Las alternativas que se desecharon. La deuda como la punta del ovillo. ¿Qué dicen las experiencias de Ecuador y Grecia? Ya está el newsletter de Economía de La Izquierda Diario y El Círculo Rojo.
Pablo Anino @PabloAnino
Jueves 17 de marzo de 2022 07:46
Hoy a la noche, el Senado aprobará una estafa: la refinanciación del préstamo más grande de la historia que otorgó el FMI a Mauricio Macri. Una vez más, como desde el fin de la dictadura, el eterno retorno de la misma historia: unos endeudan en operaciones oscuras, otros blanquean la estafa. Ni la familia Byrde de Ozark (el que no la vio, que la busque en la N) podría hacerlo tan bien como el régimen capitalista argentino.
Contadas unas pocas excepciones, la mayoría de las voces que se escucharon en los grandes medios de comunicación dieron cuenta de una fatalidad: no hay alternativa.
¿No hay alternativa?
Aunque el mensaje que transmiten los dueños de la opinión pública sobre la falta de alternativas es casi monocorde, en los últimos días se desarrollaron una gran cantidad de actividades de quienes rechazan el acuerdo, pero cuya voz es inconveniente. Y tiene, por ende, menos resonancia. Por eso, me pareció importante rescatar las alternativas que, como las brujas, no existen, pero que las hay… las hay.
Éric Toussaint es historiador, doctor en Ciencias Políticas, activista político y fundador del Comité para la abolición de las deudas ilegítimas (CADTM). Se le negó, al igual que a Alejandro Bercovich y a otras voces críticas, la posibilidad de dar su punto de vista en el plenario de comisiones que debatió el acuerdo con el FMI en Diputados.
No obstante, pudo dar una opinión en una audiencia pública convocada por el Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (FIT-U) en el Congreso. Allí explicó que Argentina podría haber declarado la deuda que dejó Mauricio Macri como deuda odiosa: fue contraída contra los intereses de la ciudadanía y los acreedores lo sabían o no podían no saber lo que hacían (son cómplices). Acá y acá el CADTM explica con más detalle qué es una deuda odiosa.
Pero volvamos a Toussaint. Él señaló que “Los que dicen que no había alternativa es claramente mentira. Un acto de suspensión de pago o de repudio de una deuda odiosa, basado en argumentos de derecho internacional e interno, no puede dar ningún espacio para medidas de represalia fuertes contra la Argentina”. El historiador explicó que eso podría haber hecho el gobierno apenas asumió mediante la instrumentación de una auditoria.
Una segunda oportunidad desaprovechada para rechazar el pago fue cuando se inició la pandemia: el gobierno podría aducir “causa de fuerza mayor”, o “cambio fundamental de circunstancias” y “estado de necesidad”, todos argumentos del derecho internacional. Toussaint cree que una tercera oportunidad de un planteo de deuda odiosa se abrió con la agresión militar de Rusia sobre Ucrania, que implantó un escenario de pujas geopolíticas entre potencias que puede ser utilizado por países como Argentina. Nada de eso pasó.
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Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.