Surge una nueva ruta de tráfico de personas en por el océano Pacífico arriesgan su vida los migrantes.
Martes 28 de marzo de 2017
Ante el endurecimiento de las deportaciones por parte de las autoridades mexicanas los migrantes centroamericanos de Guatemala, Honduras y El Salvador, usan la ruta del océano Pacífico para viajar de Guatemala hasta Chiapas, así lo corroboran informes periodísticos.
Los centroamericanos, que antes usaban el tren de mercancías La Bestia para viajar del sur de México a la frontera de los Estados Unidos, ahora hacen su viaje en la nueva Bestia del mar. Es una de las rutas más importantes para el tráfico de cocaína proveniente de Colombia; las lanchas son llenadas por migrantes, no sólo centroamericanos, también africanos, asiáticos y cubanos, para estos últimos el precios se duplica.
La implementación del Plan de la Frontera Sur (PFS) del gobierno de Enrique Peña Nieto incrementó el número de deportaciones de 62, 788 en 2010 hasta 143,226 deportados en el 2016. En febrero reciente activistas en defensa de los derechos de migrantes en la ciudad de Tapachula, Chiapas declararon, “México está haciendo el trabajo sucio de Estados Unidos, eso es lo que le encargaron y lo está cumpliendo a la perfección”.
El tráfico ilegal de personas es muy lucrativo, tomando en cuenta que alrededor de 400 mil personas transitan el país cada año en busca de la frontera estadounidense. Los polleros (traficantes) cobran 400 dólares para cruzar ilegalmente de Guatemala a México por la ruta marítima.
Fuente: Gobierno federal y centro de ayuda humanitaria a migrantes en Chautes.
Desde el municipio Ocós, en el departamento de San Marcos, Guatemala, salen tres rutas que son controladas por el cártel de Los Zetas; a Mazatán y Tonalá en Chiapas, y Salinas Cruz en Oaxaca. En el municipio de Mazatán no es un secreto el paso de los migrantes, “todo el tiempo hay tráfico ilegal (de personas). No hay control aquí”, narra un poblador y coincide Gabriel Ortega concejal de Mazatán, “por aquí salen o pasan unas tres o cuatro lanchas diarias con 15 ó 20 pollos cada una”, en entrevistas dadas al diario El País.
Pero el viaje por el mar no está exento de peligros, las envejecidas lanchas contrastan con los poderosos motores de 250 caballos de fuerza, que cruzan con rapidez el océano Pacífico al amparo de la noche. Los migrantes están expuestos a que la nave naufrague o que los polleros los arrojen al mar, si logran llegar a salvo a tierra todavía le esperan un viaje de cientos de kilómetros hasta Tamaulipas, la frontera mexicana con los Estados Unidos.
Ante un escenario de posible crisis humanitaria, es importante que las organizaciones obreras y campesinas, así como así como las organizaciones de izquierda y todas aquellas que se reclaman democráticas en México, hagan propia la lucha en favor de los migrantes que cruzan el país, exigiendo el libre tránsito con todas las garantías, debido que las pocas organizaciones que han denunciado desde principios de año esta situación, han sido insuficientes para hacer eco de la problemática en el ámbito nacional.
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