluyendo el contenido más anticapitalista, revolucionario, cuestionador de la “rutina sindical” (o feminista, o estudiantilista), evitando el choque de ideas y posiciones.
Este es el significado de lo que llamamos “movimientismo”: la adaptación a los movimientos sindicales, políticos y de lucha tal cual se dan, limitados a sus reclamos concretos, incluso siendo su ala más combativa. Si no hacemos todos los esfuerzos por plantear demandas políticas que tiendan un puente entre la conciencia actual y la perspectiva de una sociedad sin explotación y opresión, estaremos colaborando para que avancen, ya sea la derecha, con sus salidas de “cambio de fondo”, ya sean los demagogos de centroizquierda (kirchnerismo y sus aliados).
Para enfrentar esto, resolvimos una orientación política en tres niveles.
a) Intensificar la denuncia del papel del kirchnerismo, para disputar su influencia política sobre amplias franjas de trabajadores y jóvenes. Los delegados y delegadas coincidieron en considerar que el kirchnerismo no se viene desarrollando como fuerza militante, pero sí están “a la ofensiva” por los buenos pronósticos electorales de CFK, aunque es muy dudoso que efectivamente sea candidata. Por esto, está planteada una lucha política abierta en todos los ámbitos, en especial en la campaña electoral que se inicia.
b) Redoblar la agitación política con el lema “Nuestras vidas valen más que sus ganancias”, alrededor del cual presentamos distintos ejes de lucha, desde la defensa del salario, contra los despidos, contra el trabajo precario, hasta la demanda de “6 horas de trabajo, 5 días, para que todos tengan trabajo, sin rebaja salarial y que el mínimo cubra la canasta familiar”, como una expresión concreta de la demanda histórica del movimiento obrero y el marxismo revolucionario de la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados (o frente a las suspensiones).
El desafío que nos proponemos es elevar las aspiraciones de franjas de la clase trabajadora para no limitar nuestro horizonte de lucha a una eterna defensa de salarios que no alcanzan, trabajos precarios, jornadas interminables y agotadoras (como los turnos rotativos) para ganar un poco más, en definitiva, vivir para trabajar, sino comenzar la lucha por cuestionar la explotación capitalista, por el tiempo libre.
Se trata de una lucha planteada para el conjunto de la clase trabajadora, más allá de batallas concretas que puedan darse en algunas fábricas o empresas (como lo conquistó el Subte y como se lo proponen sectores de la UTA), siguiendo el ejemplo de la bandera de la jornada de 8 horas que levantó la clase obrera desde fines del siglo XIX, con los Mártires de Chicago como gran ejemplo, inmortalizados por la Segunda Internacional en el Día Internacional de los Trabajadores, el Primero de Mayo. Ya existe un debate a nivel mundial a partir del desarrollo de la técnica aplicada al trabajo (robotización). Su organización racional permitiría la rebaja progresiva de la jornada de trabajo hasta un mínimo social, pero en manos de los capitalistas está al servicio de superexplotar a un sector mientras envía a la miseria a otro.
Con esta campaña buscamos, de mínima, que los activistas sindicales, estudiantiles y del movimiento de mujeres, así como los y las simpatizantes del Frente de Izquierda, puedan comprender más claramente nuestra perspectiva anticapitalista revolucionaria. El Frente de Izquierda presenta un programa que culmina en el gobierno de los trabajadores, pero los sectores de las masas que lo apoyan y escuchan, lo hacen esencialmente por su independencia de todas las variantes patronales, y en defensa de los derechos de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Esto es una gran conquista en un país donde la ideología dominante en la clase obrera es la colaboración de clases que impuso el peronismo. Pero esa adhesión al FIT no llega a compartir los aspectos revolucionarios, socialistas, de su programa, y por lo tanto la definimos como una identidad “débil” para convertirse en una militancia verdaderamente transformadora. Esto responde a los límites de la propia experiencia de la clase trabajadora, que los revolucionarios no podemos evitar. Pero lo que si podemos y debemos hacer es explicar que es necesario levantar banderas más abiertamente revolucionarias, así como la derecha presenta las suyas (duramente reaccionarias).
