Nueva legislación regulariza situación para mujeres asesinadas por parejas no convivientes y exparejas
Domingo 11 de agosto de 2019
La comisión de la Mujer del Senado contempló dentro de la “Ley Gabriela” (a propósito del caso de Gabriela Alcaíno, joven de 17 años que fue asesinada junto a su madre de 56 años por su ex pololo), la tipificación de femicidio a aquellos casos que involucren parejas sin convivencia y exparejas.
Es por tanto que la iniciativa establece que “comete el delito de femicidio, que será sancionado con la pena de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado, el hombre que diere muerte a una mujer que es o ha sido su cónyuge o conviviente, o que tiene o ha tenido una relación de pareja de carácter sentimental o sexual sin convivencia con éste, o con quien tiene o han tenido un hijo en común”, ampliando la jurisdicción en estos extremos casos de violencia de género.
Lo que no es una sorpresa es que de los 4 votos a favor y uno en contra, el último rechazo haya correspondido a Ena Von Baer (UDI) quien defendió los intereses del conservadurismo de la derecha. Así demuestra una vez más la doble moral del actual Gobierno que mientras se define feminista está en contra de entregar derechos sexuales y reproductivos como el aborto y de extender la protección a las mujeres que viven la violencia de género, que muchas veces se debe a una dependencia económica sobretodo en las mujeres más pobres y precarizadas.
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Es por esta razón, que tras un masivo 8M durante dos años seguidos, donde además en Chile la fuerza en las calles fue una de las más grandes a nivel de toda Latinoamérica, debemos exigir con más fuerza la garantía a aquellas mujeres que buscan salir del círculo de la violencia a través de una Ley de Emergencia contra la Violencia de Género financiada por impuesto a las grandes riquezas, pues hoy el desafío frente a la creciente violencia machista, que no solo son los cientos de terribles asesinatos a mujeres si no que también es sostenida en la desigualdad salarial, la dependencia económica, la doble o triple jornada laboral no remunerada, entre otras condiciones de vida propias de la mujer en la sociedad capitalista.
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Sin duda, ante lo limitado de la ley actual, que se reconozca el femicidio en sentidos más amplios es un avance, sin embargo, fortalecer los castigos no soluciona el problema de fondo de la violencia de género ni entrega herramientas a las mujeres para poder superar los ciclos de violencia, Esto debido a que la violencia hacia la mujer y la diversidad sexual se sostiene de manera estructural por el estado, la iglesia y los empresarios. Por eso, desde Pan y Rosas decimos que es necesario un plan de emergencia contra la violencia de género, que sea financiado por las grandes fortunas, para enfrentar de manera efectiva la violencia, esto a la vez que nos proponemos enfrentar de conjunto a este sistema económico y social.
