Nuevo ataque a la comunidad Indio Colalao de Base Riarte del departamento de Trancas. A fuerza de bala, machete y cuchillo, las bandas armadas de los empresarios del agro matan a los animales de la comunidad, a modo de intimidación para desplazarlos de su territorio ancestral.
Miércoles 11 de agosto de 2021 14:20
Pedro Chávez, comunero de la comunidad Indio Colalao de Base Riarte, denunció que el domingo pasado fueron atacados nuevamente por una persona ligada a la empresa agropecuaria “Zanja Honda”. Según relató a La Izquierda Diario, este ataque ocurrió a menos de un mes después de haber sufrido la masacre de varios caballos propiedad de la comunidad.
Como responsables señalan a Rodrigo González, ligado a los empresarios Jorge Posse y Freddy Moreno, quienes tienen un largo historial de ataques a la comunidad Indio Colalao, y que el año pasado fue autor del ataque al comunero Ariel Reyes y su compañera. Esta vez, arremetió a machete y cuchillo contra los cerdos de la familia Robles, matando a uno, mientras que dejó una profunda herida en el lomo de otro animal.
El lunes, integrantes de la comunidad hicieron la denuncia pertinente en la comisaría de Trancas, y según afirmó Chávez, “la respuesta de la policía es que no han ido, no hemos tenido respuesta de nada”. Además agrega que la policía está implicada y que González fue visto armado acompañando a patrulleros de la policía.
Vienen por todo
Son 36 familias las que viven en Base Riarte, la cual va sufriendo hasta la fecha la destrucción de 22 lugares de vivienda en la localidad. “A nosotros nos quieren dar una parcelita, mientras ellos se quieren quedar con toda la tierra. Después de 500 años de estar en el territorio, nos quieren dar un pedazo de tierra de 3x30 ¿Qué criterio de justicia estamos viendo? Aquí estamos viendo favoritismo y plata negra del Estado, porque son todos socios. Lo primero que hacen es decir que son empresarios. ¿Qué recibe la empresa por parte del Estado? Regalías, el Estado le regala las tierras, con nosotros adentro. ¿Cómo es esto? ¿Cómo vas a regalar las tierras con nosotros viviendo acá? Eso es porque tiene la impunidad de ser empresario y tienen pensado sacarnos a todos de acá”, dice Chávez
“Ahora estamos preocupados, sobre todo por nuestros hijos. Uno no es de la ciudad y los chicos salen a jugar por ahí y andan a caballo, mirá si nos matan a los chicos ¿Qué hacemos ante una situación así?”, advierte.
“No queremos otro Javier Chocobar más”
Al final de la entrevista Chávez afirma que “esto es una mafia y son todos unos sicarios los que van al territorio a amedrentar a la gente. Está pasando lo mismo que en Chaco, llevan hombres armados para que le tengamos miedo, pero nosotros no tenemos miedo. Acá el que se tendrá que hacer responsable será el juez, porque acá no queremos un [Javier] Chocobar más”.
“Nosotros queremos volver a levantar nuestros puestos y volver a trabajar nuestras tierras, nuestro principal sustento. Por ejemplo, yo tengo un puesto en el territorio, pero no me puedo quedar y me tengo que volver en el día, ahora no tengo donde quedarme. Ahora tengo que volver a levantar todo devuelta y es costoso levantar una casa hoy en día. Me rompieron todas las chapas, lo único que me quedo es un poco de ladrillo medio roto, pero con eso voy a tratar de levantar aunque sea una pieza”.
Desde las redes, la candidata a diputada por el Frente Izquierda Karen Tejerina se pronunció frente a los ataques perpetrados a la comunidad Indio Colalao:
El domingo pasado la comunidad Diaguita Indio Colalao de Riarte Norte sufrió otro ataque por personal a cargo de empresarios que intentan despojarlos de sus tierras, ésta vez mataron a sus animales.
¡Basta de ataques de terratenientes amparados por la justicia y los gobiernos!— Karen Tejerina (@karen_soledadok) August 11, 2021
Poner fin a siglos de opresión
Desde hace siglos que los pueblos originarios establecieron un fuerte vínculo con la tierra que habitan, creando un territorio y un paisaje en armonía con la naturaleza, animales. Este profundo lazo con la naturaleza y la tierra siempre representó un peligro para todos aquellos que intentaron someterlos. Incluso la conquista española no fue fácil, lineal o sencilla, si no que fue posible sobre la base de siglos de guerras de resistencia llevada adelante por los pueblos originarios y que hicieron tambalear más de una vez el dominio español sobre estas tierras. La respuesta que encontró el agresor fue la aniquilación, el desarraigo y desestructuración de los modos de vida de las comunidades originarias, como único modo de posible de doblegar a los pueblos americanos. Con esto podemos mencionar la conquista española en general, los 160 años que duraron las tres guerras Calchaquíes que se libraron en el Noroeste Argentino, los levantamientos de Tupac Amaru en el Perú y un nuevo proceso de resistencia y aniquilación que se inauguró con el nacimiento de la república, representadas por la mal llamadas “campañas del desierto”, los levantamientos armados de los collas de Jujuy a fines de siglo XIX en defensa de sus tierras y la resistencia de las comunidades del Chaco, recientemente colonizadas a principio de siglo XX, que culminaron en la masacre de Napalpi, en la cual participó el Perón, esto es solo por nombrar algunos de los eventos más impactante de la historia de los pueblos originarios de nuestro país. El asesinato del lider comunal Javier Chocobar en 2009, en defensa del territorio puso de relieve como las reivindicaciones histtóricas de los pueblos originarios siguen más vigentes que nunca.
Hoy con el aumento del precio de la soja y de las materias primas en general — más la necesidad de que ingresen dólares para pagar la deuda externa fraudulenta que dejó Macri y que el gobierno de Fernández está dispuesto pagar hasta el último centavo —, no es de extrañar que se inicie un nuevo ciclo de ataques a las comunidades originarias del país. Desde los Mapuches en el sur que resisten al fracking, pasando por las comunidades Qom del Chaco que son víctimas de los gobernadores oficialistas de Formosa (Insfrán) y Chaco (Capitanich) u "opositores" como el gobernador Morales en Jujuy, hasta las comunidades originarias que se enfrentan a la megaminería en Catamarca, en Salta -donde los Wichis resisten contra la desnutrición- y en Tucumán a la expansión de la frontera agropecuaria producto de la nueva fiebre sojera. Estas comunidades habitan territorios llenos de riquezas, que los empresarios están ansiosos por explotar, incluso si esto significa iniciar un nuevo ciclo de matanzas.
Para romper con el cerco mediático y el aislamiento a los que están sometidos las comunidades que viven en los últimos reductos del monte chaqueño y yungas tucumana y para que unos pocos no se queden con las tierras es necesario apoyarse sobre esta rica tradición de lucha que los pueblos originarios han implementado durante siglos, y construir una organización entre pueblos originarios con todos aquellos sectores de la provincia resisten los embates de los empresarios.