Como objetivo “de máxima”, creemos que esta campaña puede despertar el imaginario de franjas de los trabajadores, en especial de la juventud que trabaja y estudia, menos adaptados a la búsqueda de la “salida individual” o a “dejar la vida en la fábrica” (horas extras) y más dispuestos a proponerse luchas de fondo. En el Congreso, delegados de la juventud trabajadora y estudiantil, señalaron que ven especial predisposición hacia las ideas de izquierda en las y los jóvenes “sub 23”, por lo cual resolvimos prestarles especial atención.
Los candidatos del PTS en el Frente de Izquierda en las distintas provincias, ya están encarando esta campaña y vemos que llama la atención de nuevos sectores.
El primer desafío para desarrollarla será el acto unitario del Frente de Izquierda este Primero de Mayo.
c) Reafirmar con toda la militancia y hacia los miles de compañeros y compañeras que han participado con nosotros en luchas, actos, campañas electorales, en particular con los 20.000 que invitamos para el acto en la cancha de Atlanta, que el partido que estamos construyendo en Argentina y a nivel internacional, es el partido que se propone liberar a los esclavos modernos, que son los asalariados, terminar con la sociedad de explotación, conquistar con la lucha el gobierno de los trabajadores basado en la autoorganización de los trabajadores y oprimidos, para avanzar hacia el socialismo. Un partido que está en la primera fila de cada batalla por más parcial que sea, pero que no pierde de vista que nuestro destino no está en “hacer un poco más soportable la esclavitud” (asalariada) sino en terminar con ella, ya que sólo así será posible poner fin a la miseria, la opresión, la destrucción del planeta, las guerras y toda forma de barbarie humana.
Esta cuestión fue encarada en el Congreso como una necesidad para reforzar los fundamentos estratégicos de la militancia en el PTS, tanto a los y las militantes actuales como a los compañeros y compañeras que invitamos a que se incorporen a la militancia, y para explicar también a los que comparten con nosotros agrupaciones sindicales y estudiantiles, la razón de fondo por la que opinamos que esas agrupaciones deben apoyar e impulsar el Frente de Izquierda.
Estos fundamentos son conocidos por la mayoría de los y las militantes más “antiguos”, pero “poco ejercitado” por la presión de los “movimientos” que señalamos arriba. Es necesario explicar pacientemente, con todo tipo de ejemplos históricos y presentes, a los compañeros y compañeras nuevas y a los que integran las agrupaciones.
2.- Un “partido de combate” en el terreno político y de la lucha de clases
El PTS viene desarrollando teóricamente todas las cuestiones referentes a la estrategia revolucionaria, es decir, al arte de vencer, articulando las batallas parciales. Esto es parte de tomar con mucha seriedad cada intervención en la lucha de clases y en cada escenario de lucha política.
a) Una campaña electoral al servicio de la lucha política por ampliar la influencia del FIT
La izquierda revolucionaria utiliza la campaña electoral para profundizar la denuncia política del régimen y sus partidos, difundir las luchas y levantar un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Es nuestra obligación intervenir en ella lo antes posible, para no regalar terreno al enemigo.
Como se expresa en la resolución nacional, el Congreso ratificó por unanimidad las pre-candidaturas propuestas para representar al PTS en el Frente de Izquierda, considerando que son los mejores compañeros y compañeras para batallar por conquistar influencia política sobre nuevas franjas de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud, para ampliar la representación parlamentaria del FIT.
Varios delegados y delegadas relataron las posibilidades de ganar influencia no sólo en los sectores defraudados con el kirchnerismo, sino también con las franjas de trabajadores y jóvenes que votaron a Macri en el balotaje porque tenían bronca con el gobierno kirchnerista por la inflación, las denuncias de corrupción, el impuesto al salario, y hoy se “arrepienten”, así como sectores desencantados con Massa por su colaboracionismo.
