A medida que se aproximan las elecciones municipales, diferentes conglomerados de oposición han acelerado sus plazos para concretar la tan ansiada "unidad contra Piñera". Para no ser menos, Fernando Atria (PS) ha convocado a actores de la ex-Concertación y el FA a dialogar para conversar sobre el futuro de la centro izquierda en el país.
Domingo 21 de octubre de 2018
Como viene siendo la tónica de los últimos meses, varios partidos de la oposición vienen desarrollando encuentros, congresos y todo tipo de actividades que tuvieron su pick en los 30 años del plebiscito de 1988.
En dicha ocasión confluyeron desde la DC hasta referentes del Frente Amplio. El objetivo de dicho encuentro era poder quedarse con las banderas del "retorno a la democracia" del que un sector de la derecha, entre ellos el mismo Piñera, se sienten parte.
Solo tres días después de dicho acto, los presidentes del PS, PPD y PR anunciaron la creación de una nueva alianza de centro-izquierda denominada "Convergencia Progresista" la que tiene por objetivo presentarse como una oposición responsable pero crítica al ejecutivo.
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Para no quedarse atrás y para darle continuidad al llamado que hiciera en su incursión presidencial, el abogado socialista Fernando Atría, autor del controvertido libro "la constitución tramposa", reunirá este lunes 22 de octubre a un amplio abanico de personalidades de la oposición. Dentro de los invitados están el ex-Intendente de la Araucania, Francisco Huenchumilla (DC), el Senador RD Juan Ignacio Latorre, la ex-Ministra del Sernameg Claudia Pascual (PC), la dirigenta PS Carmen Andrade, el intelectual Carlos Ruiz Encina (IA) y el mismisimo Atria.
Los panelistas bajo el título "Ideas y contenidos para la unidad de la oposición" se reuniran para tender puentes entre los diferentes sectores. Según el organizador el foro debería poder debatir sobre ideas comunes y divergencias que puedan subsanarse para avanzar en la unidad.
Desde la organización recalcan si que según la experiencia, cualquier acuerdo entre las directivas de estas u otras organizaciones no adquiere sentido para las bases si no busca validarse en otros espacios, y por eso la realización de este tipo de actividades.
Unidad para la responsabilidad
Hasta ahora la acción, aun dividida, de la oposición ha mostrado más de colaboración que de rechazo a las políticas del gobierno. Así lo han demostrado los llamados a una oposición constructiva de la DC y los radicales (que en su mayoría votaron a favor del proyecto de precarización laboral juvenil). Incluso el Frente Amplio ha participado activamente en las comisiones creadas por el gobierno de Piñera (como seguridad e infancia) o que ha caído en la trampa nacionalista con los actos y declaraciones por el fallo de la Haya.
Aun cuando la mayoría de los partidos han planteado la necesidad de fortalecer una opción a la izquierda de Chile Vamos, Piñera a pesar de no tener mayoría parlamentaria, ha mantenido la agenda legislativa a su favor, incluso con proyectos tan controvertidos como "aula segura" que no es más que criminalización contra el movimiento estudiantil pero mantiene una alta aprobación en las encuentras.
Es decir la oposición viene perdiendo una batalla en todos los frentes, desde la parlamentaria hasta en el sentido común de la población.
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Construir una alternativa a quienes administraron el sistema
Cuando faltan pocos meses para que termine el año, el gobierno de Piñera se ha logrado fortalecer gracias al tiempo que le ha entregado la misma oposición.
Los llamados a la responsabilidad mostraron finalmente que no existen desacuerdos profundos entre la ex-Concertación y el gobierno.
Por eso los llamados de atención que sectores de base del FA hicieran sobre la "parlamentarización" del sector no son menores, ya que de acomodarse a los tiempos y las formas de hacer política en el "mundo real" como dijera hace unos días en la Universidad Valparaiso la ex-candidata presidencial Beatriz Sanchez, les terminará pasando la cuenta a quienes solo llevan algunos meses en el parlamento.
Pero más allá de las maniobras y contramaniobras que puedan generarse tras los muros y rejas del congreso, lo que parece obvio es que nada nuevo provendrá desde allí.
Por eso para frenar la agenda neoliberal y proempresaríal del gobierno hará falta construir una oposición anticapitalista que presente una alternativa y un programa desde la clase trabajadora y los sectores populares.
Una alternativa que ponga sobre la mesa un salario mínimo de 450mil pesos, un salario acorde a la canasta familiar; un programa que ponga fin a los despidos y ataque la cesantía a través del reparto de las horas de trabajo, sin rebaja salaríal; que haga ley el derecho al aborto legal seguro y gratuito por el que millones de mujeres han salido a la calle a luchas; un programa que ponga fin a las deudas estudiantiles y entregue la educación gratuita, publica y de calidad, sin restricciones para miles de jóvenes que viven endeudados o perseguidos por los bancos; un programa que termine con las zonas de sacrificio y permita un desarrollo económico sin afectar a las comunidades y el medio ambiente.