Con represión a los manifestantes en las puertas del Parlamento griego; Tsipras profundiza el ajuste y formaliza el recorte de pensiones y el aumento de impuestos.
Martes 10 de mayo de 2016
Luego de una nueva huelga general de 48 horas y manifestaciones masivas que fueron reprimidas en las calles de Atenas, este domingo Alexis Tsipras continúo cumpliendo con las exigencias de la Troika y avanzó con la votación de la reforma fiscal y en pensiones.
Desde Bruselas, los principales referentes de la Troika y el Eurogrupo, hicieron sentir sus demandas. Tsipras, quien ha mostrado ser capaz de traspasar sus propias “líneas rojas”, decidió adelantar la votación de la reforma fiscal y el recorte de pensiones, para el domingo en una sesión extraordinaria del Parlamento griego.
Además el apuro en votar las reformas, estaba relacionado con lograr una “mejor impresión” frente a la reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro, donde la deuda griega y la posibilidad de otorgarle algún “alivio”, pese a la oposición de Alemania, fueron parte de la agenda.
El gobierno de Grecia tiene harta experiencia en negociaciones con la Troika, el año pasado en los momentos más álgidos de la crisis de deuda, ha comprobado su casi nula predisposición a “aflojar el collar”. En ese sentido, los ministros del Eurogrupo han manifestado ayer que a pesar de las reformas fiscales aprobadas, este gesto no sería suficiente para liberar nuevos desembolsos del fondo de rescate del país.
Por otro lado, el FMI cree que Atenas debe obtener un alivio de deuda para que su economía se desarrolle y quiere que las negociaciones se centren en limitar los costes anuales de pago a alrededor de un 15 % del PIB o menos. Mientras Alemania, no ve la necesidad de un alivio de deuda por ahora, especialmente debido a que no tiene que pagar su deuda hasta después de 2022, cuando termina un período de gracia de 10 años.
Un nuevo ajuste en curso
La escandalosa votación del Parlamento griego a medida de las exigencias de la Troika, pretende volver a descargar los costos de la crisis de deuda sobre el pueblo trabajador. Esta vez con el recorte de las pensiones complementarias, uno de los sectores más afectados serán los jubilados y pensionados.
A partir de la reforma en pensiones, se eliminarán de 350.000 pensiones complementarias para las jubilaciones mínimas. Esas funcionaban como un “aliciente” de entre 57 y 172 euros al mes la medida afectará sobre todo a las pensiones por viudez.
Las pensiones por invalidez se han reducido a menos de 400 euros y la pensión mínima pasó a ser de 386 euros por 20 años cotizados y de 346 euros por 15 años. La reforma fiscal, por su parte, contempla el aumento en un punto del tipo más alto del IVA, que quedaría en un 24 %, y el ajuste a la baja de la base mínima imponible, lo que equipara al régimen general a sectores como el agrícola, que hasta ahora disponía de condiciones ventajosas.
El paquete de medidas de austeridad, aprobadas en gran parte este domingo, se acerca a una reducción del 3 % del Producto Interno Bruto del país, exigido por los acreedores, o como sostienen algunos ministros del Eurogrupo, un ahorro de 5.400 millones de euros .
Frente a las presiones crecientes de los acreedores, el ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, envió una carta el viernes a sus homólogos de la euro zona “apelando a la experiencia económica y política” que tienen y en la que argumentaba que no se puede esperar que su gobierno apruebe mayores recortes por un total de 9.000 millones de euros.
La crisis de deuda griega, que durante el 2015 llegó a un pico y puso al país heleno al borde del Grexit, parece iniciar un nuevo capítulo. El año pasado Tsipras logró “acordar” un rescate cediendo a las exigencias de sus acreedores y contra el referéndum del NO. Ahora el gobierno de Siryza-Anel continúa por el mismo camino de entrega, ha votado un nuevo ajuste a la medida de la Troika, antipopular y ampliamente rechazado por los trabajadores y el pueblo griego. Es preciso exigir la anulación de la usurera deuda griega.
