Con la aprobación de la Ley de Parquímetros en la Legislatura porteña, el estacionamiento medido llegará al 45 % de las calles porteñas. Una estafa a los vecinos y un beneficio enorme para las empresas.
Viernes 2 de diciembre de 2016
Fotografía: parabuenosaires
Gracias a los votos de los radicales de Suma +, los socialistas de Roy Cortina, la Coalición Cívica y el Frente Renovador, el PRO logró la aprobación de la nueva Ley de Parquímetros en la Legislatura porteña. En el próximo año, la Secretaría de Transporte y Tránsito queda habilitada para aplicar el nuevo sistema que llevará el estacionamiento medido al 45 % de las calles de la Ciudad y tendrá presencia en 14 comunas. Actualmente sólo hay parquímetros en 4000 espacios. Con la nueva ley, este sistema de estacionamiento controlará alrededor de 87.000 plazas de las 334.654 existentes, un 27 % del total.
El PRO presentó el proyecto argumentando que los viejos parquímetros serán reemplazados por un sistema más “moderno” que permite pagar con SUBE, tarjetas de débito y crédito desde el celular. En realidad se trata de un nuevo golpe al bolsillo de los vecinos que se suma a los tarifazos recibidos con el aumento del Subterráneo y en los servicios públicos. “La única novedad es que va a haber que pagar en el 45 % de las 27 mil cuadras que existen en la Ciudad” denunció el diputado del Frente de Izquierda, Patricio del Corro. “Además es un verso que este sistema permitirá mejorar el tránsito, insisto, lo que permite es llenarle los bolsillos a las empresas. En vez de construir nuevas líneas de subterráneos, algo que Rodríguez Larreta ya dejó claro que no piensa hacer, lo que ponen son máquinas donde debieran estar esas nuevas líneas para meterle la mano en el bolsillo a los vecinos” argumentó el diputado. Otro de los temas importantes que fue denunciado por el Frente de Izquierda es que para adquirir las nuevas máquinas la Ciudad se endeudará en 18 millones de dólares.
El sistema propuesto por el PRO mantiene el actual esquema de tarifas diferenciadas. En las zonas donde hay más demanda, los precios aumentarán hora tras hora, mientras que quienes tengan domicilio de residencia pagarán la mitad; en las zonas con demanda intermedia la tarifa será gratuita para quienes vivan a 300 metros a la redonda. En las zonas menos transitadas se prevé una tarifa plana por hora y la gratuidad para quienes sean residentes. Otra de las novedades es que las grúas ahora podrán acarrear en todos los barrios y la ley dispone diez playones para la ubicación de estos vehículos. Sin embargo, se escucharon voces críticas respecto a este punto en la sesión donde se votó la ley. No es cierto lo que dice el PRO de que los residentes tendrán exenciones. Lo que proponen es muy limitado. Solo un auto por familia queda exento. Además todos los días un vecino debe registrar su auto en el parquímetro correspondiente a su cuadra, si esto no se hace, la grúa se lleva el vehículo.
Patricio del Corro contextualizó en qué momento se da la votación de esta ley. “Durante todo el año hemos visto cómo se ha estigmatizado a los “trapitos” a quienes se tilda de delincuentes. Ahora queda claro hacia donde apuntaba el PRO. Los trapitos necesitan de esa actividad para sobrevivir, y esto no es otra cosa que la expresión más palpable de la desocupación y de la informalidad laboral que existe hoy en la Argentina y particularmente en la Ciudad de Buenos Aires. A las barras bravas y a la policía, que aprovechan la actividad de los trapitos como una caja para financiar sus negocios y hasta la política no se los persigue. Esto es algo que puede verse fácilmente en cualquier recital o en cualquier partido de futbol. Todo el mundo sabe que esas actividades son manejadas por esta connivencia. Siempre el ataque del PRO fue contra los pobres, con el verso del mejoramiento del tránsito mediante, contra el eslabón más vulnerable de esta cadena. De ninguna manera van a atacar a las mafias. Ahora se termina de ver claro esta denuncia que ya hice hace ya varios meses. Esta guerra era para avanzar aún más en la privatización del espacio público. Con esta ley vemos cuál era el objetivo de esta guerra contra los pobres: otorgarle más beneficios a empresas como empresas Dakota-STO y BRD-SEC que son las que controlan todo el sistema de estacionamiento. Es sabido ya que los negocios han sido en estos últimos 8 años el motor de la iniciativa del PRO. Su preocupación no se centra en una ciudad más sustentable desalentando el uso del automóvil, promoviendo un transporte público de calidad, sino en imponer en la Ciudad el estacionamiento tarifado.
El servicio es controlado hoy por las empresas Dakota-STO y BRD-SEC, cuyos contratos vencieron en 2001. Cada una de estas empresas concreta entre 10.000 y 12.000 acarreos mensuales 44% más que en 2013. Además, hay que sumarle lo que cobran por hora en cada uno de puestos de estacionamiento medido que hay en la Ciudad. Por todos estos servicios, las empresas pagan un canon de apenas un canon mensual de unos $ 55.000. El costo de cada acarreo es de $ 750. Lo que significa 13636 pesos por hora para las dos empresas.