Joven mujer murió luego de someterse a inseguro procedimiento en la víspera de la votación para legislar por el aborto en todas sus causales hasta las 14 semanas.
Martes 7 de agosto de 2018
La batalla que se ha levantado en defensa de los derechos sexuales y reproductivos durante meses, arrebatando la media sanción inicialmente a la cámara de diputados argentina, y yendo este 8 de agosto por el senado.
Es en este marco que una nueva muerte por aborto clandestino ocurrió. Liliana Herrera, mujer de 22 años, murió el pasado sábado por una infección que inició por un aborto séptico realizado de forma clandestina. El caso de la madre de dos niñas de 3 y 6 años, abre aún más la brecha entre los conservadores que profesan “defender las dos vidas” y la realidad, en donde las mujeres pobres se realizan abortos peligrosos, ya que no tienen acceso a los altos costos de los abortos ilegales pero seguros en clínicas privadas.
En Santiago del Estero, donde ocurrió el caso de Liliana, al igual que en toda Argentina miles de abortos clandestinos se realizan en un año, con cientos de muertes a consecuencia de las condiciones insalubres e inseguras en que se realizan la mayoría de estos procedimientos.
Al respecto, Teresa Santillán, médico en el servicio de Salud santiagueño, declara que las mujeres “Mueren por miedo. Por miedo no van a mis hospitales a tiempo. Lo mismo le pasó a María Campos, otra mujer que llegó al hospital para morir. Es la ilegalidad lo que las mata, el miedo a la condena”.
En Argentina, se ha gestado el inicio de una batalla internacional que da pie a exigencias mayores a los Estados y a sus sistemas de Salud. Es así, que a nivel internacional en respuesta al hito de la posible legislación del aborto en Argentina el próximo miércoles 8 de agosto se levantarán jornadas de movilización en apoyo y solidaridad por la lucha de las mujeres en el país trasandino.
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