El Congreso llamó a iniciar la campaña electoral durante el mes de mayo, con el lanzamiento de las pre-candidaturas locales.
Está pendiente la discusión con los demás integrantes del FIT, para explorar la posibilidad de listas comunes o sino utilizar el mecanismo de las PASO para establecer el orden de las listas (dado que está garantizado el mecanismo de la rotación en las bancas que se obtuvieren).
b) “Bastiones” que permitan impulsar con fuerza el Frente Único y agrupaciones para potenciar la lucha política
El PTS ha intervenido en las luchas por gremio, donde actuamos junto a otras corrientes como oposición a la burocracia sindical (ahora en docentes, por ejemplo) y en históricas batallas de fábrica, como las del Astillero Río Santiago en los ’90, Zanon desde el 2000, Brukman en 2002, Jabón Federal en 2006, Mafissa en 2008, Kraft en 2009, Lear en 2014, junto con numerosas luchas estudiantiles, que son hitos de la vanguardia obrera, verdaderas “escuelas de guerra” (Lenin) que permiten forjar dirigentes y militantes en enfrentamientos duros con las patronales, el Estado y la burocracia sindical. En otro terreno, Pan y Rosas fue la agrupación de mujeres de la izquierda que encabezó la batalla en el Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario por un programa independiente, por métodos democráticos y porque la próxima sede sea en Buenos Aires.
En cada una de estas luchas se plantea la pelea por el Frente único de las organizaciones de masas de los trabajadores (o estudiantiles), como exigencias a sus direcciones para que tomen medidas de lucha concretas, por puntos determinados, manteniendo nuestra total independencia y libertad de crítica (golpear juntos, marchar separados). Este llamado no tiene nada que ver con un supuesto “frente antimacrista”, es decir, un frente político con corrientes como el kirchnerismo.
Nuestro llamado es a las organizaciones de masas y sus direcciones, para impulsarlas a la lucha o, en su defecto, demostrar ante sus bases su carácter conciliador o directamente traidor. Dentro del frente único peleamos por la autoorganización, de manera tal de conquistar “volúmenes de fuerzas” para poder imponerle a las direcciones burocráticas las medidas necesarias y tener la capacidad de sobrepasarlas. El Congreso debatió sobre el balance de la toma de AGR, ratificando las críticas a la dirección del PO que planteamos en La Izquierda Diario.
Para lograr “volúmenes de fuerzas”, el Congreso se propuso conquistar nuevos “bastiones”, es decir, lugares donde exista acumulación militante e influencia política que nos permitan tener “capacidad de combate” frente a ataques patronales o del gobierno. A su vez, en cada ciudad importante o provincia donde conquistemos varios bastiones, nos proponemos crear “centros de gravedad” (concentración de fuerzas y peso dirigente) del PTS, en la industria, en transportes y comunicaciones, en docentes y el movimiento estudiantil.
El Congreso discutió también que los “bastiones” no significan sólo organizar compañeros y compañeras de una estructura determinada, sino también sus redes en los barrios u otras empresas, aumentando así su influencia y capacidad de lucha. Este es el fundamento más estratégico de lo que llamamos “militancia cruzada” entre trabajadores, mujeres y estudiantes, con centro en los locales partidarios, que al mismo tiempo combate el “corporativismo”, es decir la militancia centrada de forma casi exclusiva en el propio lugar de trabajo o estudio.
Ahora vamos a lanzar una gran campaña electoral, donde recorreremos los barrios y redes científicamente, utilizando toda la tecnología disponible, pero nos proponemos una experiencia política que luego se mantenga en el tiempo.
