Por segunda vez en el año, Donald Trump amenazó con imponer un cierre de gobierno si los demócratas no votaban a favor de su proyecto de Seguridad Fronteriza. Este proyecto incluye la construcción de un muro en la frontera con México, así como mayores restricciones para la migración regular o no.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Lunes 30 de julio de 2018 13:58
Desde el domingo y hasta la mañana de este lunes, a través de sus redes sociales, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos volvió a la carga en torno a dos de los temas más controvertidos de su mandato: la xenófoba y racista política de "tolerancia cero" y la construcción del muro en su frontera con México.
I would be willing to “shut down” government if the Democrats do not give us the votes for Border Security, which includes the Wall! Must get rid of Lottery, Catch & Release etc. and finally go to system of Immigration based on MERIT! We need great people coming into our Country!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 29 de julio de 2018
En su mensaje del domingo sobre el muro, Trump enfiló cañones contra los demócratas amagando con forzar un cierre presupuestario del Gobierno federal si no se aprobaba su proyecto de seguridad fronteriza, en el que la construcción de una barrera física a lo largo de su frontera sur destaca entre otras medidas para restringir la inmigración regular o no. En su mensaje del lunes, el mandatario insistió en que la construcción del muro debía acelerarse y arremetió contra las Ciudades Santuario.
We must have Border Security, get rid of Chain, Lottery, Catch & Release Sanctuary Cities - go to Merit based Immigration. Protect ICE and Law Enforcement and, of course, keep building, but much faster, THE WALL!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 30 de julio de 2018
¿Qué implica un cierre de gobierno?
Un cierre de gobierno de este tipo (administrativo), implicaría que dejara de haber fondos para los llamados "servicios no esenciales". Muchos funcionarios dejarían de trabajar.
Este shutdown entraría en efecto el próximo 1 de octubre en caso de que los republicanos, que tienen mayoría en el Senado, no obtengan el apoyo de al menos nueve demócratas, requerido pese a su ventaja para la aprobación de leyes presupuestarias.
Otras de las medidas contempladas por el plan de seguridad fronteriza de Trump son la posibilidad de extender el tiempo de detención de inmigrantes y la derogación del sistema de sorteo para otorgar residencia permanente en el país (tarjeta verde) en pro de un sistema de "méritos".
Según destaca Joan Faus, corresponsal de El País en Estados Unidos, esta no es la primera vez que Trump emite esta amenaza. En mayo de 2017 y en febrero de este 2018, el magnate recurrió a este chantaje, en aquella ocasión arremetiendo contra la Mara Salvatrucha.
Las amenazas de Trump en torno a un cierre de gobierno han sido ya dos veces desestimadas por los demócratas. En una oportunidad el cierre (de apenas tres días) fue impulsado por los demócratas como respuesta luego de que Trump arremetiera contra el programa de acción diferida para los dreamers, inmigrantes llegados a Estados Unidos en infancia.
La ley de financiación del gobierno federal, cuyo proyecto fue promulgado del 23 de marzo, evitó un posible nuevo cierre. Sin embargo, vetado por Trump, quien alegó falta de compromiso de los demócratas en materia de inmigración y seguridad, este proyecto vence el 30 de septiembre, junto con el año fiscal.
De los 25 mil millones de dólares que solicitó al Congreso para cumplir con una de sus más importantes promesas de campaña (la construcción del muro), únicamente le fueron asignados mil 600 millones para renovación (y no construcción) de vallas. Esto luego de haber insistido en que sería el gobierno mexicano quien pagaría el costo de este muro.
Un posible cierre de gobierno en la fecha anunciada por Trump llegaría a sólo cinco semanas de las elecciones legislativas. Estas elecciones intermedias son cruciales para los republicanos, quienes se juegan el control de las dos Cámaras y anuncian una primera evaluación a la administración de Trump, cuyos niveles de aprobación incrementaron tras los matices de su política de "tolerancia cero" tras el escándalo desatado por la separación de familias.