30A. Nueva jornada de lucha en Chile: Gobierno y "oposición" buscan frenar a la clase trabajadora

Este viernes se desarrolló la jornada de movilizaciones que había sido convocada como “huelga general sanitaria” por la Central Única de Trabajadores.

Mientras algunos sectores laborales y barriales comenzaban a desarrollar las primeras movilizaciones desde muy temprano, la presidenta de la CUT Bárbara Figueroa aclaraba en los medios que sus expectativas no estaban en las calles sino en el odiado parlamento. "Esperamos reunirnos luego con la presidenta del Senado para saber lo que se tratará en su encuentro con el Presidente Piñera", declaraba la dirigenta del Partido Comunista en un importante medio radial.

Entre las demandas más relevantes de la convocatoria se encontraban el aumento del salario mínimo a 500.000 pesos chilenos (cerca de 700 dólares); una renta básica universal de emergencia para el 80 % de la población y el congelamiento de los precios de alimentos e insumos básicos.

La convocatoria se había hecho además en el marco del intento del presidente Sebastián Piñera de impedir que millones de chilenas y chilenos pudiesen retirar parte de sus fondos jubilatorios para sortear su difícil situación económica.

Sin embargo, ese acto miserable del presidente, que buscaba preservar las ganancias de las administradoras de fondos previsionales (AFP) con el hambre del pueblo trabajador, fue quebrado en las calles en las vísperas de la Huelga General Sanitaria, a manos de los trabajadores portuarios, que hicieron valer el peso de su ubicación "esencial" para el capitalismo chileno y pararon las faenas de norte a sur.

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Con esa enorme victoria bajo la manga, la clase trabajadora se disponía a ir por más. Pese al descontento de amplios sectores, la política de sus direcciones fue ir a un paro testimonial, sin una gran organización en las bases para garantizar una verdadera demostración de fuerzas.

A pesar de ello, se organizaron asambleas y comités de huelga para la jornada de lucha.

Los sectores independientes se movilizaron

A las 7 de la mañana, en la comuna de San Miguel, organizaciones sindicales populares y políticas se reunieron frente al hospital Barros Luco para cortar una de las principales arterias de la zona sur de Santiago. Los trabajadores se manifestaron contra las políticas del gobierno de Piñera en favor de los ricos y grandes empresarios, "Mientras nosotros estamos precarizados, en el ámbito económico y sanitario", señalaron en un comunicado de la coordinación de trabajadores, pobladores, jóvenes y disidencias.

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La consigna unificada de la movilización: “Que la crisis no la pague el pueblo trabajador. Fuera Piñera” demostró que se necesita organizar desde las bases a los trabajadores, quienes no tienen miedo de luchar por sus derechos, para avanzar a una Huelga General efectiva que ponga en jaque al régimen y que no apunte solo a dialogar con el Gobierno, sino a conquistar todas las demandas que levantó el pueblo en la rebelión y conquistar una verdadera Asamblea Constituyente Libre y Soberana.

En el otro extremo de la ciudad, en la zona norte de Santiago, los candidatos a constituyente de la lista de trabajadores revolucionarios Beatriz Bravo y Gabriel Muñoz se sumaron a la convocatoria de los trabajadores del sindicato de trabajadores de RED BUS “Elias Laferte”.

En Puente Alto, trabajadores y trabajadoras del centro de salud Alejandro del Río se movilizaron junto con la Coordinadora contra la represión de las organizaciones políticas y sociales de la comuna. Realizaron cortes en la avenida Concha y Toro y recibieron la adhesión de usuarios a la campaña "No somos robot" que llevan adelante contra el agobio laboral.

Trabajadoras y trabajadores de la salud de la comuna de El bosque, salieron a manifestarse señalando que "desde este Cesfam decimos fuera Piñera, no más abusos ni represión contra los trabajadores de la salud".

En Antofagasta trabajadores y trabajadoras de la salud, la industria, de la educación y jóvenes, junto a los huelguistas de la empresa Vecchiola, se concentraron en el Hospital Regional de Antofagasta y cortaron la avenida Pedro Aguirre Cerda en el corazón del barrio industrial de la ciudad.

El candidato a gobernador por Antofagasta de la Lista de Trabajadores Revolucionarios se hizo presente en el corte de calle, señalando que "Los portuarios nos mostraron que tenemos la fuerza para hacer retroceder al gobierno (...) pero la CUT sigue confiando en los sectores de la ex concertación, quienes están acordando hoy un salvataje al Gobierno de Piñera"

Operación "Sostener a Piñera"

Mientras se desarrollaba la jornada convocada por la CUT, la presidenta del Senado Yasna Provoste (Democracia Cristiana, oposición) y el presidente de Diputados Diego Paulsen (Renovación Nacional, oficialismo), se reunieron con el presidente Sebastián Piñera en La Moneda para discutir un acuerdo en materia de ayudas sociales y de gobernabilidad.

La reunión fue convocada por Piñera tras la derrota sufrida por el retiro de fondos jubilatorios y la enorme crisis y debilidad en que quedó la presidencia, con los paros portuarios, cacerolazos y la amenaza de que se extiendan a sindicatos y poblaciones, lo que puso al Gobierno contra las cuerdas.

Frente a ello, la oposición, centralmente la Concertación a través de Yasna Provoste, tendió la mano a Piñera para un “gran acuerdo” de gobernabilidad. Su doctrina es que “no podemos infligir nuevas derrotas al Gobierno”. Piñera, más debilitado que nunca, tomó el guante y los convocó a la reunión en La Moneda, para iniciar un “gran acuerdo” entre la coalición de gobierno Chile Vamos y la oposición.

La vieja Concertación, que gobernó ininterrumpidamente por 20 años desde que cayó la dictadura (entre 1990 y 2010), busca una nueva “cocina” para recomponer la gobernabilidad de Piñera, porque apuesta a la vía electoral en vez de echar al odiado presidente con la movilización. Y lo hace con un discurso que apela a las ayudas que necesita la gente, cuando han aprobado casi todas las medidas de Piñera responsables de que el pueblo trabajador siga pagando la crisis.

En la reunión en La Moneda se acordó implementar “ayudas sociales directas para las familias y pymes”. El presidente de Diputados, Diego Paulsen, señaló que “pusimos plazo de una semana”. Por su parte, Yasna Provoste explicó que Piñera se comprometió a trabajar un “instrumento universal que llegue rápido a las familias en el más breve plazo”. “La resolución del Tribunal Constitucional (que habilitó el retiro de fondos de pensiones) abre un camino que debe ser entendido por todos y todas. Nadie se puede negar a una agenda de mínimos“, señaló. La oposición pide medidas tan mínimas como un ingreso universal de emergencia por debajo de la canasta básica familiar. Acordaron una comisión común que verá estas medidas.

La oposición busca mostrarse como que gestionan medidas favorable al pueblo y así abrir un camino que permita salir de su aguda crisis. El Parlamento es una de las instituciones más odiadas por el pueblo. Pero centralmente, busca proteger y blindar la figura presidencial, porque si cae Piñera con la movilización, temblaría todo el régimen de los 30 años y la Concertación con él.

Con esto, buscan cerrar y desviar el descontento de millones ante la crisis económica, social y política que ha profundizado la pandemia, la cual ha cargado en sus espaldas la clase trabajadora, mientras los dueños de Chile, banqueros, mineras y grandes empresas, han ganado como nunca.

Se trata de un acuerdo entre los partidos del régimen para mantener los abusos de los 30 años blindando a Piñera con concesiones que les permita calmar las aguas, sin resolver ninguno de los problemas fundamentales del pueblo trabajador.