La luz se sigue disparando en las vísperas de navidad y de las primeras olas de frío. Las eléctricas continúan amasando beneficios extraordinarios y apuntándose a la lista de los Fondos Europeos.
Jueves 9 de diciembre de 2021
El precio mayorista de la luz se multiplica por dos en tan solo 24 horas. Del miércoles al jueves ha pasado de los poco más de 100 euros/MWh a 217. Si lo comparamos con el precio hace un año, cuando se pagaba a 43 euros/MWh, la diferencia es aún más escandalosa.
Las promesas del gobierno de PSOE y UP de contener y rebajar esta escalada se han quedado en nada. La media de noviembre fue de 195 euros/MWh, solo 4 euros por debajo del mes anterior, el más caro de la historia.
Este índice repercute de manera directa en la factura de 11 millones de usuarios y sirve de referente para los 17 millones restantes. La factura de muchos hogares es hoy ya un 62% más alto que hace un año según el Instituto Nacional de Estadística.
Los gastos energéticos se disparan, pero no son los únicos. Según el mismo INE los gastos en vivienda han subido este año un 18% y en transporte un 10%. La cesta de la compra se está disparando por encima del 6% con productos de primera necesidad como la leche, los huevos, la carne o la pasta con subidas de dos dígitos.
Ante esta situación la política del gobierno del PSOE y UP no ha pasado de un ligero gravamen a los beneficios extraordinarios de las eléctricas para compensar la subida – eliminando algunas tasas de la factura – que ya han sido reabsorbidos por los nuevos aumentos. En el terreno salarial coincide con la patronal en dejar que la inflación carcoma el poder de compra, aprobando subidas del 2% y el 2,5% para empleados públicos y pensionistas.
Endesa, Iberdrola, Gas Natural... siguen acumulando dividendos extraordinarios a costa de la pobreza energética de millones de hogares, o situaciones límites como las miles de personas de la Cañada Real que siguen con el suministro cortado desde hace más de un año. Por si fuera poco estas empresas, junto a constructoras y bancos, son las principales beneficiarias de los proyectos de inversión pública financiados con los fondos europeos.
Ante este este saqueo patrocinado por Moncloa y bendecido por todos los partidos e instituciones del régimen. Ninguno quiere tocar los intereses de las grandes eléctricas, a cuyos consejos de administración unen uno y mil lazos y puertas giratorias.
La pelea por la nacionalización bajo control de sus plantillas y organizaciones de usuarios todo este gran oligopolio es la única salida a un problema de fondo que promete agravarse en los próximos años. Solo avanzando sobre los privilegios de esta minoría absoluta se podrá poner fin a este saqueo, garantizar plenos derechos energéticos y un plan racional de reconversión que ajuste la producción de energía a un sistema realmente sostenible.