El XVI Congreso del PTS resolvió también dar un fuerte impulso a las agrupaciones comunes con compañeros y compañeras sin militancia partidaria que comparten nuestros objetivos de lucha, tanto sindical, estudiantil o del movimiento de mujeres (Pan y Rosas), como la batalla política electoral. Nos proponemos organizar en forma amplia a los miles de trabajadores, mujeres y jóvenes que han compartido con nosotros batallas parciales en los lugares de trabajo y estudio, explicando la necesidad de elevar esas luchas al plano político general con los ejes que planteamos desde el PTS en el Frente de Izquierda. En el movimiento obrero, las agrupaciones discutirán el impulso de centenares de pre-candidaturas para llenar de trabajadores las listas del Frente de Izquierda. En el movimiento estudiantil y en Pan y Rosas, también se ponen en pie agrupaciones que nos permiten desarrollar una experiencia común, y en ese marco avanzar en la comprensión del objetivo estratégico del PTS por construir un partido de trabajadores revolucionario, socialista e internacionalista.
Como resoluciones de campaña específicas, el Congreso votó retomar el apoyo concreto a las fábricas bajo gestión obrera, tanto Zanon como Madygraf/Donnelley, así como el Hotel Bauen que sufre la amenaza de desalojo.
A su vez, resolvimos, como parte de la pelea por recuperar los sindicatos, profundizar las campañas de las listas Multicolor en el SUTEBA (provincial y seccionales, donde militantes del PTS ocupan cargos destacados), así como en la Granate-Blanca de FOETRA Buenos Aires (Telefónicos), encabezada por nuestro compañero Carlos Artacho como candidato a Secretario General.
3.- La Izquierda Diario como medio masivo de influencia política de la izquierda revolucionaria y “organizador colectivo” del PTS
En el agitado mes de marzo, LID conquistó casi 3 millones de ingresos. En el Congreso reafirmamos que es una novedad en la tradición de la izquierda obrera a nivel internacional, ya que es una prensa partidaria que a su vez ofrece actualizaciones de noticias con el punto de vista de la izquierda y se propone “pelear la agenda” con los grandes medios capitalistas.
¿Qué significa “organizador colectivo”? Que nos permita golpear como un solo puño con la posición del PTS frente a determinados hechos políticos nacional e internacionales. O sea, no se trata de sumar notas que responden a los hechos nacional y que reflejan las intervenciones parciales del PTS, sino de articular todo ese caudal en campañas políticas que permitan que las decenas de miles de lectores conozcan y compartan nuestras posiciones políticas, las critiquen y se establezcan diálogos. Desde el Congreso anterior, militantes y simpatizantes del PTS vienen desarrollando una riquísima experiencia como corresponsales del diario y muchos lo utilizaron para ejercitarse como “tribunos del pueblo” (Lenin), buscando relacionar la respuesta a los problemas sociales y políticos con la una salida anticapitalista y en la perspectiva del gobierno de los trabajadores.
4.- La lucha ideológica y formación de nuevas fuerzas militantes
Todo lo que hemos desarrollado requiere de fundamentos teórico-ideológicos profundos. Con este fin impulsamos la revista Ideas de Izquierda, la publicación de libros del CEIP/IPS, las notas de análisis, teoría y debate de LID, y las cátedras marxistas en la universidad. Los compañeros y compañeras docentes de la Corriente 9 de Abril, junto con estudiantes terciarios de la Juventud del PTS, vienen de editar la revista “Cuestionando la Educación por Izquierda”.
Durante el verano se realizaron cursos de formación teórico política de distintos niveles y temáticas, en cada regional del PTS.
Reafirmar que nos proponemos construir un partido para “liberar a los esclavos asalariados” como fin, es un punto de partida esencial para encarar la difícil tarea de formar nuevas generaciones de dirigentes y militantes, algo que requiere no sólo de una intensa propaganda y lucha ideológica, sino también una relación estrecha con compañeros y compañeras cuadros más experimentados que “acompañen” a las y los nuevos militantes y ayuden a superar todas las dificultades que se presentan.
Si logramos combinar los distintos niveles que nos estamos proponiendo, creemos que el PTS tiene planteado multiplicar su militancia partidaria durante este año, por lo cual resolvimos que todos los equipos elaboren y sistematicen el convencimiento y la organización de nuevos compañeros y compañeras.